Ciudad de México, 7 de septiembre (SinEmbargo).- Que un suizo esté en semifinales de un Grand Slam no es un dato relevante. El Abierto de los Estados Unidos tiene la gracia del último en aparecer. La oportunidad de reafirmar, mejorar o sorprender en el último torneo grande del tenis, le ha puesto un nombre y apellido diferente a una estadística obvia. Roger Federer quedó fuera frente al catalán Tommy Robredo para sorpresa de la gran mayoría. En su lugar, tomando la estafeta de su país, Stanislas Wawrinka ha logrado algo histórico.
“Es mi primera vez en una semfinal de un Grand Slam. Es algo maravilloso para mí, especialmente por la forma que estoy jugando”, declaró sereno Stan, como le dicen sus colegas en el tour. A sus 28 años vive el mejor momento de su carrera. No solo está a las puertas de una final grande, sino que dejó fuera en cuartos de final al campeón defensor Andy Murray. El escocés que acrecentó su agenda social tras ganar el Wimbledon, no pudo mantener el ritmo a pesar de ser uno de los amplios favoritos para coronarse en Nueva York.
El 10 del mundo sabe que no debe cambiar el plan de juego que lo ha llevado hasta semifinales. Wawrinka mira atento al periodista que le entrevista al final del partido, su semblante es bastante tranquilo a pesar de haber derrotado a un favorito. Incapaz de promulgar excesivo optimismo, opta por el análisis frío. “Estuve muy agresivo, traté de poner mucha presión en la devolución”, cuenta. Su revés estuvo más fino de lo acostumbrado, arma vital que Murray no pudo contrarrestar. Para muchos, el compañero en dobles de Federer, es el más apto en la segunda línea de élite del tenis. Él simplemente trata de disfrutar el momento.
“Vencer a Andy en un torneo como éste no es algo fácil, es un gran campeón”. Stan goza el momento sabiendo que hoy estará enfrente de un rival con más credenciales que el propio Murray. Novak Djokovic juega mirando de reojo el espectacular paso de Rafa Nadal. Seria amenaza deportiva para quitarle el número 1 del ranking. “Ha perdido sólo tres partidos en el año, está en un muy buen nivel”, analiza Nole ante la pregunta natural sobre su más duro competidor. El serbio de lenguaje fluido y conversación amable, es una fiera en cancha.
En cuartos de final se midió al veterano ruso Mikhail Youzhny en cuatro sets con un nivel superlativo que hizo vibrar a la grada. “Me encanta jugar en el Arthur Ashe. Es el estadio más grande que tenemos con sus 23 mil asientos, es realmente especial”, declaró Nole siendo coherente con lo visto en la pista. Un feroz saque y una movilidad en medio del aire bravo que terminó por ayudar a sus condiciones físicas que le hacen resistir ritmos altos en el partido. El tercer set fue ganado por Youzhny, un atrevimiento imposible de perdonar. El serbio terminó el partido con un 6-0 en el set final.
La final espera un duelo de dos colosos en busca de la cima del ranking. Para estropear los planes y la lógica, Stanislas Wawrinka y Richard Gasquet alzan la mano con más ilusión que realidad. Sin la presencia de Federer, los suizos tendrán que encomendarse a su segundo sin ser los favoritos. Stan sabe que está viviendo una posibilidad histórica. Calmado y agresivo saldrá a la cancha mientras un hombre distinto al resto no tiene la intención de ceder el puesto de privilegio. Novak Djokovic quiere a Nadal en la final, para así dejar claro porque es el mejor del planeta.
