¿Es el Mundial de Brasil machista y reduce a las mujeres a simples objetos sexuales? Algunos creen que sí

07/07/2014 - 12:55 pm

Ciudad de México 7 de Julio (SinEmbargo).–  La Copa Brasil 2014 pretende ser un torneo de envergadura mundial que une a la enorme comunidad de aficionados al futbol, pero atenta contra esa unidad cuando da pie al machismo, dice un artículo del diario inglés The Telegraph.

La publicación hace énfasis en las imágenes televisadas de los partidos donde las mujeres aparecen entre toma y toma del terreno de juego como “esos objetos de deseo con camiseta de futbol y miradas dulces; un medio para las televisoras de romper la tensión y de mantener la temperatura, y los pulsos en alto durante las pausas de enfriamiento”.

El papel que juegan las mujeres en la Copa del Mundo parece haber ya quedado claro, dice el periódico, el cual habla también de la vivencia del torneo a través de las redes sociales:

“Las ‘mujeres de la Copa del Mundo’ [‘Women of the World Cup’], como se han pasado a conocer colectivamente en Twitter, son en algunos casos un tema de conversación tanto como los partidos mismos. Durante el partido de Colombia contra Uruguay, una foto de una mujer rubia comenzó una tendencia en las redes sociales después de que las cámaras pasaron de la acción en el terreno de juego en Maracanã para posarse sobre ella. Y, mientras que 116 millones de mexicanos se cubrieron la cara con las manos después de una cruel derrota en el último minuto contra los Países Bajos, el twittersphere parecía no lamentar la pérdida de una nación de fútbol, sino la ausencia de sus mujeres en futuras emisiones”.

The Telegraph cita a Sepp Blatter, presidente de la FIFA, quien en 2003 sugirió que las jugadoras de futbol femenil deberían llevar  “shorts más ajustados” para lograr una mayor visibilidad de sus partidos.

También cita a Richard Scudamore, cabeza de la Premier League del Reino Unido, quien recientemente pidió disculpas públicamente por el contenido machista de correspondencia personal filtrada.

El diario denuncia un sentimiento, pareciera omnipresente, de menosprecio de la mujer en el futbol. Como ejemplo, The Telegraph hace referencia a Helena Costa, quien fue la primera mujer en servir como técnica de un equipo profesional de futbol varonil y que hace dos semanas se retiró reclamando un trato sexista:

“Costa, apodada como ‘Mourinho en una falda’ en su país natal, Portugal, atribuyó a una ‘total falta de respeto’ como una de las razones de su dimisión del segunda división Clermont Foot 63. Hablando después de su repentina partida, el presidente del club Claude Michy, dijo: ‘Es una mujer así que puede deberse a una infinidad de motivos… es una sorprendente decisión irracional e incomprensible’”.

“En las palabras que probablemente harían eco con las ‘mujeres de la Copa del Mundo’, Costa dijo que ella no tenía poder ni control y se esperaba de ella solamente ser ‘la cara del club’”.

The Thelegraph lamenta el discurso en tono a la mujer que existe en la Copa del Mundo:

“Por supuesto, en todas las profesiones, habrá personas que dicen cosas decepcionantes, pero es una tristeza que la Copa del Mundo –posiblemente el acontecimiento deportivo más importante junto con los Juegos Olímpicos– no haya logrado cubrirse de gloria con esa cobertura que reproduce una interpretación reductista y sexista de la mujer. Después de todo, si la caricatura de las mujeres se acepta tan fácilmente, ¿qué dice acerca de nosotros los hombres? Tolerar o incluso disfrutar de estas imágenes no sólo menosprecia las mujeres, sino que también reduce a los hombres al nivel de trágicos, sucios, frota-muslos”.

“Es cierto que la Copa del Mundo no es el único evento deportivo donde hay una fascinación con el atractivo de las fans femeninas. Es más, tal vez también podría argumentarse que la cosificación de la mujer durante el torneo palidece en comparación con las escenas de discordia social y de desigualdad que fueron el telón de fondo al inicio de Brasil 2014. Pero si la Copa del Mundo es realmente  un esfuerzo acerca de la unión y la creación de un auténtica familia del fútbol, como la FIFA nos quiere hacer creer, es necesario que haya un esfuerzo concertado para pedir tiempo fuera en el sexismo de todos los elementos del juego”, señala.

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