GOL ENERGÉTICO

07/06/2014 - 12:00 am

Difícilmente encontrará usted, fuera de las declaraciones oficiales, opiniones que no consideren que empalmar las fechas del mundial de Brasil con la discusión sobre las leyes secundarias de la reforma energética es una manipulación burda, una intención distractora de quienes buscan aprobarlas sin obstáculos.

Sergio Aguayo, una de las excepciones, consideró durante su participación del lunes pasado en el informativo Primera Emisión (MVS) que la coincidencia de calendarios no es para tanto. Argumentó que suponer que la ciudadanía deje de seguir la discusión legislativa por estar al pendiente del fútbol, equivale a menospreciar su madurez cívica. “Los partidos duran noventa minutos nada más”, minimizó, y lamentó que “nos rendimos ante la pobreza de la cultura democrática mexicana.” Así dijo.

Esta fue su postura en oposición a los argumentos de la doctora Denise Dresser, quien había comentado que la atención pública será acaparada por la distracción, no por lo trascendente. Aguayo argumentó también que la selección mexicana no jugará más de cuatro partidos, lo cual parece un pronóstico más acertado que la aritmética de los 90 minutos… más el medio tiempo, agregó Aristegui. Y sume usted las repeticiones y los comentarios.

La competencia por la audiencia tiene sus leyes. Un ejemplo: ¿Cuántos espectadores ven el Canal del Congreso? Y quienes lo ven, ¿cuánto tiempo permanecen sintonizados? Se dieron importantes discusiones en San Lázaro cuando nos abrumó el torrente de reformas de los meses pasados, y aún así: ¿Cuánto público captaron? La explicación de la raquítica audiencia que lograron las sesiones legislativas comienza por su monotonía, sigue por el intrincado y especializado lenguaje usado en las leyes que se discutieron y termina en la enorme oferta de canales que se ofrecen como opciones alternas a los televidentes.

La mano que mece la cuna sabe muy bien cómo capitalizar la indefensión intelectual en que ha logrado sumir al pueblo mexicano reservándole la información trascendente para su vida social y abrumándole con entretenimiento mayormente vacío. Armand Mattelart y Ariel Dorfman analizaron y explicaron con lúcido detalle el trasfondo que caracteriza al “entretenimiento sano”, en su libro clásico “Para Leer al Pato Donald”. A eso habrá que agregarle datos oficiales falsos, encubrimiento y declaraciones contradictorias (tal vez para despistar al “enemigo” (la sociedad mexicana toda)).

Volviendo a los 90 minutos, ó 105, con el medio tiempo, hay que destacar que desde esta semana la lucha por captar a la audiencia futbolera se estuvo dando en decenas de canales deportivos, noticiosos y de programación variada. ¿Cuántas horas se transmiten ya de fútbol en el espectro mexicano? No nos engañemos. Honestamente, la postura del doctor Aguayo resulta indefendible a nivel banqueta. Pero en las alturas sí encontrará criterios afines, como deja ver la declaración del doctor Luis Videgaray, secretario de Hacienda, quien aseguró que no estará pendiente del fut pero sí del debate, “prestando toda la atención al Congreso, por obligación y convicción.” Agregó que sería muy criticable modificar el calendario legislativo por el mundial.

Cuando se fijó la fecha original (6 a 17 de junio) para analizar y dictaminar estas leyes secundarias, muy posiblemente más sensibles que todas las precedentes, fue contundente la oleada de críticas por parte del público, los informativos y muchos legisladores ajenos al PRI. La bancada del PAN propuso que se modificara el calendario y la moción se aprobó por mayoría… pero para fines prácticos, que se haya fijado del 10 al 23 de junio ofrece idéntico resultado. No puedo asegurar que las fechas se hayan movido debido a las protestas generalizadas, pero posponer el asunto sólo cuatro días me sonó a burla. Nótese que en el calendario original, la fecha del dictamen coincidía con el partido ante Camerún; en el segundo, contra Brasil:

El próximo miércoles es la inauguración del mundial; el primer partido es al día siguiente, el 12; el viernes 13 juega México contra Camerún; el 17, cuando México enfrente a Brasil, originalmente era el último día en que se discutirían las leyes secundarias; el 23 México se mide con Croacia, nueva fecha para terminar el período ordinario y para dictaminar. Es imposible predecir los marcadores de los encuentros deportivos pero queda claro que, en la cancha legislativa, el plan es que a los mexicanos nos metan un gol energético.

en Sinembargo al Aire

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