Marcó Origi en una primera oleada del Liverpool (minuto 7), pero los barcelonistas resistieron y tuvieron alguna ocasión en el primer tiempo. En dos minutos, entre el 54 y el 56, dos goles de Wijnaldum dejaron la eliminatoria igualada, pero el 4-0 resume lo ocurrido.
Barcelona, 7 de mayo (EFE).- Sin tensión y sin personalidad, el Barça se dejó en Liverpool buena parte de sus esencias, en un partido en el que jugó a verlas venir y salió atropellado por un rival que lo dio todo, pese a tener bajas importantes de tres jugadores titulares.
El 3-0 de la ida, en un partido con mejor resultado que juego, engañó a los azulgranas, que buscaron resguardarse y se equivocó Ernesto Valverde en el planteamiento. Sin el balón, el Barça no es el Barça, y estuvo muchos minutos a merced del rival, y el drama llegó en los primeros minutos del segundo tiempo.
Marcó Origi en una primera oleada del Liverpool (minuto 7), pero los barcelonistas resistieron y tuvieron alguna ocasión en el primer tiempo. En dos minutos, entre el 54 y el 56, dos goles de Wijnaldum dejaron la eliminatoria igualada, pero el 4-0 resume lo ocurrido.
Un córner en el que Alexander-Arnold primero amagó el saque y después engañó a todos. Origi sorprendió a todos, la defensa del Barça no existía y el belga remató sin oposición y desde muy cerca de la meta de Ter Stegen el 4-0.
No es la primera vez que el Barça cae de esta manera, es más, últimamente se está acostumbrando demasiado a ello. Sin ir más lejos, el año pasado cayó ante el Roma en la vuelta de los cuartos de final, tras perder en el Olímpico por 3-0, después de que en la ida los azulgranas hubieran ganado por 4-1.
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— Liverpool FC (@LFC) 7 de mayo de 2019
El año anterior fue el PSG el que le marcó un 4-0 en la ida de octavos, aunque el Barça le dio la vuelta a la eliminatoria en la vuelta, un ejercicio que no le valió para nada, porque en la siguiente ronda, el Juventus le batió con claridad en la ida (3-0).
Ayer fue el Roma, anteayer el PSG y el Juventus, hoy el Liverpool. Después de aquella derrota en Roma, algunos directivos señalaron a Ernesto Valverde, pero el Barça sumó un doblete que salvó al técnico.
Este año los azulgranas ya tienen la Liga, están en la final copera, pero se han quedado sin “la copa tan linda”, ese objetivo que marcó Leo Messi en el Gamper y que se ha ido al limbo, otro año más.