Los dos reporteros fueron detenidos en diciembre de 2017 cuando trabajaban en una historia sobre fuerzas de seguridad implicados en la muerte de varios rohinya. Fueron acusados de poseer documentos ilegales de forma ilegal, una violación de la Ley de Secretos Oficiales, procedente de la era colonial. Ambos alegaron en el juicio que habían sido víctimas de una trampa por el descontento de las autoridades con su trabajo. Sin embargo, fueron condenados el pasado septiembre y sentenciados a siete años de cárcel.
YANGÓN, Myanmar (AP) — Dos periodistas de Reuters que fueron encarcelados en Myanmar por su cobertura de los abusos del Ejército de Myanmar contra musulmanes rohinyas, y que atrajeron la atención del mundo por el recorte de la libertad de prensa en el país, fueron liberados el martes tras un indulto presidencial masivo.
Wa Lone, de 32 años, y Kyaw Soe Oo, de 28, salieron juntos de la conocida prisión de Insein en torno a las 9:40 de la mañana. Cuando cruzaron las puertas saludando a la multitud reunida en el lugar fueron rodeados como estrellas del rock por otros periodistas, que como profesionales habían cubierto las noticias sobre su situación y como colegas habían presionado para que fueran liberados.
“Quiero decir que soy muy feliz hoy. Quiero dar las gracias a nuestros amigos y familias que se esforzaron por que nos liberasen y también a los que en todo el mundo se pusieron en nuestro lugar”, dijo Wa Lone. “Estoy muy emocionado de ver a mi familia y mis colegas. No puedo esperar para ir a mi redacción”.
Después, ambos subieron a una camioneta negra que los llevó a reunirse con sus familias.
Los dos reporteros fueron detenidos en diciembre de 2017 cuando trabajaban en una historia sobre fuerzas de seguridad implicados en la muerte de varios rohinya. Fueron acusados de poseer documentos ilegales de forma ilegal, una violación de la Ley de Secretos Oficiales, procedente de la era colonial.
Ambos alegaron en el juicio que habían sido víctimas de una trampa por el descontento de las autoridades con su trabajo. Sin embargo, fueron condenados el pasado septiembre y sentenciados a siete años de cárcel.
El caso atrajo atención internacional no solo como un tema de libertad de medios, sino también como un ejemplo de cómo las reformas democráticas en Myanmar se han estancado bajo el gobierno civil de la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, que asumió el poder en 2016 entre muchas esperanzas de que introduciría una nueva era más abierta tras décadas de aislamiento en un régimen militar.
También coincidió con la condena internacional a la brutal contrainsurgencia del Ejército birmano _que aún mantiene el control absoluto de ministerios clave como los responsables de la seguridad_ en el estado occidental de Rakhine, y que hizo huir a Bangladesh a más de 700 mil rohinyas. Miembros de Naciones Unidas y otras personas compararon la ofensiva con una limpieza étnica e incluso un genocidio.
Mientras los dos periodistas estuvieron en prisión se publicaron artículos basados en su trabajo, y ambos formaban parte del equipo de Reuters que ganó el Premio Pulitzer al Periodismo Internacional, uno de los máximos galardones del periodismo. Compartieron el premio con The Associated Press, que lo recibió por su labor informativa en Yemen.