Eva Perón: la solidaridad inolvidable, un recuerdo a 93 años de su natalicio

07/05/2012 - 12:00 am


Hoy se conmemora en Argentina el 93 aniversario del natalicio de Eva Perón, mundialmente conocida como “Evita”. Y dado el fervor que sigue causando entre los argentinos, particularmente entre quienes son afines al peronismo que hoy es gobierno, es venerada y recordada con cariño. No por nada, la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner se hace acompañar de una gran fotografía de Eva Perón cuando da mensajes televisivos a los ciudadanos.

Desde Argentina, el señor Saúl Macyszyn, de 73 años, comparte con nosotros su testimonio de vida como un ejemplo de la “solidaridad social” de Evita.

Cuando Saúl era niño sufrió un grave accidente. Requería atención hospitalaria urgente y seguramente costosa para salvar su vida. Como un milagro, tuvo lo que necesitaba gracias a que intercedió la entonces esposa del presidente de la nación, María Eva Duarte de Perón, quien dio la orden de que atendieran a Saúl en el Hospital Rawson. Y no solo eso, atesora un juguete que le regaló: un tren que, asegura, le dio horas de felicidad en la infancia.

El ejemplo de solidaridad de Evita inspiró a Saúl para dedicar su vida a ayudar a otras personas con discapacidad, como él, a mejorar sus condiciones de vida. Desde hace tres décadas dirige la Asociación Microemprendimientos Solidarios, que da empleos formales a esta población. Este es el testimonio de Saúl en sus propias palabras:

El 7 de mayo de 1919 felizmente nació en nuestro país ¡Evita!, quién luego sería un valioso ejemplo mundial de “Solidaridad Social”, obviamente su mayor amor era hacia la niñez pobre y con dificultades. Ella, más que nadie, hizo realidad la famosa frase: “Los Únicos Privilegiados Son Los Niños”. Públicamente hoy le brindo este humilde homenaje testimonial: Me llamo Saúl Macyszyn, en 1948, cuando tenía 10 años de edad, por un grave accidente quedé con múltiples discapacidades y sin posibilidades de recuperación.

Entonces apareció Evita que me salvó la vida, al hacerme atender gratis por el mejor cirujano del país, el recordado Profesor Dr. Ricardo Finochietto. Luego becó mis estudios, me regaló libros y juguetes, que ahora lucen en el Museo Evita, Hoy, con mis 73 años, sigo esforzándome por ser muy solidario. Presido la Asociación Microemprendimientos Solidarios, que entre otros beneficios, brinda empleos formales para Personas con Discapacidad.

Y así, con mi ONG, ayudo gratuitamente a mejorar la calidad de vida de nuestro Colectivo Social. Evita vive en todos aquellos que a su imagen y semejanza aprendimos y practicamos actitudes solidarias. Como estuve mucho tiempo sin poder caminar, de todos los regalos de Evita, el que más me sirvió y me hizo feliz fue la Locomotora a cuerda y sus vagones desmontables. ¡Así me entretenía con muchos amiguitos de mi barrio!

Saúl envíó una foto de ese entrañable juguete y también la copia del oficio con la orden de Eva Perón para atender al “niñito Saúl”. Santa Evita: “es una suerte que haya nacido en Argentina”, celebra Macyszyn.

Saúl Macyszyn
Copia del oficio para atender al “niñito Saúl”

Libertad Hernández / dis-capacidad.com
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