Ciudad de México, 7 de abril (SinEmbargo/HuffPost).- La frase que señala que los perros son los mejores amigos del hombre ha encontrado sentido en múltiples experiencias de humanos que ven al animalito como más que una mascota, y la ciencia se ha encargado de respaldarla también.

Un estudio encontró que los perros pueden no nada más percibir las emociones de los humanos, sino que actúan basados en cómo se sienten sus dueños.

Abajo hay siete otras formas en las que los amigos peludos entienden y se adaptan a las complejas personalidades, efectivamente haciéndonos humanos más felices y saludables.

Ayudan a reducir la ansiedad

El estrés no puede competir con los mimos de las mascotas. La investigación muestra que somos automáticamente más feliz cuando Fido está alrededor.

Un estudio de la Universidad Estatal de Georgia encontró que los perros pueden reducir los sentimientos de estrés y la soledad en los estudiantes universitarios, y la investigación publicada en el Journal of Personality and Social Psychology sugiere que tener una mascota puede hacernos más felices en general.

Hay un vínculo natural 

Nuestra relación con los caninos puede reducirse a una hormona en el cerebro, algo que biológicamente producimos por nuestra cuenta.

Cuando nos abrazamos con nuestra mascota, la oxitocina (también llamada “la hormona del amor”) es liberada y puede hacer que los perros les presten más atención a sus humanos. Como resultado, la relación entre los dos se vuelve más fuerte.

Ayudan a sanar

Los perros no sólo llevan confort a nuestros propios hogares, además alivian el estrés de otras personas que pueden estar sufriendo retrocesos traumáticos.

Los perros de terapia, que se utilizan para los eventos catastróficos como los atentados de Boston e incluso para los veteranos que han regresado de sus misiones, traen una gran luz a las situaciones que de otro modo quedarían en la oscuridad.

Los estudios demuestran que estos perros especialmente entrenados pueden ayudar a aliviar el trastorno de estrés postraumático.

Son intuitivos cuando se trata de nuestra salud

Tener un perro no es simplemente genial para nosotros en un nivel emocional. Las investigaciones demuestran que los cachorros también pueden ayudar a proteger nuestro bienestar físico.

Los perros tienen un increíble sentido del olfato, hasta el punto de que pueden ser capaces de detectar algo a lo que su dueño es alérgico (alergia al cacahuate, ¿alguien?).

No sólo eso, los perros también pueden ser capaces de detectar ciertos tipos de cáncer en seres humanos. Algunos además, son entrenados para ayudar cuando se tiene una convulsión.

Sus gérmenes pueden ser buenos para nosotros

Los estudios han encontrado que ser dueño de un perro puede ayudar a mantenernos saludables a través del intercambio de sus bacterias inofensivas.

La investigación muestra que una mayor exposición a estos microbios pueden ayudar a construir un sistema inmune más fuerte.

Nos consideran su familia

Sabemos que son parte de nuestra familia, pero resulta que nos consideran parte de la suya también.

Los investigadores examinaron los escáneres cerebrales de los caninos y encontraron que no sólo nos aman, nos ven como parte de su tribu y confían en nosotros más que en su propia raza para el afecto y protección.

Pueden leer expresiones faciales

Los perros pueden decir si estamos contentos o enojados por la lectura de las emociones en la cara, según un estudio de 2015 publicado en la revista Current Biology.

Esto demuestra que  nuestros cachorros son realmente sensibles a nuestros sentimientos y comportamientos (y tal vez explica por qué sólo saben cuando estás pasando por una difícil separación).