En su ópera prima, Sofía Auza se aventura a relatar una ficción que emana de una conexión muy personal, una apuesta que asegura no fue fácil sacar adelante en medio de un mar de historias dentro del cine mexicano contemporáneo que parecen tomar una inclinación más fuerte por mostrar la realidad dolorosa del país.

Ciudad de México, 7 de marzo (SinEmbargo).- La directora mexicana Sofía Auza se alzó hace unos días con el Oso de Cristal, categoría del Festival de Cine de Berlín que premia lo mejor del cine de vanguardia internacional para el público joven, por su ópera prima Adolfo, un filme que es definido como una “parábola de amor que afirma la vida”.

La película se pregunta: “¿Qué sucede cuando una pionera de la aviación Amelia Earhart, un cactus llamado Adolfo y Hugo, un joven triste, se encuentran en una estación de autobuses aislada?”.

Adolfo transcurre en un sola noche con el encuentro de estos tres protagonistas poco convencionales que se embarcan en una aventura para encontrar un nuevo hogar a esa cactus, y así “curar algunas heridas en el camino”.

“Creo que para mí siempre lo más interesante es crear personajes, tener un proyecto con el que pueda conectar de forma personal e interesante”, detalla Sofía Auza al definir, en entrevista con SinEmbargo, que historias le interesa contar.

En éste, su primer largometraje protagonizado por Juan Daniel García (Ya no estoy aquí, 2019) y Rocío de la Mañana (Funeral, 2020) y con un guión escrito por ella, mira como sus personajes tomaron vida propia gracias su actores, que asegura, no pudieron haberlos nadie más.

“Fue muy lindo ver como ellos conectaron esa historia con esos personaje en su vida real. Creo que ahora, que he visto la película como 100 veces debido a todo el proceso de edición, cuando los sigo viendo a ellos siento que es al parte más especial de la película”.

“Cada parte del proceso creativo tienen sus partes gratificantes, pero que creo que ha sido sobre todo ver cómo conectaron ellos dos en esos personajes”, recalca.

Auza fue reconocida el pasado 25 de febrero, en la edición 73 del Festival europeo, junto a la cineasta Lila Avilés, que obtuvo el premio competencia del Ecumenical Jury a Mejor Película por Totem, su segundo largometraje; y también con Tatiana Huezo, quien se alzó por Mejor Documental y por Mejor Dirección gracias a su filme El Eco.

Para Auza esta es la demostración de que hay espacio para más voces y narrativas:

“Creo que es algo my emocionante en el sentido que por primera vez en muchos años se están logrando un tipo de historias que tal vez no son las que típicamente hace como 10 o 20 años, la verdad yo creo, y espero, que los siguientes años haya un poco más de apertura en el estilo de cada película”.

Sofia Auza ahonda en la forma en que cada vez más existe una mayor libertad al momento de contar historias, pues apunta un extenso abanico de posibilidades que van más allá que mostrar sólo la realidad dolorosa de nuestro país, que también es muy importante verla reflejada en la pantalla.

“Lo que me daba un poco de curiosidad, cuando veo las películas mexicanas, es que creo que muchas veces tratan los mismos temas, obviamente en formas diferentes y obviamente hay películas que son muy importantes, muy relevantes, pero yo siempre me pregunto si todos los escritorios quieren escribir sobre esos temas o sin en realidad son las personas que dan los fondos los que tiene un poco de miedo de salirse mas allá e esos temas que normalmente soy la realidad de México, problemas sociocultales, socioeconómicos, ese tipo de cosas. Creo que es complicado proponer una película que sea como fuera de eso”.

“Este festival es un claro ejemplo de que las veces están ahí y las historias se estan escribiendo y se están haciendo”.

Para la cineasta que arranca con el pie derecho en su carrera de festivales, a los que sumarán otros encuentros en Canada y Suecia, afirma que el que se volteen a ver estas historias, como la suya, abre el paso a nuevas narrativas diferentes a las que ya vemos en el cine mexicano contemporáneo.

Por ahora la atención de esta directora también está encaminada en su primera serie llamada Yellow, que será estrenada este años en la plataforma Lionsgate+ sobre dos fugitivas que tomarán un taxi en un intento para salir de sus problemas.

La historia es protagonista por Selene, Tessa Ía y Martín Saracho y contará con un elenco en el que particparan otros actores de la talla de Erendira Ibarra.

“Justo ahora estomos por terminar una serie que va a salir probablemente en verano de este año, que se llama Yellow. Esta serie es el siguiente proyecto concretamente y es una historia con un tono muy diferente a Adolfo, pero también de cierta línea muy personal para mí y algo que me interesa compartir a mí también”.