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Un adulto entra a una sesión con menores. Y suelta pornografía. Es el “Zoom Bombing” [El caso EU]

07/02/2021 - 10:07 pm

En 2020 el FBI localizó a mil 410 niños que fueron víctimas de pornografía y abuso sexual infantil. Otros de los temas que mantienen en alerta a las autoridades es el surgimiento de un nuevo tipo de delito en entornos virtuales de aprendizaje y que sucede en tiempo real llamado “Zoom Bombing”, donde un individuo adulto entra a reuniones educativas para proyectar imágenes de contenido pornográfico infantil, muy frecuente en pandemia.

Ciudad de México, 7 de febrero (SinEmbargo).– A Matthew Barber, de 52 años, poco le importaron los 74 meses de prisión en una cárcel federal. Muchos menos los cinco años de libertad supervisada que le dieron tras ser declarado culpable de posesión de pornografía infantil en 2007.

Tres años después, en pleno cumplimiento de la medida de libertad condicionada, a Barber le confiscarían en su residencia un teléfono celular y una memoria USB con más de mil 100 imágenes y 200 videos de pornografía infantil en un procedimiento realizado luego de que el hombre fuera captado por un trabajador de su lugar de empleo, insertando una unidad flash USB en una computadora a la que no estaba autorizado a acceder y que lo llevó a su despido inmediato en mayo de 2020.

El caso llegó a la corte de Búfalo, la segunda ciudad más grande del estado de Nueva York, en Estados Unidos, por recibir y poseer de pornografía infantil. Barber se enfrenta a cargos que conllevan una pena mínima obligatoria de 15 años de prisión y un máximo de 40 años, según la Oficina del Distrito Este del Departamento de Justicia.

De acuerdo con la organización Internet Watch Foundation, dedicada a eliminar imágenes de abuso sexual infantil en internet, Estados Unidos es el segundo país, después de Holanda y seguido por Rusia, que en 2018 registró el mayor número de denuncias y eliminación de páginas con pornografía infantil.

Pero con la pandemia del COVID-19 la situación empeoró. En 2020 el FBI abrió 3 mil 351 casos por los delitos de explotación infantil, al tiempo que realizó más de mil 600 arrestos; mientras que los agentes y oficiales del grupo de trabajo dedicados a la investigación de estos delitos también identificaron o localizaron a mil 410 niños que fueron víctimas de la explotación sexual infantil en línea.

 La agencia de inteligencia se suma a las voces de sus pares en otras regiones como Interpol o Europol, quienes coinciden en un repunte en el número y la gravedad de las infracciones cometidas por abusadores sexuales en 2020. En especial, ante un significativo aumento de “clientes potenciales" de contenido con material de abuso sexual infantil en línea.

Estos van desde informes de incitación a niños en línea, casos de sextorsión, hasta sugerencias sobre la transferencia de archivos que documentan el abuso sexual (a menudo violento) de adolescentes, niños e incluso bebés. Actualmente, el FBI cuenta con 86 Grupos de Trabajo sobre Explotación Infantil y Trata de Personas, quienes trabajan en coordinación con el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC).

“Se ha visto un incremento en la circulación de material de abuso infantil con los niños en casa producto de la pandemia. Todo el material que publican los jóvenes se ha utilizado en el mercado negro. Se ha podido observar asimismo un aumento de la actividad relacionada con el abuso y la explotación sexual de menores a través de Internet tanto en la ‘darknet’ como en la ‘clearnet’”, agregó Adrián Moreno, periodista especializado en ciberdelitos y seguridad de la información.

Moreno destaca que los delincuentes han seguido utilizando aplicaciones de mensajería para acceder a menores de edad y distribuir material relacionado con el abuso y la explotación sexual infantil.

“Diversas agencias de inteligencia detallan que hay también un incremento considerable del contenido viral compartido tanto en redes sociales como aplicaciones de mensajería que expone y revictimiza de manera reiterada a las víctimas. Es una lamentable situación que nos lleva a pensar sobre la falta de responsabilidad por parte de los padres, quienes deben aprender a conocer cuáles son los usuarios de sus hijos y sus propias redes. Muchos no son conscientes de que publican fotos para crear perfiles falsos y extorsionar. Basta una foto normal y simple para robar y crear perfiles falsos”, opinó.

Otros de los temas que mantienen en alerta a las autoridades es el surgimiento de un nuevo tipo de delito entornos virtuales de aprendizaje y que sucede en tiempo real llamado “Zoom Bombing”, el cual consta en la intromisión de un individuo adulto quien entra a reuniones educativas para proyectar imágenes de contenido pornográfico infantil, muy frecuente en pandemia.

“Internet puede ser un lugar peligroso para los niños, ya que brinda el anonimato a los delincuentes que buscan explotar su inocencia (...) Aquellos que manipulan a los niños para que crean imágenes pornográficas están cometiendo un delito federal grave y serán procesados. Los depredadores de Internet deben ser conscientes de que las fuerzas del orden están trabajando las 24 horas del día para llevarlos ante la justicia. Es imperativo que mantengamos a nuestros niños a salvo apuntando a aquellos que buscan explotarlos en línea”, dijo el fiscal federal Scott W. Murray durante la acusación contra Robert Corleto (43) de Hudson, quien se declaró culpable en diciembre de 2020 en un tribunal federal por los delitos de explotación sexual de un menor,

 De acuerdo con documentos judiciales e investigaciones a cargo de la División de Boston del FBI, Corleto usó una cuenta de redes sociales en KIK Messenger para atraer y coaccionar a una niña de 12 años, a quien manipuló para que se tomara imágenes y videos sexualmente explícitos por temor a que su supuesto amigo mutuo en línea se hiciera daño si la víctima se negaba.

El hombre logró recopilar en su teléfono celular entre 10 y 150 imágenes que mostraban a la víctima, así como a otros niños menores, revelaron los investigadores. El caso es también otro ejemplo de cómo un niño puede ser victimizado en la seguridad de su propio hogar por un depredador.

Ante un escenario tan aterrador para las víctimas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha exhortado a las empresas tecnológicas y a los proveedores de telecomunicaciones a que hagan todo lo que esté en sus manos para proteger a los menores en Internet, dado el elevado riesgo de que alguien les haga daño mientras están conectados.

 NIÑAS PIDEN AYUDA

Los resultados preliminares del Proyecto Prevención del Abuso de Niños, Línea Directa de Chat y Texto (PACTECH) indican que, durante junio, julio y agosto 2020 brindaron ayuda a 22,202 “contactos iniciados con la Línea Directa Nacional de Abuso Infantil de Childhelp”. Los casos abarcan a víctimas entre 13 a 24 años que se comunicaron para buscar ayuda con consejeros. Esto incluyó 18 mil 568 sesiones por llamadas telefónicas, 2.215 por sesiones de chat y 1.419 sesiones por mensajes de texto.

Tanto en la atención por texto (66.8 por ciento) como llamadas (82.8 por ciento) y chats (69.5 por ciento), las niñas y adolescentes, entre 15 y 17 años, representaron a la mayoría de los solicitantes de ayuda. En el caso de los hombres, las cifras los ubican entre 19 por ciento y 16 por ciento de los casos reportados.

El estudio publicado en octubre de 2020 y que cuenta con el apoyo de Childhelp, la agencia líder para Prevent Abuse of Children Text, ofrece atención en vivo y directo tanto en mensajes de texto como en servicios de chats para quienes solicitan ayuda o información sobre abuso infantil.

En este grupo, los hispanos destacan como la segunda comunidad que más pidió ayuda en una lista encabezada por víctimas de raza blanca. El documento añade que California fue el estado que más casos tuvo, seguido de New York y Texas.

Las violencias más reportadas, según sus categorías, fueron el abuso infantil a un amigo y niño angustiado (no abuso de niño) y el de un niño, amigo o hermano abusado. Esto ocurrió en más de 50 por ciento de los casos que llegaron al PACTECH.

Por su parte, el 9 de diciembre de 2020 el FBI publicó datos detallados sobre casi los 7.7 millones de delitos criminales reportados a través del Sistema Nacional de Reportes Basados en Incidentes (NIBRS) en 2019. Asimismo, el último reporte del Programa Uniforme de Reportes Criminales (UCR) NIBRS presenta datos sobre víctimas, delincuentes conocidos y relaciones por delitos denunciados en 23 categorías con 52 delitos.

Esto incluyó información sobre el número de arrestos para esos delitos, así como 10 categorías adicionales para las que solo se recopilan datos de detenciones, entre las que se incluyen la pornografía infantil, el secuestro y la trata de personas.

Respecto a las violencias sufridas por niños, niñas y adolescentes, los datos en el Crime Data Explorer (que representan los delitos denunciados que investiga el FBI en la nación) se basan en datos recibidos de 14 mil 993 de las 18 mil 671 agencias de aplicación de la ley en el país ese año. Al respecto, cifras de The Online Enticement of Children muestran que las niñas representaron 78 por ciento de las víctimas, mientras que 13 por ciento fueron varones.

Los reportes The Online Enticement of Children: An In-Depth Analysis of CyberTipline Reports del NCEMEN han determinado que los niños víctimas reportados tenían edades comprendidas entre 1 y 17 con una edad media de 15. De ellos, los niños más jóvenes fueron 4 por cinto; niños mayores 8 por cieno y niñas más jóvenes 24 por ciento. Estas últimas, las niñas, constituyen la categoría más grande de víctimas denunciados con 48 por ciento.

De los 5.917 delincuentes mencionados en informes por National Center for Missing & Exploited Children se registró que la mayoría eran hombres (82 por ciento) y lo restante (9 por ciento) eran mujeres. Los delincuentes familiares con mayor incidencia son padres/padrastros (57 por ciento) o hermanos (37 por ciento), según el National center for Missing & Exploited Children.

En materia de delitos sexuales se han registrado en UCR y NIBRS, 70 mil 407 víctimas en la categoría de juveniles para un total de 121 mil 331; al tiempo que se desconoce la edad de mil 40 de ellos. Se sabe que 58 mil 012 tienen entre 0 a 15 años, mientras que entre 16 a 20 años hubo 22 mil 174. Entre ellas 16 mil 263 son del sexo masculino y 104 mil 720 femenino. Asimismo, en el reporte sobre incidentes, delitos, víctimas y delincuentes conocidos la pornografía y material obsceno tuvo un total de 19,813 delitos cometidos a 19,817 víctimas.

DELITOS DE TRATA Y SECUESTRO

Los peligros que enfrentan los niños desaparecidos incluyen violencia psicológica, violencia sexual, embarazo no deseado, tráfico sexual, matrimonio no deseado, desnutrición y consumo de drogas y alcohol, advierten organizaciones especializadas en la atención de la infancia.

En cifras reveladas por el estudio de Missing Children, State Care, and Child Sex Trafficking, Engaging the Judiciary in Building a Collaborative Response se muestran que entre 100 mil y 300 mil jóvenes está en riesgo de explotación sexual comercial anualmente en los Estados Unidos.

Adicionalmente, aproximadamente 1.6 millones de niños huyen cada año en los Estados Unidos, por lo que están más expuestos a tener relaciones y a ser explotados sexualmente, señala la publicación avalada por el Consejo Nacional de Jueces de Tribunales de Menores y Familia y Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados

Los estudios también han encontrado que en 70 y 90 por ciento de las relaciones sexuales comerciales, los jóvenes explotados tienen una historia previa de abuso sexual infantil. Los traficantes son conocidos para buscar a sus víctimas en refugios para jóvenes, hogares y centros de acogida como lugares para reclutamiento de niños vulnerables.

Muchos de los niños y niñas que se ven involucrados en la industria sexual, inicialmente sufrieron previamente abusos por parte de un familiar, lo que desencadenó su huida del hogar e hizo que terminaran siendo víctimas de la explotación comercial sexual, afirma el documento.

Al respecto, el séptimo informe de la Uniform Crime Reporting (UCR) nacional sobre la Trata de personas que recopila el FBI en cuarenta y ocho (48) estados y el territorio de Puerto Rico señala la ocurrencia de un total de 1.883 incidentes de trata de personas en 2019. Del número,1.607 estaban en la categoría de actos sexuales comerciales y 274 fueron casos de actos involuntarios servidumbre.

Se calculan en 708 los delincuentes vinculados con estos incidentes. De estos, 684 eran adultos y 24 eran menores.

En cuanto a los delitos de secuestro hubo 5,396 víctimas juveniles y otras 209 de las cuales no se precisa la edad. Entre ellas, 4 mil 460 se encuentran entre los 0 y 15 años, además 19 mil 329 eran mujeres y 6 mil 44 hombres.

En materia de trata de personas el número de víctimas también en la categoría juvenil fue de 532, así como otras 161 de las que se les desconoce su edad. De la cifra, 331 tenían entre 0 a 15 años.

Sobre este delito la ECPAT International, considerada como la mayor red mundial dedicada a combatir la explotación sexual infantil en el mundo, expresa preocupación por el aumento de la trata de personas motivado a las medidas de aislamiento obligatorio que ha provocado la propagación del coronavirus.

Información obtenida en NCEMC reporta en su informe The Online Enticement of Children: An In-Depth Analysis of CyberTipline Reports de 2015 sobre los gustos del victimario indica que los niños explotados por los delincuentes rondan entre los 1-17 años con un alza en los 11 años.

“Como empresas dedicadas al crimen organizado desarrollan también técnicas como el sexting. Pueden tomar el control de computadoras y teléfonos y activarlos de manera remota. También son capaces de enviarles emails para chantajearlos con la información, así van haciendo públicas imágenes privadas”, indicó el experto e investigador en ciberseguridad Rod Soto.

La organización Love Our Children USA señala que uno de cada cuatro niños ya ha sufrido acoso en línea. La intimidación virtual suele continuar en la vida real y en la escuela.

*Esta investigación fue realizada por un equipo de periodistas, integrantes del Diplomado de Periodismo de Datos y Técnicas de Investigación –enfocadas al crimen organizado–, que fue impartido por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García en la Ciudad de México.

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