Según los expertos, aproximadamente la mitad de los genes encontrados en el microbioma del río Amazonas (48 por ciento) no tienen una función conocida, lo que representa una novedad genética sustancial, y son diferentes de los que se hallan en otros grandes ríos tropicales que han sido estudiados.
Barcelona, 6 nov (EFE).- Investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona han participado en la elaboración del catálogo de genes microbianos más completo del río Amazonas, en el que han recogido unos 3.7 millones de genes, algunos involucrados en la degradación de la materia orgánica terrestre y en el balance global de carbono.
Según el investigador del ICM-CSIC Ramiro Logares, el río Amazonas ejerce un rol fundamental en la degradación del carbono atmosférico que ha sido fijado por las plantas de la selva circundante, una parte del cual acaba en el ecosistema marino.
Dada su importancia en el balance global de carbono, Logares dice que es sorprendente lo poco que se sabe acerca de los mecanismos involucrados en la degradación microbiana de la materia orgánica terrestre que va a parar a este río, pues este proceso genera una cantidad importante de CO2 que acaba siendo liberado a la atmósfera.
Ahora, un estudio elaborado conjuntamente por el ICM-CSIC y la Universidad Federal de Sao Carlos (UFSCar) en Brasil ha analizado la maquinaria metabólica de la microbiota del río Amazonas responsable de degradar la materia orgánica terrestre.
Los autores del trabajo, que ha publicado la revista Microbiome, han procesado un conjunto de 106 metagenomas del río Amazonas que cubren más de dos mil kilómetros de su curso e incluyen la zona de la costa y las regiones de la pluma que ingresa al océano Atlántico.
La investigación ha dado lugar al mayor Catálogo de Genes Microbianos no Redundantes de la Cuenca del Río Amazonas (AMnrGC, por sus siglas en inglés), que contiene aproximadamente 3.7 millones de genes, la mayoría pertenecientes a bacterias.
Según los expertos, aproximadamente la mitad de los genes encontrados en el microbioma del río Amazonas (48 por ciento) no tienen una función conocida, lo que representa una novedad genética sustancial, y son diferentes de los que se hallan en otros grandes ríos tropicales que han sido estudiados.
"Nuestro objetivo era caracterizar el contenido génico del microbioma del río Amazonas y usar esta información para comprender cómo se procesa la materia orgánica terrestre en el río mientras fluye hacia el océano", ha explicado en un comunicado Célio Dias Santos-Júnior (UFSCar), autor principal del estudio.
"Conocer la microbiota del río es el primer paso para comprender si ésta puede estar en peligro por el cambio climático, así como para diseñar estrategias e informar a los responsables del diseño de las políticas de conservación", según Santos-Júnior.
El investigador ha dicho que "conocer el microbioma del río Amazonas permite comprender procesos universales como la degradación de la materia orgánica generada en tierra, explicando otros fenómenos importantes como la desgasificación que se observa en este río".
Tras procesar los datos genéticos, los autores se dieron cuenta de que los microbios del río Amazonas son capaces de degradar la materia orgánica terrestre en regiones con baja concentración de oxígeno, temperatura y carbono inorgánico disuelto.
Otra de las conclusiones del estudio es que la forma en la que se degrada la materia orgánica derivada de las plantas es distinta a lo largo del curso del río, lo que ha permitido a los científicos identificar las principales familias de enzimas involucradas en este proceso en diferentes secciones del río.
"Las investigaciones futuras se centrarán en el estudio de estas enzimas, ya que podrían tener propiedades útiles para industrias como la papelera", ha apuntado Flavio Henrique-Silva (UFSCar), uno de los coautores del estudio.
El catálogo incluye también genes que podrían ser útiles para desarrollar tecnologías relacionadas con el reciclaje y para producir biocombustibles, productos antimicrobianos o anticancerígenos.
Igualmente, el AMnrGC podría ayudar a entender cómo los microorganismos pueden tratar metales pesados, almacenar carbono o secuestrar iones, lo cual podría resultar útil para la biotecnología.