Entre aplausos y rezos regresa San Felipe Neri a su templo tras robo y restauración

06/11/2012 - 12:11 pm

México, 6 Nov. (Notimex).- El Templo de la Santísima Trinidad, en Cholula, Puebla, ha vuelto a albergar el óleo de San Felipe Neri de más de 200 años de antigüedad, que tras un robo y un largo periodo de restauración ha sido devuelto a su sitio original.

Tras la recuperación de esta obra de arte sacro, por agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) en 2011 y su restauración en la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), la imagen de San Felipe Neri fue devuelta a la comunidad del Barrio de Santa María Xixitla, quien se había mostrado indignada ante el acto delictivo.

De acuerdo con información difundida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el cuadro regresó entre aplausos y rezos de la gente que acudió a la celebración con la que fue recibida la obra pictórica.

Expertos del INAH fueron los responsables de la colocación de la obra en el sitio que celosamente le esperaba desde 2008, año en que fue sustraída.

Al respecto, la representante de la PGR, Alicia Rosas Rubí, señaló que es una gran satisfacción regresarle a la comunidad esta obra de arte sacro “que le pertenece”.

Por su parte, Liliana Olvera, especialista del INAH, destacó que el robo de la imagen suscitó la restauración, con lo que se logró enmendar daños en la capa pictórica y recuperar su valor estético.

Los feligreses ahora pueden volver a preciar esta pintura de 1.7 metros de largo y 1.2 de ancho, la cual muestra a San Felipe Neri de pie portando una túnica negra; su mano derecha sostiene una flor blanca y su mirada está dirigida hacia la derecha, donde se aprecian los rostros de tres ángeles y una paloma blanca con las alas extendidas.

Durante la ceremonia de bienvenida, el ex mayordomo del Templo de la Santísima Trinidad, Mateo Jaime Palacios Cinto, recordó que fue el 9 de junio de 2008 cuando se percató del robo de la imagen:

“Llegué poco después de las 8:30 para repicar las campanas y llamar a misa de 9:00, y al momento de entrar a la iglesia vi que el cuadro de San Felipe Neri ya no estaba en su lugar”, aseguró.

El religioso abundó que luego de percatarse del robo se dirigió a la sacristía donde vio el marco de madera de la pintura con restos del lienzo; de inmediato avisó a las autoridades municipales y poco tiempo después el caso pasó a manos de la Unidad de Investigación de Delitos Contra el Ambiente y previstos en Leyes Especiales, de la PGR.

Palacios Cinto detalló que la mayoría de las piezas religiosas robadas fueron arregladas estéticamente, para posteriormente ser vendidas a particulares, “por fortuna, se pudo recuperar esta obra artística de autor anónimo, que representa mucho para la gente del municipio de Cholula”.

La obra fue resguardada por la PGR, en una bodega para bienes muebles recuperados. Una vez terminadas las averiguaciones, la pieza fue liberada por la PGR, en enero de 2012, para que las especialistas del CNCPC, Cristina Noguera y Lucía de la Parra, iniciaran la restauración.

Al respecto, Liliana Olvera, señaló que los principales deterioros que presentaba la imagen fueron intervenciones no afortunadas que le hicieron personas sin conocimientos en la materia y los extremos recortado causados por el robo, ya que los ladrones debieron cortar la pintura para desprenderla rápidamente del bastidor de madera.

Abundó que gracias a que se conservó el bastidor original, ahora sustituido por uno nuevo, se recuperaron los restos de lienzo que quedaron en él, y fue posible volver a dar unidad al óleo.

“Una vez integrada la pintura se le colocó un soporte de tela por la parte posterior, se le dio una limpieza profunda, se le resanó en las partes donde fue necesario y, finalmente, se le reintegró la policromía con la técnica de rigattino, que consiste en la aplicación de delgadas líneas verticales de color”, explicó.

Finalmente, la experta del INAH compartió con la comunidad las medidas de conservación para la mejor preservación de la pintura, entre ellas, limpiarla con un plumero suave y seco, que no existan filtraciones de agua o humedad en la iglesia, y no colocar veladoras a corta distancia, ya que su humo tiende a ennegrecer y ensuciar las obras pictóricas.

 

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