BITS |Diablo IV: Vessel of Hatred, un título que llega a su mejor momento

06/10/2024 - 12:03 am

Esta nueva aventura puede ser una de las mejores narrativas que ha tenido la saga en toda su historia y es que no es para poco, los personajes que se introducen en esta tienen un valor bastante grande.

Ciudad de México, 6 de octubre (SinEmbargo).- Ha pasado poco más de un año desde el lanzamiento de Diablo IV y de 5 temporadas que culminan con el lanzamiento de Vessel of Hatred, donde además, también comenzará la temporada 6 que conoceremos como la Temporada del Odio Creciente, un año que podíamos decir de mucho trabajo, mucha retroalimentación por parte de la comunidad que el equipo detrás del juego ha transformado hasta llegar a este punto, todo esto, disponible a partir del 8 de octubre.

Primero que nada, hay que hablar de la historia de Diablo IV: Vessel of Hatred, que, si bien no es tan necesario haber jugado la historia principal del juego, por otro lado, la mejor experiencia para disfrutarlo es conocer todos los acontecimientos que han pasado. En esta ocasión, Diablo IV: Vessel of Hatred, continúa directamente los acontecimientos y el final de la historia principal, donde después de haber derrotado a Lilith y capturado a Mephisto, tenemos que lidiar con las acciones y decisiones que Neyrelle ha tomado sobre sus hombros y que ayudarán en el desarrollo de esta nueva aventura, la que, sin entrar en muchos detalles, puede ser una de las mejores narrativas que ha tenido la saga en toda su historia y es que no es para poco, los personajes que se introducen en esta tienen un valor bastante grande para la historia, donde exploramos más las consecuencias de haber derrotado a Lilith, los restos de la sincronía que teníamos con ella, el cómo evoluciona la historia y el gran villano que es Mephisto.

Diablo IV: Vessel of Hatred es lo mejor que le ha pasado a Diablo IV y posiblemente el mejor momento en el que se ha encontrado el juego desde su lanzamiento. Foto: Diablo IV: Vessel of Hatred

Por otro lado, tenemos la introducción de una clase totalmente nueva por primera vez en la saga: Spiritborn o Espiritualista, una clase con una gran agilidad y que está enfocada en su mayoría en el combate cuerpo a cuerpo, sus armas principales son las gujas, bastones recortados o armas de asta, además de que la manera en que está construido con sus habilidades, la hacen una clase mucho más personalizable y diferente a ser un Bárbaro o un Pícaro. Esta nueva clase, cuenta con cuatro espíritus guardianes de los cuales podemos escoger el que mejor se adapte a nuestro estilo de juego, para ser la base de nuestra manera de jugar, de cierta forma, podríamos decir que tenemos 4 clases dentro de 1, estos 4 espíritus son: el águila, que está enfocada en la movilidad, la evasión y daño de electricidad; el gorila, que está enfocada en vida y daño físico; el jaguar, el cual no sólo es el mejor espíritu para hacer daño, también está enfocado en la velocidad y ataques de fuego; y por último, el ciempiés, que utiliza veneno, conjuros y la técnica de absorber vida, cada uno de estos espíritus guardianes son muy diferentes entre sí, pero al mismo tiempo, diferentes entre las demás clases del juego.

Otro punto importante de la jugabilidad es el regreso de los Mercenarios, quienes no habíamos visto desde Diablo II y los que son básicamente ayudantes en nuestra aventura, personajes que iremos conociendo en la historia y que podremos ir reclutando para ayudarnos en diferentes misiones. Un punto que tal vez parecería no tan diferente a la ayuda que teníamos por diferentes personajes en la historia principal de Diablo IV, sin embargo, nos dan esa percepción de saber a quien queremos reclutar, sus habilidades, ataques y demás para incluirnos en nuestro equipo.

La historia introduce nuevas actividades que representan un verdadero desafío para los jugadores. Foto: Diablo IV: Vessel of Hatred

La introducción de una nueva región a Santuario, Nahantu, la cual está enfocada en la jungla, un tipo de ambiente que no habíamos explorado tanto en el juego, pero que, no sólo se justifica con el progreso de la historia, sino también hace una gran sintonía con la adición de la nueva clase, espiritualista. Este entorno es diferente a lo que Diablo IV nos introdujo y le da un gran toque de frescura al juego, aunque claro, si es la primera vez que experimentas la franquicia, tal vez no notes una gran diferencia en el proceso de tu historia. Además de esto, el trabajo que se ha logrado, el diseño de cada espacio, los calabozos y todos los elementos que exploramos han sido perfectamente creados y trabajados, además de que claro, tenemos la introducción de nuevos enemigos que se hacen presentes, especialmente por la corrupción que representa Mephisto en este nuevo camino.

El tramo final de la historia introduce nuevas actividades que representan un verdadero desafío para los jugadores, aunque claro, la historia “termina” por ahora, esta seguirá con la nueva temporada del juego y, tal vez, nos depare más contenido en el futuro.

Diablo IV: Vessel of Hatred es lo mejor que le ha pasado a Diablo IV y posiblemente el mejor momento en el que se ha encontrado el juego desde su lanzamiento, los cambios que se han realizado, la retroalimentación y la pasión de los desarrolladores con la franquicia han sido clave para entregar un producto de esta magnitud.

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