El Papa recibe a ex secuestrados por la guerrilla colombiana

06/06/2012 - 3:27 pm

Ciudad del Vaticano, 6 Jun (Notimex).- El Papa Benedicto XVI recibió hoy en la Plaza de San Pedro del Vaticano a un grupo de policías y militares, que estuvieron más de 12 años secuestrados por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Al finalizar una audiencia pública, en la cual participaron más de 20 mil personas, los seis uniformados se acercaron hasta el atrio de la basílica vaticana donde, primero se cuadraron ante el pontífice y luego pasaron a saludarlo uno por uno.

El grupo estuvo conformado por los suboficiales de Policía Nacional Colombiana José Libardo Forero y Jorge Trujillo Solarte, así como los suboficiales del Ejército Luis Alfredo Moreno, Luis Arturo Arcia, Luis Alfonso Beltrán y Robinson Salcedo.

Los seis formaron parte de un conjunto de 10 militares liberados por las FARC el 2 de abril pasado, luego de años de cautiverio en la selva. Ellos entregaron al obispo de Roma una bandera de su país, escudos del Ejército y algunos accesorios de la policía.

“El Papa se sorprendió porque él rezaba por la liberación de los secuestrados y ahora nos tenía en frente. Yo le pude decir que le daba gracias por las oraciones que hizo por nuestra liberación, y él a todos nos daba las gracias”, dijo Forero.

En entrevista con Notimex reconoció que su saludo al pontífice fue “un encuentro espiritual con el señor”, un “momento emocionante” que jamás se hubiera imaginado poder vivir, porque ni siquiera había tenido la posibilidad de salir de Colombia.

“Cuando nos liberaron y bajamos del helicóptero en la ciudad de Villavicencio nos sentimos plenamente libres, fue una emoción que pudimos sentir ahora con el Santo Padre”, apuntó.

Forero cayó en manos de las FARC el 17 de julio de 1999 en Puerto Rico Meta, luego de dos días de combates por proteger esa localidad ubicada en plena “zona roja” donde se apostaban más de seis mil guerrilleros. Ellos eran apenas 36 policías, combatieron hasta que se acabaron sus municiones.

Relató que, en sus 13 años de secuestro, estuvo en numerosas ocasiones muy cerca de la muerte. “Fuimos bombardeados, el ejército intentó rescatarnos pero no pudo, nos cayó un rayo, escapamos de la guerrilla y sobrevivimos un mes en la selva hasta que nos volvieron a capturar”, relató.

“No teníamos médicos, todo eran curaciones caseras. Todo eso nos hizo reconocer la existencia de un ser superior, un Dios que nos protege y nos cuida. Fue él quien nos fortaleció, quien nos tiene ahora con vida y disfrutando de la libertad”, sostuvo.

Según el sargento primero sólo la fe y la esperanza de ver de nuevo a su familia lo mantuvieron con vida, porque cuando se tiene el amor de una esposa y los hijos se puede afrontar cualquier encrucijada.

Aseguró que no guarda rencor porque no quiere vivir amargado, más allá de la humillación y el maltrato sufrido durante tantos años.

“Perdono todo esto, quiero vivir una existencia tranquila y en paz. Sería paradójico hablar de Dios y después invitar al odio. Al contrario, debemos buscar la paz tan necesaria en nuestro país”, sostuvo.

“Mi paz ya la tengo, falta la paz de mi pueblo, seguramente tendrá muchos tropiezos y habrán obstáculos, pero estoy seguro que llegará, porque Dios lo quiere”, apuntó.

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