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Alma Delia Murillo

06/05/2017 - 12:04 am

Empleos para la inteligencia artificial y estupidez orgánica

Es que no puedo dejar de preguntarme cuáles serán las brillantes carreras del futuro para ir orientando vocacionalmente a la chamaquiza.

Se puede caminar sin cabeza
—Xavier Forneret

Es que no puedo dejar de preguntarme cuáles serán las brillantes carreras del futuro para ir orientando vocacionalmente a la chamaquiza. Foto: Especial

Cuando éramos niños los adultos machacaban preguntando qué seríamos de grandes.
Y ser grandes no tenía connotaciones espirituales ni de temple de carácter ni de heroicidad, pos qué es eso. Nosotros nacimos globalizados y famélicos por el éxito del poder adquisitivo que es el único indicador posible para valorar si eres alguien en la vida.

La pregunta era un sutil modo de inducirte a que estudiaras Aeronáutica, Derecho, Mercadotecnia, Comunicación, Actuaría o Contabilidad (sí, siempre ha habido casos) y otras profesiones que suponían ser la clave para adueñarse del futuro en un mundo modernote y feroz que entre todos estábamos construyendo.
Luego venía el rollo del profesionista triunfador y de por qué hablar inglés siempre sería la lengua de los chingones que logran conquistas trasatlánticas.

Pero lo que ninguno de nosotros imaginó fue que habríamos podido sostener una conversación con nuestros esforzados padres del tipo: “a qué te vas a dedicar cuando crezcas”, “pues me voy a dedicar a Facebook, a Twitter y a Instagram porque voy a ser Community Manager”.
O bien: “Hija, qué quieres ser de grande”, “quiero hablar como si tuviera alguna tara que no me permitió modificar mi voz de niña de seis años y ser una afamada youtuber por hablar así hasta cumplir los 24”. Pero he aquí, hermanos, que está ocurriendo. Y es lo que hay. Y lo que habrá para rato.

Recién leí un estudio de McKinsey & Company que asegura que en un par de décadas más del 50% de los empleos serán ejecutados por máquinas, automatizados mediante un software, predecibles con algún algoritmo que casi promete ser la partícula de Dios que hoy los científicos siguen buscando.

Queda claro que las nuevas generaciones necesitan con urgencia desarrollar habilidades que antes no contemplábamos pero hoy son de gran valor curricular, a saber: lenguaje de programación (olvidemos el inglés y el francés), diseño de memes, alteración de bases de datos de cualquier tipo, periodismo de fake news, toma profesional de selfies y capacitación cinematográfica para YouTubers. Sin olvidar el trolleo personalizado y con resultados medibles.

Es que no puedo dejar de preguntarme cuáles serán las brillantes carreras del futuro para ir orientando vocacionalmente a la chamaquiza.

En el rubro del subempleo se me ocurre que si el ropavejero cambió a electrodomestiquero, sin duda evolucionará a dispositivoelectroniquero y habría que ir ajustando el famoso pregón más o menos así: Se compran celulares, cargadores, tabletas y algo de gadgets viejos que vendaaa…

También podríamos pensar que una especialidad en Derecho Canino será de lo más cotizada y que los perros estarán en condiciones de contratar un abogado más costoso de lo que podrían permitirse muchas personas; las variantes del Derecho, por cierto, serán numerosas: Derecho Bovino, Derecho Oleaginoso (está por confirmarse que las almendras, nueces y uvas también tienen sentimientos y derechos).

Y ya que estamos en la cadena alimenticia, apuesto mi nombre y apellido a que veremos multiplicarse las generaciones de ingenieros agrónomos y químicos biólogos que darán con la fórmula para crear cápsulas y comprimidos con todas las propiedades nutricias de la carne de vaca pero sin vaca, polvo de huevo con lo mejor del huevo pero sin huevo y espuma de leche pero sin leche; lo único que pido es que el comprimido de cordero huela y sepa tan rico como unas costillitas a la menta.

Llegará el tabaco sin tabaco, desde luego, el vino tinto sin vino tinto y el pan sin pan. Legiones de nutriólogos de la alimentación sintética abrirán sus consultorios mientras miles de restaurantes y chefs atienden al algoritmo genético del Director de Connotado Periódico que se alimentará en un desdoblamiento virtual pues al mismo tiempo estará sentado en la oficina subiendo su estado de resultados a Twitter para demostrar que las fake news son más rentables que la comercialización del petróleo.

Sí, sé que estoy exagerando pero cómo negar que podemos esperar cualquier cosa de esta plaga que somos si, como dice el epígrafe de este texto: se puede caminar sin cabeza.

@AlmaDeliaMC

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