Con un espíritu latinoamericano, en la que trae a Violeta Parra –esa cantante con la que creció en Veracruz y de la mano de Gastón, su padre músico- y los guitarristas “llorones” que imitan a Antonio Bribiesca, la cantante presenta Musas, otro logro en su carrera
Ciudad de México, 8 de abril (SinEmbargo).- Parece ser que los éxitos en la carrera de los músicos sólo obedece a que hagan lo que realmente quieren. Así es y siempre ha sido en la carrera de Natalia Lafourcade, quien esta vez –en secreto- comenzó a ensayar con Los Macorinos, los guitarristas que acompañaban a Chavela Vargas, sin contárselo a Sony y mucho menos a los medios.
¿El resultado? Una canción orgánica, un disco lleno de matices y todo el talento de la mejor cantautora mexicana de los últimos tiempos, Musas, en la que rescata a Violeta Parra (evocando siempre a su padre, Gastón LaFourcade, el clavecinista nacido en 1949 y que le cantaba mañanitas con una canción de la artista chilena) y a otros grandes artistas latinoamericanos.
El disco fue presentado este viernes en la mañana en el Hotel México, con una artista alejada en contestar preguntas, sólo entregando sus canciones con Los Macorinos para que unos pocos medios, la madre María del Carmen Silva y un niño que se coló para mostrarle su amor, disfrutaran del concierto.
Las guitarras lloronas que intentan imitar el sonido de Antonio Bribiesca están a cargo de Los Macorinos, Miguel Peña y Juan Carlos Allende, que acompañaban hasta su muerte a Chavela Vargas y que luego supieron hacerle de segunda a Lila Downs, Eugenia León, Guadalupe Pineda, Pepe Aguilar, Jorge Muñiz…
“La idea de hacer este disco surgió mientras hacíamos un pequeño tour en homenaje a Chavela Vargas. En ese tour me tocó ver la manera en que tocaban Los Macorinos, su manera de quitarle sonido a la guitarra, su estilo y su manera de ejecutar la música. Yo quería mucho trabajar con ellos desde que los vi tocar con Chavela Vargas. Era un sueño lejano y no sabría si ellos querrían tocar conmigo. Así fue cómo los conocí y así fue cómo comenzó este disco”, cuenta Natalia.
Musas es un álbum que rinde homenaje a todo Latinoamérica, fue grabado en directo, mientras todos tocaban y la madera, el instrumento con el que está confeccionado la mayoría de los instrumentos, hace la magia. Bueno, por supuesto el resto de la magia para la voz cristalina y a veces como partida por una cascada, de Natalia Lafourcade.
El cuatro venezolano, miles de guitarras, muchos bombos, unos coros que repiten la frase de Natalia, hacen la fiesta de recuperar formas tradicionales del folclore latinoamericano y darle nueva vida, además de canciones hechas por la cantautora destinadas a embellecer este México “caído” que mucho le preocupa a la artista.
En Musas, Natalia vuelve a Agustín Lara a quien ya le demostró su admiración en Mujer Divina (2012) y a autores como María Grever, Violeta Parra, Margarita Lecuona, Atahualpa Yupanqui y Roberto Cantoral.
Elegir una canción de Violeta Parra fue difícil para ella y eligió la conocida ¿Qué he sacado con quererte?, fundamentalmente para “cantársela a México”, además de Tú sí sabes quererme, una canción dedicada a su casa de Veracruz, tan bonita, tan difícil de dejar.
