La transmisión de datos desde New Horizons se detendrá durante una semana mientras la sonda pasa detrás del sol desde la posición de la Tierra. La actividad se reanudará el 10 de enero, comenzando una descarga de 20 meses de los tesoros científicos restantes de la nave.
Madrid, 6 de enero (EuropaPress).- Los datos remitidos por la nave New Horizons de la NASA tras sobrevolar el remoto KBO (Objeto del Cinturón de Kuiper) Última Thule no muestran signos de atmósfera, satélites o anillos en su contorno.
Asimismo, se aprecia como el color de Última Thule coincide con el de mundos similares en el cinturón de Kuiper, según lo determinan las medidas telescópicas.
Los dos lóbulos de Última Thule, el primer binario de contacto del cinturón de Kuiper visitado, son casi idénticos en color. Esto coincide con lo que sabemos acerca de los sistemas binarios que no han entrado en contacto entre sí, sino que giran alrededor de un punto de gravedad compartido.
"La primera exploración de un objeto pequeño del Cinturón de Kuiper y la exploración más lejana de cualquier mundo en la historia ya es historia, pero casi todo el análisis de datos se encuentra en el futuro", dijo en un comunicado Alan Stern, del Southwest Research Institute en Boulder y jefe científico de la misión.
La transmisión de datos desde New Horizons se detendrá durante aproximadamente una semana mientras la nave espacial pasa detrás del sol desde la posición de la Tierra. La transmisión de datos se reanudará el 10 de enero, comenzando una descarga de 20 meses de los tesoros científicos restantes de la nave.
New Horizons completó el sobrevuelo más lejano de la historia espacial, a 6 mil 500 millones de kilómetros, cuando llegó a aproximadamente 3 mil 500 kilómetros de Última Thule a las 17.33 GMT del 1 de enero, a una velocidad de 51 mil kilómetros por hora.
En la animación de abajo se aprecia el cambio de posición de Última Thule con dos imágenes tomadas en un intervalo de 38 minutos. La rotación permite apreciar detalles de la topografía del objeto.