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El día que Paola fue asesinada, el crimen fue catalogado e investigado en la cartera de homicidios dolosos, como uno más. No hubo ninguna consideración a su condición de mujer trans, ni siquiera fue visto como un feminicidio o un crimen de odio. Lo que es peor, el sospechoso fue liberado al día siguiente.

Paola Buenrostro, una mujer trans y trabajadora sexual de 24 años de edad, fue asesinada a tiros el 30 de septiembre de 2016. Su mejor amiga, Kenya Citlali, presenció el crimen y desde entonces comenzó una batalla que cinco años después ha marcado un hito en la agenda de género.

El viernes pasado, la Fiscal General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, ofreció una disculpa pública por las omisiones y anomalías. “Por las afectaciones ocasionadas por la violación a sus derechos humanos de falta de diligencia y de la aplicación de la perspectiva de género y de enfoque diferenciado en la investigación del transfeminicidio”, dijo.

El acto es el primero en su tipo en el que se considera a una víctima trans y conecta a la Fiscalía de la capital de la nación con los intereses de la ciudadanía actual.

Los valores de la post modernidad, como la preocupación por una agenda de género inclusiva, en la que la violencia sea un tema de atención esencial, encuentra resonancia e impulso también desde la Jefatura de Gobierno de la CDMX, encabezada por Claudia Sheinbaum.

La contribución y el empuje de las y los ciudadanos ha llevado a que los gobiernos, instituciones y organismos, cada vez en mayor medida, integren estos temas en sus narrativas. Ahí están los casos de las legislaturas de la capital de la nación, de Morelos o más recientemente Oaxaca, que normaron la identidad de género en personas mayores de 12 años.

La ciudadanía construye e impulsa causas progresistas, es labor de las autoridades y partidos sumarse o estancarse en la omisión ante temas que no han sido parte de su agenda o ante los cuales han manifestado radicalismo inercial en su negativa al avance.

Renovarse, adaptarse, estar a la altura de aquellos a los que aspiran a representar es atender sus principales preocupaciones. Hoy, el feminismo, los derechos de las mujeres a la libre elección en temas como el aborto o la agenda trans se mueven de la izquierda al centro y viceversa.

Es en ese tránsito donde podemos contribuir en beneficio de una ciudadanía participativa, plural, inclusiva y para que no tenga que haber más disculpas públicas porque no habrían de presentarse más casos como el de Paola.

Salvador Guerrero Chiprés

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Salvador Guerrero Chiprés es coordinador general del C5, ex presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. Es doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, Inglaterra; maestro en Comunicación por la Universidad Iberoamericana y licenciado en Derecho y en Comunicación por la UNAM. Fue asesor de la Secretaría de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal y de la Comisión Nacional de Seguridad, y Comisionado Ciudadano de Transparencia en el InfoDF.

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