En virtud de este acuerdo, suscrito en el marco de la Conferencia Nuestros Océanos que se celebra en la ciudad chilena de Valparaíso, el país escandinavo aportará 1.8 millones de dólares para potenciar la implementación de medidas cuyo objetivo es lograr la sostenibilidad de la pesca de pequeña escala.

El acuerdo fue firmado por la Secretaria de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, Tone Skogen, y el director general de la FAO, José Graziano.

Los fondos se utilizarán para apoyar la implementación de las directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala y así propiciar la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza.

“El Gobierno de Noruega está orgulloso de poder aportar al esfuerzo global por fortalecer a un sector que genera empleo, da seguridad alimentaria y permite cuidar los recursos del océano para las generaciones actuales y futuras”, destacó Skogen.

“Ecosistemas marinos sanos y su uso sostenible y responsable son de importancia vital para que los océanos sigan alimentando a los seres humanos”, señaló la representante noruega.

En tanto, el responsable de la FAO subrayó que “la pesca de pequeña escala es un sector fundamental para erradicar el hambre y promover el desarrollo sostenible, aspectos claves para el logro de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenibles adoptados por la comunidad internacional” en Nueva York a finales del mes pasado.

Graziano destacó el rol que juegan los pequeños pescadores en la producción de alimentos saludables para una población creciente, a través de prácticas sostenibles de pesca, compatibles con el equilibrio de los ecosistemas acuáticos.

Las directrices para la pesca en pequeña escala fueron adoptadas por el Comité de Pesca de la FAO en 2014 tras un proceso de discusión en el que participaron más de 4 mil representantes de 120 países, incluyendo gobiernos, pescadores de pequeña escala, trabajadores de la pesca y sus organizaciones.

Estas medidas forman parte de la llamada Iniciativa de Crecimiento Azul (Blue Growth Initiative), que busca restablecer el potencial de los océanos y humedales mediante la adopción de enfoques responsables y sostenibles que permitan armonizar el crecimiento económico y la seguridad alimentaria con la conservación de los recursos acuáticos.

Según la FAO, aproximadamente el 90 por ciento de las personas que depende directamente de la pesca de captura trabaja en el sector de la pesca en pequeña escala.