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Expertos hallan en Andalucía, España, lobos con más de un 30% de genes de perro

05/09/2018 - 10:47 pm

Un estudio genético con participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha mostrado que este aislamiento ha sido la principal causa de la ‘mutación’ del lobo al sur de España.

Pareja de lobos en Asturias. Foto: CSIC

Madrid/Ciudad de México, 5 de septiembre (ElDiario.es/SinEmbargo).-Durante décadas, el lobo ha sido atacado por ganaderos y cazadores en toda España, lo que llevó a la especie a estar a punto de desaparecer. Aunque ahora la situación es mucho más positiva, los errores del pasado siguen teniendo efectos hoy. La persecución del lobo en Extremadura y Andalucía redujo tanto la población que durante años se ha visto obligado a recurrir a la reproducción endogámica y hasta con perros salvajes. Esto ha provocado que las manadas de lobo que viven en Sierra Morena tengan un alto porcentaje de genes procedentes del perro. Esto diferencia claramente al lobo que vive al norte del río Duero, cuya genética es prácticamente pura, y al lobo del sur de España, que es una especie de “perrolobo”.

Un estudio genético con participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha mostrado que este aislamiento ha sido la principal causa de la ‘mutación’ del lobo al sur de España.

“Durante décadas, la población de lobos de Sierra Morena ha permanecido aislada de los del noroeste peninsular, con un tamaño de pocas familias (manadas) y mostrando una tendencia regresiva. Tanto es así, que no hay constancia de reproducción desde 2013”, explica el investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana, Carles Vilà en el estudio financiado por la Fundación Barcelona Zoo y publicado en la revista Molecular Ecology.

COMPARACIÓN GENÉTICA

Para el estudio, los investigadores compararon los genomas de cuatro lobos ibéricos, incluyendo una muestra de uno de los últimos lobos de Sierra Morena, un ejemplar atropellado en 2003. Los resultados mostraron que el genoma del lobo de Sierra Morena tenía problemas para sobrevivir de esta población, según explica Vilà.

Por un lado, el material genético mostró una clara evidencia de endogamia. “La población era tan pequeña que sus miembros estaban muy emparentados entre sí (más que hermanos), por lo que todos los cruces dentro de la población tenían una elevada probabilidad de resultar en la expresión de enfermedades genéticas”, asegura el investigador.

Vilà recuerda que en otras poblaciones de Escandinavia o Norteamérica, el apareamiento entre lobos emparentados ha llevado a un aumento de las malformaciones esqueléticas, ceguera o baja tasa reproductiva. “Sin embargo, no disponemos de información del posible impacto de la endogamia en la población de Sierra Morena”, lamenta.

EL CRUCE CON PERROS

Por otro lado, el pequeño tamaño poblacional también ha llevado a un aumento de la probabilidad de cruzarse con perros. Varios estudios previos han mostrado que cuando el tamaño de las poblaciones de lobos es grande y estable, la probabilidad de que se crucen con perros es pequeña. “Sin embargo, en poblaciones muy pequeñas y sometidas a elevada presión cinegética, así como en el límite de la distribución, los casos de hibridación son más frecuentes”, comenta Vilà.

De hecho, el genoma del lobo de Sierra Morena mostraba que, “muy probablemente”, uno de sus abuelos había sido un perro. Y también mostraba evidencia de cruces anteriores con perros.

El genetista Óscar Ramírez, destacaba en una declaraciones durante la realización de este trabajo que el lobo de Sierra Morena tiene un 30 por ciento de su genoma que procede directamente del perro. Cuando esta especie se queda sin opciones de reproducción recurre al apareamiento con perros salvajes.

“Al quedar pocos lobos en Sierra Morena, unos se cruzaron con perros y otros con los híbridos, por lo que hemos encontrado consanguineidad y mucha hibridación con perros, de forma que la genética original ha variado”, explicaba el biólogo.

En su conjunto, los resultados del estudio muestran la difícil supervivencia de una población pequeña. “Tanto es así que ya no hay constancia de que se haya producido ninguna reproducción en los últimos años y, aunque quede algún individuo, parece que la población puede estar extinta desde el punto de vista funcional”, advierte Vilà.

En este sentido, afirma que el caso del lobo en Sierra Morena recuerda que el hecho de que una población perdure en un tiempo no implica que sea viable a largo plazo. Así, poblaciones de lobos y de otras especies amenazadas pueden sobrevivir durante años con tamaños pequeños, pero los problemas para su supervivencia se acumulan y comprometen su supervivencia a largo plazo, según concluye el investigador.

EL LOBO LLEGA A MADRID

No obstante, se tiene la esperanza de que los lobos con un genoma más puro lleguen algún día a repoblar los lugares clave de Andalucía y Extremadura. En la actualidad, el lobo ibérico ha llegado a Madrid a través de la Sierra de Guadarrama y se estima que hay dos manadas reproductoras en la sierra madrileña.

La esperanza de biólogos y amantes de este animal es que el lobo siga bajando hasta alcanzar Castilla-La Mancha, Extremadura y por último Andalucía. Esta es la única forma de salvar la pureza del lobo en el sur de España, la pronta llegada de los lobos del norte.

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