Ciudad de México, 5 de septiembre (SinEmbargo).– Luego de recibir severas críticas por parte de analistas, organizaciones y prensa internacional al evaluar la actuación de su gobierno en estos tres años de su administración, el Presidente Enrique Peña Nieto defendió su estrategia política, económica y social en dos entrevistas que concedió a la prensa nacional.

El Ejecutivo federal habló para Televisa y SDP Noticias acerca de temas como “la casa blanca” de las Lomas, Ayotzinapa, Tlatlaya y la fuga de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”.

En entrevista con Adela Micha el pasado 3 de septiembre, Peña Nieto afirmó que al presentar un balance de tres años de gobierno y sobre cómo estaba el país en 2012, se debe reconocer lo que ha logrado la sociedad y subrayó que es necesario mantener firmeza en el rumbo de la nación a través de las reformas estructurales.

“A veces, en temas coyunturales se olvida lo que hemos avanzado, sin dejar de señalar y reconocer tropiezos o temas que están en la sensibilidad de la sociedad mexicana”, dijo el Mandatario Federal en el programa “La Entrevista por Adela”.

Aseguró que su gobierno no claudicará en la instrumentación de las reformas y recordó que cuando arrancó su administración postuló la necesidad de seguir una agenda de cambios estructurales que tomaron como punto de partida el Pacto por México.

El Presidente reconoció que el tema Ayotzinapa representó una tragedia para el país, dijo que cuando se enteró de la desaparición de los 43 estudiantes no imaginó la dimensión que tendrían los hechos ocurridos el 26 de septiembre del año pasado en Iguala, Guerrero.

Peña Nieto aseguró que la investigación de la desaparición de los normalistas ha sido transparente, “por primera vez en la historia se pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) conociera la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR), que apuntan al desenlace de una tragedia”, apuntó.

Sin embargo, al cumplirse un año de los acontecimientos ocurridos en Iguala, Guerrero, los padres de los estudiantes desaparecidos y organizaciones denunciaron los mecanismos de impunidad de la justicia mexicana para encontrar a los normalistas, indicaron que las graves violaciones a derechos humanos cometidas el 26 de septiembre se perfilan a convertirse en uno de los más graves eventos singulares de violaciones ocurridas en México durante las últimas décadas.

Peña también tocó el caso Tlatlaya, donde murieron 22 civiles a manos de elementos del Ejército, el 30 de junio de 2014 durante un enfrentamiento. El Ejecutivo federal habló de un “linchamiento” hacia las fuerzas castrenses por la actuación que tuvieron algunos de ellos.

 “Aquí yo quiero marcar una distinción. Dio lugar a una especie de linchamiento sobre una institución que es de gran orgullo, que son nuestras Fuerzas Armadas. Si en el caso de Tlatlaya o en cualquier otro se comenten excesos, hay abusos, se atenta contra los derechos humanos, evidentemente habrá que imponer las debidas sanciones, la ley”, afirmó el Presidente en entrevista para Televisa.

“Se trata de eventos que no pueden manchar a toda una institución formada por soldados, marinos, pilotos, mujeres y hombres que todos los días arriesgan la vida de los demás. Me parece lamentable que por hechos aislados se quiera manchar a toda la institución, por eso, en este caso de Tlatlaya, se lleva a cabo la investigación y si hay responsables que se aplique la ley” añadió.

En este tema, la organización internacional Human Rights Watch ha señalado que el asesinato por parte de elementos del Ejército Mexicano a un grupo de 22 presuntos delincuentes es la peor masacre de civiles del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto.

“LA CASA BLANCA” Y LA FUGA DE “EL CHAPO”

En el caso de la llamada “casa blanca”, Peña Nieto afirmó: “De forma muy legítima mi esposa adquirió una propiedad. La Secretaría de la Función Pública (SFP) hizo la investigación; fue una operación legal, lícita, pero, sin duda, en la forma en que se había hecho, despertó suspicacias de un eventual conflicto de intereses, que se esclareció”.

Reconoció que este hecho fue algo que afectó y lastimó el ánimo social y también internamente a su familia. “Reconozco el valor de mi esposa de salir a dar la cara y explicar. No dejó de ser señalada y estigmatizada, fue un tema de desgaste que abonó la falta de confianza de las instituciones. Por eso había que esclarecerlo”, expresó.

“Ofrecí una disculpa porque no puedo dejar de reconocer que afectó la credibilidad de la confianza en las instituciones”, aseveró en entrevista con Adela Micha.

Esta semana el tema de la “casa blanca” ha propiciado severas críticas a la administración de Peña Nieto a raíz de los hechos ocurridos en Guatemala con la renuncia del Presidente de ese país.

Otto Pérez Molina renunció el pasado jueves bajo graves acusaciones de corrupción, luego de cinco meses de protestas. Las circunstancias en las que dimitió el mandatario han causado un alboroto entre líderes de opinión, mexicanos y extranjeros. Comparan su situación con la que ha protagonizado el Presidente Enrique Peña Nieto por sus presuntos conflictos de interés de los que ha sido absuelto. Un tema que él mismo reconoce ha llevado a la desconfianza y al reclamo.

La fuga de “El Chapo”, ocurrida el pasado 11 de julio, es otra de las críticas hacia la administración de Peña Nieto. En este tema, reconoció la vulnerabilidad que tiene el sistema penitenciario en México y afirmó que reaprehender a Guzmán Loera es “otro reto más que nos echamos encima”. Subrayó que es responsabilidad del Estado “trabajar para lograr la aprehensión de todos los delincuentes, desmantelar las organizaciones que lastiman a la sociedad”.

El American Enterprise Institute destacó en un estudió publicado el 1 de septiembre que la fuga del narcotraficante de una prisión de máxima seguridad, “es una prueba dramática de la corruptibilidad crónica del gobierno, y representa el corazón de la crisis de seguridad de México”.

El Instituto, entre cuyos miembros hay ex Embajadores de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ex Sub secretarios de Defensa y destacados académicos, aseguró que cualquier observador informado puede decir que la asignatura pendiente para la seguridad de México durante últimos decenios, ha sido la delincuencia organizada y a la corrupción.

EL HELICÓPTERO PRESIDENCIAL Y AMLO

La noticia de la adquisición de un Boeing 787-9 Dreamliner por parte de la Presidencia de la República generó severas críticas entre los ciudadanos y oposición, al ser considerado como el avión presidencial más caro del mundo.

La nueva aeronave, exclusiva para el Jefe del Ejecutivo federal y su equipo, costó –según datos dados a conocer al principio del proyecto– unos 6 mil 308 millones de pesos. En 2012, el entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa inició las negociaciones de compra con la empresa estadunidense Boeing.

En este tema, el Presidente dijo que su administración solicitará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y otras dependencias un análisis serio sobre el tema.

“No vayamos a una decisión tomada bajo un arrebato sino bajo una racionalidad de lo que conviene para México, para que el gobierno esté debidamente equipado (…) El avión no lo han entregado”, explicó Peña Nieto en entrevista para SDP Noticias.

En su Tercer Informe, el Presidente aprovechó el espacio para lanzarse contra “la intolerancia, la demagogia y el populismo”. Dijo que fomentan el odio. Reconoció que “hay frustración y pesimismo” y alertó de que, en ese ambiente de incertidumbre, “el riesgo es que en su afán de encontrar salidas rápidas, las sociedades encuentren salidas falsas. Me refiero al riesgo de creer que la demagogia, la intolerancia o el populismo son las soluciones”.

Algunos analistas consideraron que el Ejecutivo federal se refería al líder del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, en entrevista para Televisa aclaró que su mensaje no tiene destinatarios.

“No me refería a nadie en particular. Mi mensaje no tiene destinatario (…) El populismo se da igual en las derechas, que en las izquierdas. Yo no voy a ninguna competencia. Yo soy el Presidente de México. Ya participé en una justa democrática, la de 2012. Mi única obsesión es que mi gobierno pueda hacer esa contribución a que tengamos una mejor nación, un mejor país”, dijo Peña Nieto.