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5 formas en las que el trabajo puede arruinar tu manera de dormir

05/01/2015 - 12:05 am

Ciudad de México, 5 de enero (SinEmbargo/HuffPost).- Una cosa para sentirse entusiasmado por los planes de fin de semana, y otra muy distinta sentir alivio puro cuando finalmente llega el viernes y te esperan días lejos de la oficina. Desafortunadamente esta última sensación es relativamente común entre los empleados en todo el mundo, debido al agotamiento abrumador acumulado durante toda la semana.

De acuerdo con un nuevo estudio de la organización Global Corporate Challenge, que analizó la salud de los empleados a nivel mundial, uno de cada cinco trabajadores se siente privado de sueño, y el 54 por ciento encuentra su trabajo más estresante debido , en parte, a esta falta de sueño de calidad.

La falta de sueño también afecta negativamente a la productividad, teniendo en cuenta que el 93 por ciento de las personas que reportaron dormir poco o mal, también presentaron fatiga en el trabajo, lo que les deja más propensos a cometer errores, o peor, lesionarse. El estudio agrega datos de más de 1.5 millones de personas en 185 países, exponiendo cuán comunes son estos problemas de sueño relacionados con el trabajo.

Pero en algún momento, también hay que que preguntarse a sí mismo si es el trabajo en sí parte de nuestra lucha global por el sueño. El lugar donde se pasa la mayor parte de las horas de vigilia y de las tareas que realizamos allí comparten una conexión clara con el estrés, disminución de la productividad y el desgaste que se experimenta colectivamente. Y no será posible encontrar una solución hasta reconocer los problemas de raíz.

A continuación, el Huffington Post enumera cinco maneras en las que la vida laboral puede matar la calidad del sueño.

La jornada empieza muy temprano

Foto: Shutterstock
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Un  nuevo estudio de la Universidad de Pennsylvania culpa de la privación de sueño a las largas horas que se invierten en llegar a la oficinas y los largos desplazamientos necesarios al inicio y final del día.

De los 125 mil estadounidenses encuestados, la mayoría de ellos atribuyeron sus periodos cortos de sueño a que trabajaban hasta tarde más que a alguna otra razón, y aquellos que dormían menos de siete horas cada noche también realizaban recorridos más largos para trasladarse a su oficina.

Para hacer frente a esta pérdida crónica de sueño, los científicos encargados del estudio sugieren retrasar los tiempos de inicio de trabajo por una hora o dos. La investigación encontró que, en promedio, las personas que comenzaron su día a las 6 am dormían sólo seis horas, pero las personas que iniciaban entre 9 y 10 de la mañana dormían más de siete horas.

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Exige demasiado tiempo de pantalla

Como si no se tuviera la suficiente tentación de llevar los celulares a la cama con nosotros, enviar los últimos correos electrónicos de madrugada deja una sensación de agotamiento mayor la mañana siguiente.

Un estudio publicado en la revista Organizational Behavior and Human Decision Processes encontró que los gerentes de alto nivel que utilizan sus teléfonos después de las 21 horas experimentaron una disminución de la cantidad y calidad del sueño.

Los investigadores también hallaron, en una parte separada del estudio, que los empleados de una variedad de industrias experimentaron problemas de sueño similares atribuidos al uso de teléfonos inteligentes. Para este grupo, la presencia de computadoras portátiles, televisiones y tabletas eran también culpables de la sensación de agotamiento, sin embargo, los smartphones parecían causar más problemas.

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Requiere mantener el teléfono cerca, “por si acaso”

Foto: Shutterstock
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Esa atadura constante a la tecnología no sólo conecta a las personas con sus amigos de Facebook, sino que los mantiene inconscientemente de guardia para su jefe, también.

Hasta el momento, no se ha sabido encontrar el equilibrio saludable entre mantenerse en contacto y desconectarse.

Incluso en vacaciones, la gente no suele desenchufarse por completo, estresados por quedarse rezagados o parecer menos dedicados al trabajo. Este estrés mantiene el cerebro conectado aún después de mantener este contacto, lo que afecta negativamente al sueño.

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Deja tu cabeza dando vueltas hasta altas horas de la noche

No hace falta decir que la mayoría de las personas no se distingue por dejar el trabajo detrás de las puertas de la oficina donde pertenece. Y este estrés crónico, sin contar la manera en la  que reaccionamos a él, tiene efectos perjudiciales sobre la calidad de nuestro sueño.

La encuesta sobre el estrés en los Estados Unidos, realizada por la Asociación Americana de Psicología reveló que el 43 por ciento de los adultos da vueltas en la cama por la noche a causa del estrés, y el 50 por ciento se siente agotado la mañana después de una mala noche.

De hecho, un estudio publicado en SLEEPearlier este año, encontró una asociación entre el riesgo de desarrollar insomnio y el estrés.

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Deja poco tiempo para otras cosas importantes

Foto: Shutterstock
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Estar por largas horas en la oficina (y en el viaje hacia y desde) significa menos tiempo dedicado a las actividades que ayudan a promover una buena noche de sueño.

Encontrar el tiempo durante el día para hacer ejercicio, por ejemplo, puede hacer maravillas para la calidad del sueño. Los estudios han demostrado que una sesión de actividad física puede ayudar a aliviar el síndrome de piernas inquietas, prevenir la apnea obstructiva del sueño y evitar interrupciones mientras se duerme.

Se ha reportado que darse unos momentos para una práctica de meditación consciente también ayuda a dormir más profundamente al dar un mejor control sobre los estados de ánimo y emociones.

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