Cómo se multiplica la ira. Carta abierta a Miguel Ángel Mancera

04/12/2015 - 12:02 am

Aunque somos muchos los indignados, hablo a título personal porque me consta lo que quiero decirle. No se trata de una opinión a favor o en contra del Corredor Chapultepec sino de un testimonio:

1. El trabajo mínimo necesario de responsabilidad social para que el proyecto Chapultepec sea considerado como una obra digna de ser votada por la ciudadanía no fue hecho. No existen estudios serios e independientes del riesgo sísmico (no hablo sólo del megaedificio sino del impacto sobre la zona), no existen estudios serios del impacto ambiental, no existen del impacto social. No se hizo un serio proyecto cultural que hiciera verdadera la propaganda con que se le nombra. Yo no sé si a usted pero a mí me indigna ese tamaño de irresponsabilidad. Y me indigna que se someta a consulta popular algo que es todavía un atajo de suposiciones. Hay un engaño fundamental en proponer a la ciudadanía que diga sí o no cuando la agencia de gobierno responsable no lo ha sido.

2. En estas condiciones tan prematuras, por no decir engañosas, una consulta para decidir sí o no se convierte, a los ojos de los ciudadanos informados en un teatro para legitimar una imposición: aquella suposición irresponsable que nos indigna se ha vuelto por esta consulta una imposición doblemente indignante. La consulta no dará legitimidad a este proyecto.

3. Ya en la primera parte del proceso del Instituto Electoral se ha documentado lo desaseado de la participación ciudadana claramente movilizada desde las lealtades clientelares y los intereses alineados al gobierno. Está grabado y es triplemente ofensivo. Los ciudadanos indignados tenemos el ejemplo reciente, muy parecido, de una consulta operada en Oaxaca de manera idéntica por el Instituto Electoral para legitimar un proyecto urbano aberrante. Los votos pueden haber sido contados limpiamente. Pero el gobierno movilizó a sus operadores especializados en la compra de votos. A pesar de que evidentemente ganó el sí, el gobernador de Oaxaca tuvo que detener el proyecto por el altísimo costo político que implicó. Ya no digamos el costo a los contribuyentes. Esta consulta montada para legitimar el desaseo e irresponsabilidad de sus representantes en ProCDMX cuesta ya oficialmente a nosotros los contribuyentes siete millones y medio de pesos. Sí el gana este 6 de diciembre, como parece que será el caso, usted directamente, señor Mancera, perderá toda credibilidad posible. Y su imposición seguirá siendo cuestionada por la ciudadanía desinteresada con indignación cuadruplicada. Su lema “Decidiendo juntos” pierde todo sentido.

Ojala que pueda regalarse a sí mismo la lucidez de taparse por un momento ese oído por el que los más ávidos operadores de su equipo le cantan las mieles y el tintineo de este y otros proyectos similares que encaminan a la ciudad hacia una degradación que no deseamos. Ojalá que pueda destaparse el otro oído y escuchar la marea creciente de indignación.

Alberto Ruy-Sánchez
Escritor y editor. Hizo estudios de literatura y lenguajes sociales con Roland Barthes y de filosofía política con Jacques Rancière, Michel Foucault y Gilles Deleuze. Ha publicado más de 26 libros de narrativa, ensayo y poesía, entre los cuales las cinco novelas experimentales donde investigó y narró, una larga búsqueda del deseo: Quinteto de Mogador. Codirige con Margarita De Orellana desde 1988 el proyecto editorial independiente Artes de México. En el libro editado por Ricardo Raphael, El México indignado, explica su militancia por la poesía como socialmente urgente e indispensable para entrar en contacto con la realidad, más profundamente, con más libertad e imaginación. Foto de @Nina Subin.
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