Author image

Adrián López Ortiz

04/11/2018 - 12:00 am

“¿Quién manda aquí?”

“¿Quién manda aquí?” es el mensaje que el presidente electo López Obrador manda al cancelar el proyecto del nuevo aeropuerto de Texcoco. Y se responde a sí mismo vía una consulta popular: “El pueblo manda”.

Andrés Manuel. Foto: Cuartoscuro.

“¿Quién manda aquí?” es el mensaje que el presidente electo López Obrador manda al cancelar el proyecto del nuevo aeropuerto de Texcoco. Y se responde a sí mismo vía una consulta popular: “El pueblo manda”.

Habrá que guardar este mensaje para la posteridad porque nos dice mucho del futuro presidente de México. A diferencia de muchos analistas y críticos, no creo que el tema de la consulta y el aeropuerto defina su sexenio completo. Pero sí creo que anticipa algunos rasgos de eso que se llama “el estilo de gobernar”.

En mi columna anterior explicaba que la consulta era más un mensaje político del presidente electo que una herramienta real para la toma de decisiones sobre el aeropuerto más importante del país. Nada más, pero nada menos.

Y salió justo como más me preocupaba: ganó Santa Lucía, se cancelará Texcoco, se perderá ese dineral y la confrontación con el sector privado (cierto sector privado) está cantada. O sea, las consecuencias están ahí.

¿Quería eso AMLO? Yo también lo dudaba pero todo indica que sí. Diversos análisis enseñan el claro sesgo de la consulta para forzar la obtención del resultado deseado: que ganara Santa Lucía como la expresión de la voluntad del pueblo. Es cierto, la gente votó, pero votó dónde AMLO quería que votara y la simpatía por su proyecto era más alta.

En ese sentido, AMLO miente con la verdad: ¿Quién manda aquí? El pueblo mandacomo yo quiero que mande.

Por supuesto los voceros del lopezobradorismo salieron a defender el resultado para confirmar lo evidente: que el futuro Presidente tiene EL derecho a tomar una decisión así.

Eso es cierto, y yo hasta coincido. Tiene el derecho, pero también tiene la responsabilidad.  Y por eso pregunto: ¿entonces por qué no la tomó sin simular esa democracia participativa de la que tanto hablan? Las respuestas suelen ser las mismas: tiene la legitimidad, son otros tiempos, hay un cambio de régimen, ahora se consulta al pueblo, etc. Perdón pero no, no se consultó al pueblo: se le manipuló.

Y ahora vayamos al fondo en el tema del nuevo aeropuerto, dónde hay básicamente dos opciones: primero, Texcoco, un proyecto ambicioso y caro, cuestionado por sus sobrecostos, su impacto ambiental y la posible corrupción de sus contratos. Pero que lleva un avance de más del 30% y cuya cancelación sale casi igual de cara que su conclusión.

Y por el otro lado tenemos el entramado Santa Lucía+Aeropuerto actual+Toluca. Una alternativa de la que no tenemos estudios ni proyecto, y sí muchas voces técnicas en contra. Tomará tiempo y mucho dinero desarrollar esa alternativa, a pesar de que AMLO haya prometido que en tres años estará funcionando.

Y es que ante esas dos alternativas de índole técnico-financiera, la vía que el nuevo equipo de gobierno está tomando es, curiosamente, política: se reúnen con los contratistas a los que acusan de corruptos para decirles que su dinero está garantizado y que podrán participar en Santa Lucía.

Entonces mi pregunta es otra vez la misma: ¿por qué si tienen evidencias de corrupción no las documentan, las transparentan y ponen denuncias en lugar de negociar con ellas?

Porque el aeropuerto y su viabilidad es lo de menos, porque la corrupción es lo de menos. Se trata de poder político, de mandar mensajes a sus opositores reales (que ahorita solo son ciertos empresarios y ciertos medios y periodistas). De decir aquí mando yo, hasta las últimas consecuencias.

Se trata, cómo dijera el converso senador Germán Martínez de MORENA, de demostrar que ahora sí hay Presidente y no gerente.

Un Presidente que todavía no entra en funciones y que ya toma estas decisiones. Habemus, tal vez… demasiado presidente.

Adrián López Ortiz
Es ingeniero y maestro en estudios humanísticos con concentración en ética aplicada. Es autor de “Un país sin Paz” y “Ensayo de una provocación “, así como coautor de “La cultura en Sinaloa: narrativas de lo social y la violencia”. Imparte clase de ética y ciudadanía en el Tec de Monterrey, y desde 2012 es Director General de Periódicos Noroeste en Sinaloa.

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas