No se trata sólo de encontrar el mejor ángulo para fotografiar un platillo, es todo un manifiesto que va del diseño de restaurantes, de productos para venta masiva y de productos inspirados en alimentos. En Munchies entrevistaron a una de las mentes detrás del primer centro mexicano de diseño y estrategia de innovación para la industria de alimentos: Foodlosofía.
Por Sarah del Moral
Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo/ViceMedia).– Tenemos una relación directa con la comida indiscutiblemente. Desde que el primer ser humano descubrió el fuego, dejamos de comer por simple necesidad fisiológica y descubrimos el placer. El acto de comer ha evolucionado cronológicamente: métodos de cacería, religión, técnicas culinarias, hasta buscar el ángulo perfecto de nuestros platillos para embellecer las redes sociales, incluso, acuñamos el término foodie. La interacción constante que hoy en día tenemos con la comida atrae la mirada de la industria alimentaria.
Cuando hablamos de diseño de alimentos no nos referimos únicamente a una presentación visual, sino a una disciplina que también comunica experiencias e ideologías sobre la comida. Foodlosofía es el primer centro mexicano de diseño y estrategia de innovación para la industria de alimentos. Si, los food designers rechazan la idea de conceptualizar este término pues abarca muchos y distintos aspectos de la ciencia, la psicología, la sociedad y la cultura. Y México, siendo un país con un hermoso panorama gastronómico, se convierte en un mundo culinario a explorar a través del diseño.
Esta disciplina se materializó con el primer manifiesto sobre ella, el cual fue publicado por la prestigiosa Associazione per il Disegno Industriale, de Italia, en 2002. Y algunas de sus vertientes son: el diseño con comida (texturas y sabores); el diseño de espacios, por ejemplo, restaurantes; el diseño de productos alimenticios destinados a venta masiva; el diseño para alimentos, es decir todo aquello que rodea un alimento, desde el empaque hasta la forma en cual se distribuye o vende; diseño inspirado en alimentos (teléfono en forma de hamburguesa); y el diseño de platillos, porque el hambre entra por la boca.
Para entender mejor qué es el Food Design Munchies entrevistó a Salomé Le Lay, mente creativa y diseñadora de Foodlosofía.
– MUNCHIES: ¿Cómo inició Foodlosofía y cómo llegó a México?
– Salomé Le Lay: Foodlosofía inició en Monterrey en octubre 2014. Se fundó por tres socios, Diego Ruzzarin, Nacho Zamacona y Patricio Garza.
En 2013 yo estuve como practicante con Diego Ruzzarin, después trabajé en Sao Paulo en una compañía llamada Envirance, y en 2014 ya estaba terminando la pasantía y mis estudios en Top Food Lab en Países Bajos, posteriormente hice una maestría en hábitos alimenticios en la escuela de diseño Atlantique Design, en Nantes y Diego, director general de Foodlosofía, me propuso unirme al inicio de la compañía como Senior Food Designer.
– El Food Design es una disciplina emergente, ¿cierto? ¿Cuándo surge y por qué?
– El Food Design es una disciplina que siempre ha existido, pero no estamos realmente conscientes de ello. Si lo piensas, el diseño ha estado presente desde hace mucho tiempo; el problema es que estábamos diseñando todo lo que giraba alrededor de la comida sin pensar en la comida en sí.
Ahora, un food designer reflexiona completamente el momento del consumo, lo que significa: nuevos productos, recetas y la ocasión en la que se va a consumir un alimento.
El diseño de alimentos está convirtiéndose en un tema pluridisciplinar. Antes, la innovación en alimentos era orientada por la tecnología y al marketing (innovar sabores y texturas) en cambio, hoy estamos orientados en diseñar una metodología enfocada en los consumidores.
Básicamente estamos aplicando design thinking: una metodología a diferentes escalas de la industria alimentaria.
– ¿Cómo puede el Food Design cambiar nuestra relación con la comida? (Versión for dummies, por favor).
– Tenemos tres creencias relacionadas con el diseño de alimentos en Foodlosofía:
La primera es que la comida por sí sola, no es mala. Por ejemplo, no hay nada de malo en comer papitas de vez en cuando, pero claro… si comes dos bolsas diario, por supuesto va a ser malo para tu salud. Por lo tanto, pensamos que enfocándonos en las experiencias de comer, haciéndolo más significativo y concientizando al consumidor, podemos mejorar nuestra calidad de vida. Pensando en comida, los alimentos están bien diseñados por naturaleza, lo que estamos haciendo con el diseño de alimentos es agregar valor a la experiencia de consumo.
Segunda: creemos en la calidad antes que la cantidad, en cambiar las comodidades por experiencias. Como ejemplo, imagina que le damos a un niño una barra de chocolate de 20 gramos. El niño se la comerá en 10 segundos y después de preguntarle cuánto le gustó, dirá: ‘Está buena, le doy un 8’. Después le damos una segunda barra de de chocolate, esta vez de 10 gramos y con la forma de una pieza de Lego, con diferentes partes y texturas con las puede interactuar. Se tomará 30 segundos en comerla y dirá: ‘Está buena, le doy un 8’. Lo que generamos es el mismo placer, pero con un mayor tiempo de entretenimiento y la mitad de gramaje, la mitad de costo, la mitad de calorías y la mitad de cantidad de azúcar.
La tercera: creemos que los dispositivos y sistemas requieren de más empatía. Los consumidores necesitan sentir un acercamiento a la industria y a la comida a través de los supermercados. Esta es la razón por la que nosotros no trabajamos únicamente con datos de marketing sino con un proceso de análisis cuantitativo de las personas.
– El impacto que puede llegar a generar Foodlosofía en la alimentación de una sociedad, ¿va dirigido a todas las clases sociales?
– Sabemos que producir comida de calidad es caro, pero nuestro papel como food designers es repensar nuevos sistemas y nuevos modelos de negocio que ofrezcan calidad accesible para todos.
Actualmente es una de nuestras metas principales, ‘democratizar la calidad de los alimentos’ y ofrecer productos nutritivos a todas las clases sociales. Creemos que todos merecen tener acceso a mejores hábitos alimenticios.
– ¿Cuál es la función de su cocina en Monterrey?
– La llamamos “kitchen-lab”. Aquí experimentamos con comida para crear de forma tangible diferentes ideas de conceptos de comida, lo que significa: prototipos físicos de alimentos. Estos prototipos nos permiten hacer algunas pruebas y validaciones de recetas (ingredientes), atributos físicos (texturas, tamaños, etc.) y ergonomía.
–¿Cómo es la evolución de un alimento hacia una marca?
– Podemos trabajar desde la marca para crear el producto o también podemos empezar desde el producto para crear una nueva marca. Todos los atributos de un producto también deben ser parte del universo de una marca.
– Descríbeme por favor el proceso de un proyecto de Foodlosofía.
– La metodología que usamos se divide en tres fases: Entendimiento – Prototipo – Prueba.
La primera fase pone a trabajar nuestro cerebro analítico y tripartito. Aquí trabaja un equipo compuesto por diseñadores, psicoanalistas y estrategas, para entender todas las dimensiones; así analizamos todos los insights de los consumidores, información de marketing, posicionamiento e intención de la marca, o incluso, el campo de investigación.
Una vez que tenemos la visión clara y las perspectivas de nuestro proyecto, inmediatamente pasamos a elaboración de prototipos, ya sean en cuestión de estrategia, modelos de negocio o productos de consumo, para materializar nuestras ideas.
Finalmente hacemos pruebas con consumidor y validamos con el cliente. Analizamos los resultados y rápidamente repetimos el proceso para mejorar y poder llegar a un resultado óptimo.
– ¿Cuál ha sido el proyecto más interesante que has desarrollado en Foodlosofía?
– Somos realmente felices después de dos años porque tuvimos la oportunidad de trabajar con marcas de comida internacionales y cadenas de restaurantes.
Trabajar con clientes de este calibre es súper interesante porque tienes que innovar mientras te atienes a una marca o mercado. Y también es muy motivador tener la posibilidad de desarrollar tu propio proyecto y expresar tu propia visión de la comida. Eso fue lo que hicimos el año pasado con nuestro libro Mexico Food and Design.
La visión de nuestro libro: ‘Creemos que el diseño puede cambiar la forma en que nos relacionamos con la comida. Esto nos guiará a mejores interacciones sociales, más empatía humana, más placer, y sustentabilidad para alimentos y bebidas”. Este libro es nuestra carta de amor a México y es nuestro único lazo con su comida. Queremos que el mundo se enamore de nuevo con el estilo mexicano de hacer comida: innovación, creatividad, visión, sabor y humanidad.
Desde la arquitectura, fotografía, producción de música hasta un cortometraje, intentamos hacer nuestro mensaje claro en más lenguajes creativos como sea posible, con la mayoría de nuestros amigos o amigos de nuestros amigos, que con su espíritu creativo nos ayudan a inspirar al mundo a ser el México que tanto amamos.
– ¿Quiénes son los “foodlosofers“?
– Nuestra visión para la plataforma de ‘Foodlosofers’ que lanzamos este mes de octubre es reunir a los mejores talentos de todo el mundo para cambiar el paradigma global de la comida. Desde actuar como centro creativo de comida para los clientes, hasta dar conferencias o incluso poner en marcha productos y conceptos a diferentes mercados, nuestra meta es ser el mejor centro de conocimiento avanzado en alimentación del mundo. Aquí, nuestros ‘foodlosefers’ cubren ideas innovadoras que emergen del mundo del food design para compartir con nuestra comunidad. Nuestra meta es ser un detonador de cambio para la industria de alimentos.
No estamos proponiendo una nueva plataforma de comida sino una red profesional de comida. Esto permitirá a la gente tener mejor contacto entre ellos para invertir en ellos mismos con nuevos proyectos e innovar con Food Design.
– Cómo ves el futuro de la comida, estaremos comiendo pronto alimentos creados por una impresora 3D?
– Como diseñadora estamos hablando de mejorar la relación con nuestra comida y no queremos dejarle esta responsabilidad a una máquina. Obviamente tenemos que aceptar todos los avances tecnológicos e innovaciones. La tecnología que se está desarrollando es interesante: probablemente para desarrollar más producción sustentable y mejor conservación de nuestros alimentos, pero no podemos olvidar la importancia del valor social de la comida; viene de los campos, de un productor, tiene un proceso culinario hecho por personas.
Siempre debemos recordar que hay gente detrás de todo lo que comemos: un productor, un familiar, un amigo…
– ¿Cómo puede el Food Design beneficiar al planeta?
– Uno de los principales temas en el diseño de comida es el desperdicio de alimentos. Cuando diseñamos un nuevo sistema de alimentos, siempre pensamos en proponer las mejores soluciones para las personas y el planeta.
Por ejemplo: alternativas de proteína animal, reducir empaques, sistema de consumo que disminuye los desperdicios, educación que promueva cambios en los hábitos alimenticios de las personas, hacer la industria más transparente.