GUÍA | Pátzcuaro: un Pueblo Mágico para vivos y muertos

04/11/2016 - 12:01 am

Calles empedradas y paredes blancas. Artesanos, pescadores, comunidades originarias a su alrededor y tradiciones indígenas. Cualquier fecha es buena para visitar este Pueblo Mágico de Michoacán.

Por Iñaki Amuchastegui 

Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).– Pátzcuaro era originalmente un poblado indígena purépecha, parte del imperio Tarasco que dominaba la región de Michoacán antes de la llegada de los españoles. Como tal, conserva una identidad indígena con paredes de adobe blancas y rojas y pequeñas calles empedradas.

Hoy en día, es un encantador Pueblo Mágico que vale la pena visitar en cualquier momento, aunque su auge se da durante el festival de Día de Muertos. El comparador de precios Trivago presenta lo más importante que ver y dónde dormir en este pueblo michoacano.

EL PUEBLO

El Palacio Municipal, en el centro de la ciudad. Foto: Wikimedia Commons
El Palacio Municipal, en el centro de la ciudad. Foto: Wikimedia Commons

La vida en el Pueblo Mágico de Pátzcuaro gira en torno a sus dos plazas principales. La mayor, llamada Plaza de Quiroga rinde homenaje a Vasco de Quiroga, primer Obispo de Michoacán, quién creó una reputación de protector y educador de la población indígena. La plaza está rodeada de atractivos edificios coloniales, casonas y patios. En el centro de la plaza se levanta una estatua en su honor y es un excelente lugar para relajarse por las tardes mientras se disfruta de una nieve de frutas o un ate local.

La Plaza Chica, también llamada Plaza Bocanegra se encuentra dos cuadras al norte de la Plaza Quiroga. En una de sus esquinas está la Biblioteca Gertrudis Bocanegra, la cual tiene un impresionante mural de Juan O’Gorman. En la esquina contraria está el mercado, cuyos puestos abren de 9 de la mañana a 5 de la tarde todos los días y es una excelente opción para comprar fruta y verdura fresca y comer comida callejera.

La plaza principal o De Quiroga. Foto: Wikimedia Commons.
La plaza principal o De Quiroga. Foto: Wikimedia Commons.

Al este de las plazas se encuentra La Casa de los Once Patios, un antiguo convento que ahora alberga una serie de talleres de artesanos que se pueden ver trabajar y comprar artesanía local. Junto a la Casa, se encuentra la Iglesia del Sagrario, construida en 1603, y la cual debido a su apariencia antigua y sus hermosos arcos laterales es una parada obligatoria.

Al caminar hacia el norte está el Museo de Artes Populares, ubicado en lo que alguna vez fue el Colegio de San Nicolás Obispo, fundado por Vasco de Quiroga, es un excelente lugar para ver una colección de arte indígena, entre la que destacan textiles, trabajos en madera y jícaras.

Finalmente está la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, la principal Iglesia de Pátzcuaro, donde se encuentra enterrado Vasco de Quiroga. Mucha gente visita la Iglesia para dejar ofrendas a la Virgen de la Salud, quien –se dice– hace milagros.

Para comer, el lugar cuenta con muchas opciones únicas para disfrutar buena comida con grandes toques indígenas, como la famosa sopa tarasca (de tortilla, queso y salsa de jitomate), los pollos placeros, tamales tarascos y los famosos charales y pescados blancos, únicos del Lago de Pátzcuaro. Para un postre se recomienda probar el ate local o la famosa nieve de pasta, hecha a base de leche almendras y miel.

EL LAGO

Los pescadores del Lago de Pátzcuaro en la actualidad tienen poca probabilidad de vivir de esta actividad. Foto: Cuartoscuro
Los pescadores del Lago de Pátzcuaro en la actualidad tienen poca probabilidad de vivir de esta actividad.
Foto: Cuartoscuro

A tres kilómetros del centro está el Lago de Pátzcuaro, rodeado de volcanes. En sus orillas se encuentran varios pueblos, entre los que destaca Tzintzuntzan, la antigua capital del imperio purépecha. A sólo 25 minutos de Pátzcuaro, vale la pena ir y visitar las ruinas de la ciudad, con sus vistas al lago y su únicas yacatas, cinco pirámides semicirculares; además del Monasterio de San Francisco, construido con piedras obtenidas de la zona arqueológica por los españoles.

En el lago hay seis islas principales, como Yunuen, Pacanda y la mucho más famosa Janitzio. Desde los embarcaderos de Pátzcuaro se toma una lancha que lleva por el lago, donde se puede admirar a los pescadores con sus redes de mariposa hasta llegar a la isla.

Ya en tierra, caminar por las empinadas calles visitando tiendas de artesanías, restaurantes con comida tradicional y recuerdos. Para obtener excelentes vistas del lago y sus alrededores, sube la estatua de Jose María Morelos, ubicada en la parte más alta de Janitzio, que cuenta con un mirador en su parte más alta, a 50 metros de altura.

DÍA DE MUERTOS

Una ofrenda en la comunidad de Santa María Trinidad Arocutin, uno de los pueblos purépechas en la periferia de Pátzcuaro y Janitzio. Foto: Cuartoscuro
Una ofrenda en la comunidad de Santa María Trinidad Arocutin, uno de los pueblos purépechas en la periferia de Pátzcuaro y Janitzio.
Foto: Cuartoscuro

Una de las épocas más especiales para visitar Pátzcuaro, es durante las ceremonias y actividades del Día de Muertos. Entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre, gente de todo el mundo visita la región para observar las tradiciones locales que tienes sus raíces desde tiempos prehispánicos, en donde los vivos y los muertos se reúnen en un ambiente de fiesta, recuerdos y ofrendas, todo enmarcado por los colores y olores del cempasúchil, velas y comida.

Janitzio es uno de los principales destinos para los visitantes, con un festival de bailes, música y canciones. Debido a la cantidad de gente que visita, se hacen largas filas en el embarcadero para cruzar a la isla. Si se prefiere una experiencia algo menos turística y abarrotada, el cementerio de Tzintzuntzan o Ihuatzio son buenas alternativas. En Cucuchucho hay un cementerio más pequeño pero que tampoco atrae tantos turistas.

¿DÓNDE DORMIR?

Hacienda Ucazanaztacua

Foto: Hacienda Ucazanaztacua
Foto: Hacienda Ucazanaztacua

Si se busca tranquilidad y lujo, el Hotel Boutique Hacienda Ucazanaztacua es la opción, el cual se encuentra ubicado en la aldea de pescadores Ucazanaztacua en la orilla del lago de Pátzcuaro, a 10 minutos de la zona arqueológica de Tzintzuntzan y 20 kilómetros del pueblo.

El hotel ofrece actividades como caminatas, cabalgatas, visitas guiadas con artesanos locales y viajes en lancha. Es imperdible probar la comida del restaurant “Las Delicias de María Antonieta” sobre todo su requesón al aceite de oliva y epazote, su tradicional putzuti de pollo (un caldo de chile guajillo) y la paella.

Portón del Cielo

Foto: Hotel Portón del Cielo
Foto: Hotel Portón del Cielo

Si prefiere hospedaje en el pueblo y aún así tener vistas al lago, hay que visitar el Hotel portón del Cielo, que se encuentra a las orillas de la ciudad, a 10 minutos caminando de la Plaza Vasco de Quiroga, pero al estar situado en la cima de un cerro, presenta espectaculares vistas al valle y el lago con sus islas.

Cuenta con 15 habitaciones, todas nombradas por pájaros, cómo las suites Quetzal, Gaviota o Cardenal.

El hotel cuenta con estacionamiento; sala de juegos con billar, futbolito y de mesa; lobby con terraza con vista panorámica y con su restaurante Paraíso, donde se puede disfrutar de buena comida y buena compañía.

Posada Yolihuani

Foto: Posada Yolihuani
Foto: Posada Yolihuani

Otra opción es quedarse en pleno centro de Pátzcuaro, a sólo una cuadra de la Plaza Vasco de Quiroga y de la Casa de los Once Patios. Este hotel tiene un ambiente rural, para hacer sentir que estás en el campo, pero no privado de comodidades, ya que cuenta con restaurante, biblioteca, películas, internet y varios patios y jardines.

El hotel tiene una ubicación ideal para explorar el pueblo sin necesidad de utilizar tu auto, y cuenta con varios servicios para hacer tu estancia más placentera. Puedes desayunar en sus galerías, pasillos, o patios y jardines; disfrutar de su pastelería y sus jugos naturales o aprovechar sus excursiones a lugares como el mirador Estribo, las comunidades alrededor del lago e incluso a lugares cómo el lago de Zirahuén o el volcán Paricutín.

Información Práctica

  • Cómo llegar: Pátzcuaro se ubica en la región de los lagos del Norte de Michoacán, a 356 km de la Ciudad de México, 348 km de Guadalajara y a 53 km de Morelia. Es fácil llegar en auto desde estas ciudades. Hay también corridas de autobuses cada 20-30 minutos desde la ciudad de Morelia.
  • Qué llevar: Pátzcuaro se encuentra a una altura de 2 mil 200 metros sobre el nivel del mar (la misma que la Ciudad de México) por lo que es importante traer ropa caliente para las noches, principalmente en invierno. La temporada de lluvias es de mayo a septiembre, por lo que un paraguas o impermeable no estaría fuera de lugar.

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