Ohio y su efecto determinante en las elecciones estadunidenses

04/11/2012 - 1:55 pm

Chicago, 4 Nov (Notimex).- Una combinación matemática coloca nuevamente a Ohio, un estado de 11.5 millones de habitantes ubicado en la región del Medio Oeste, con el poder suficiente para determinar quien será el presidente estadunidense en los próximos cuatro años.

La situación se envuelve en el suspenso si se adhiere la historia de esta entidad de obreros y clase media, que en los últimos 50 años ha desempeñado el papel del gran elector con la frase “Ningún candidato ha ganado la Presidencia de Estados Unidos sin Ohio”.

El estado contribuye sólo con 18 votos al Colegio Electoral, sin embargo, de acuerdo con ecuaciones difundidas por especialistas, se convierten en indispensables en los resultados que obtendrían los dos candidatos, el demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Romney, para definir al ganador de las elecciones de este martes.

Es un complejo sistema de elección como el que existe en este país, el triunfo lo alcanza el primer candidato que logra obtener 270 votos del Colegio Electoral.

Es decir, una mayoría simple de un total de 538, de los cuáles Obama ha reunido 237 y Romney 206 debido a las entidades que anticipadamente tienen definido su voto.

Ocho estados indecisos, llamados “columpio” porque oscilan de una preferencia a otra en elecciones, determinan este 6 de noviembre al ganador, pero en cualquier combinación los dos candidatos necesitan de Ohio para lograr la Presidencia estadunidense.

De ahí las continuas visitas de campaña al estado realizadas por los aspirantes y sus candidatos a vicepresidentes, así como los elevados fondos que ambos han invertido en anuncios de radio y televisión, lo que convirtió la contienda en este territorio en una fuerte batalla mediática, según el rotativo The Wall Street Journal.

Ohio votó por Obama en 2008 y durante su gobierno registró una recuperación económica, en especial por el programa de rescate de la industria automotriz.

Actualmente reporta una tasa de desempleo del 7.0 por ciento, cifra menor a la nacional (de 7.9 por ciento de la Población Económicamente Activa), apuntan reportes locales.

Esto podría ser elemento suficiente para dar certeza a un voto por Obama, sin embargo, en cuatro años el 52 por ciento de votantes que lo llevaron al triunfo se ha reducido a un 46 por ciento que aprueba su desempeño como presidente, y mantiene sólo dos puntos de ventaja frente a Romney, de acuerdo con los últimos sondeos.

Los estados asegurados por uno y otro partido no otorgan la victoria a ningún candidato, pero sí lo hace una combinación de Ohio con cualquiera de las otras siete entidades “columpio”.

Por ejemplo, si Obama gana los tres estados indecisos del Medio Oeste, incluyendo Wisconsinn y Iowa, obtiene la reelección.

Pero si Romney le arrebata Ohio, automáticamente se convertiría en el presidente de Estados Unidos, a pesar de su desventaja de 31 votos, debido a que lleva preferencia en otros estados, incluyendo uno tan codiciado como Florida, destacan los analistas.

Ohio, cuyo nombre significa en lengua nativa “Gran Río”, está ubicado en la región de Los Grandes Lagos, y compuesto en más del 82 por ciento de anglosajones, 12.2 por ciento de afroestadunidense y 3.1 por ciento de hispanos, la mayoría de ellos mexicanos.

Su indefinición política se debe a la mezcla de áreas urbanas y rurales, donde su composición industrial, comercial y agrícola mantiene un equilibrio entre la población conservadora y la liberal.

El último candidato que llegó a la Casa Blanca sin la influencia del estado medio occidental fue el demócrata John F. Kennedy, en 1960. En 1992 y 1996 Ohio respaldo al demócrata Bill Clinton, sin embargo, le concedió el triunfo a George W. Bush sobre Al Gore en la siguiente elección, en 2000.

En 2004 los sondeos apuntaban hacia una preferencia mayor por el demócrata John Kerry, pero sus electores le otorgaron nuevamente la presidencia a Bush por un estrecho margen de dos puntos porcentuales y más de 136 mil votos, pese a las acusaciones de fraude en el voto electrónico.

No obstante, pese al lugar privilegiado que mantiene Ohio en estas elecciones, se estima que el proceso electoral del 6 de noviembre no será fácil en el estado, principalmente por complicaciones no resueltas para la emisión de sufragios que anticipan problemas, incluso legales.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video