Educación y dominación

04/10/2014 - 12:01 am

La minusvalía de la educación que promovió la Directora del Instituto Politécnico Nacional, Dra. Yoloxóchitl Bustamante, fue aprobada de madrugada, en una maniobra oscura y reprobable en más de un sentido.

Sin que se trate de un ejemplo aislado en México, su propuesta evidenció el rumbo que busca al “modernizar” el Reglamento Interno y la academia del IPN: imponer a la comunidad politécnica, desde el nivel medio-superior hasta el Consejo General Consultivo. La nueva normatividad es contraria a la vocación original de cualquier plantel educativo: el desarrollo del alumnado en lo personal, social y profesional. Los cambios apuntan en dirección opuesta, de ahí surge la protesta de la comunidad politécnica.

A decir de las opiniones más autorizadas, la educación es la única posibilidad que tiene México de salir adelante. Eso no inquieta a los poderes fácticos. A lo que sí se oponen es a una educación que promueva la conciencia; todo lo demás está bien: que aprendamos técnicas, fechas, fórmulas, pero no que aprendamos a pensar.

El pensamiento crítico discierne con base en el conocimiento y la lógica científica, detecta lo que está mal y encuentra cómo hacer que esté bien. Lo contrario, los dogmas, esclavizan. Esto conviene a religiones y gobiernos y lo usan: no entender, sólo aceptar. Pero tarde o temprano los dogmas caen.

A quienes ostentan el poder les conviene una sociedad con miedo, pobreza e ignorancia, ¿no se nota? Así como durante la revolución mexicana operaban en secreto varios países, creo que hoy en día algo tienen que ver en la des-educación del país. Me explico:

La doctora Yoloxóchitl Bustamante se justificó diciendo que el país está en una etapa de grandes reformas y que el IPN debe estar “a tono” con la Reforma Educativa recién aprobada. Entre líneas podemos leer que sus enmiendas están encaminadas a revertir el proyecto original del General Lázaro Cárdenas (“La técnica al servicio de la patria”), fundador del IPN, y de paso el resto de las Reformas. Los cambios que busca la Dra. Bustamante apuntan a favorecer a los intereses del capital extranjero. ¿O a quién le conviene, si no, la minusvalía de la educación que vemos en México?

El caso es doblemente grave, por la imposición dictatorial y el deterioro de la educación. La primera es una renuncia, sobre todo en un plantel universitario, a la libertad de desarrollo, de conocimiento y de participación; la segunda marca una tendencia entreguista a las empresas extranjeras al formar técnicos para que se integren a los procesos productivos a bajo costo, en vez de jóvenes capacitados para investigar e inventar.

La Directora ya perdió la credibilidad y el apoyo de la comunidad politécnica, factor  indispensable para conducir los destinos del Politécnico Nacional. Su renuncia fue inevitable, la anunció ayer el Secretario de Gobernación Osorio Chong. Dijo también que  instruyó a la Secretaría de Educación Pública para que se prohíban las pensiones vitalicias de los ex-directores del Instituto y se cancelan los cambios a los planes de estudio.

Bien por los politécnicos, que levantaron su voz e hicieron valer la razón. Al manifestarse en paz han ganado, además de justicia, el respeto de la opinión pública. Sus logros son de todos, porque contribuyen a la verdadera educación en México. Bien por ellos.

en Sinembargo al Aire

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