Derrick Rose, un atleta que tiene paralizada a la NBA con su regreso tras un año de ausencia

04/10/2013 - 12:30 am
Foto: adidas.com
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Ciudad de México, 4 de octubre (SinEmbargo).– La lesión de Derrick Rose (Chicago, 1988) provocó una estruendosa ola mediática en los Estados Unidos. Conforme se avanzaba en su recuperación, los Chicago Bulls se enfilaban directo a los Playoffs de la NBA con la ilusión de verlo en acción en el momento serio de competencia. Rose estuvo listo pero no jugó. Cada semana, las preguntas y especulaciones sobre su vuelta inundaban el campamento de un equipo que intentaba plantearle dificultades al superlativo Miami Heat. La manera de tratar el problema, mostró la filosofía compartida entre jugador e institución.

Chicago sufrió una recaída notable cuando la dinastía comandada por Phil Jackson llegó a su fin. Atrás quedaron seis campeonatos inolvidables de la mano del más grande jugador de todos los tiempos Michael Jordan y compañía. Ver a los Bulls era un espectáculo. El cambio generacional trajo consigo tiempos donde había que aguantar una estampida dura para las emociones de los fans acostumbrados a celebrar. Cuando Derrick Rose arribó a la NBA, cumplió con el simbolismo de haber nacido en tierra de Jordan. El base se alimentó de ese espíritu ganador que iluminó a la ciudad.

“Tuve que ser egoísta. Nadie iba a estar ahí si recaía”, declaró Rose sobre su decisión de no aparecer en los últimos Playoffs. Un equipo que ha sabido hacerse de talento joven por muchos años, tuvo la paciencia para aguantar a su figura. El “MVP” más joven en la historia de la NBA, vio cómo su equipo quedaba fuera de las finales a manos de Lebron James y compañía. El regreso de Rose alcanzó para que Adidas hiciera toda una campaña. La confianza de un tipo que sabe perfectamente las habilidades que tiene, no le impide sentirse el mejor. A la par de la ilusión que despierta Miami, la vuelta de la estrella de Chicago, es lo más esperado.

Foto: nba.com
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Días después de la presentación ante los medios de todas las franquicias, la camiseta de Rose fue la segunda más vendida, solo por detrás de Lebron James. Impregnado de la estela que provocó Jordan, el reto de llevar a los Bulls a su séptimo campeonato, es lo único que Derrick tiene en la mente. “Quiero construir mi legado”, dejó claro el pasado verano cuando realizó giras por distintas partes del mundo. Los amantes del basquetbol recuerdan aun el dolor de ese base de sobradas condiciones, tirado en la duele del mítico United Center. Una ciudad entera ansía verlo correr.

Los analistas creen que es cuestión de tiempo para que Chicago vuelva a ganar un campeonato. El regreso de Derrick Rose, que hoy cumple 25 años, ha provocado que las expectativas sobre un posible éxito de los Bulls incrementen de manera notable. Ante las dudas sobre una recaída, Rose ha dejado claro que está recuperado al cien por ciento. El equipo que hasta hace un tiempo era una dinastía, tiene claro que la paciencia es clave para el éxito deportivo. El United Center se vuelve a revestir con el viejo anhelo de celebración. Todo de la mano de Rose.

Pacientes en un deporte donde la velocidad con la que se juega sobresale, el calendario ha puesto a Chicago frente a Miami en el partido de apertura. Sin mucho tiempo para volver a empezar, confiado en lo que tiene por naturaleza, Derrick Rose se planta como líder de un equipo joven al que le llega la hora de consolidarse. Tras no ver acción durante toda la temporada pasada, el letargo ha terminado para la gente de Chicago. El jersey “1” vuelve con la misma confianza en sí mismo mientras millones esperan que su físico responda a las expectativas.

Foto: Twitter
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