Ciudad de México, 4 de agosto (SinEmbargo).– Hace poco más de un año, Leyla Guadalupe Acedo Ung comenzó detectar que su ambiente y dinámica de trabajo comenzaron a cambiar, para mal: le arrebataron su cubículo, le pidieron identificarse en público como una investigadora externa, la movieron de su puesto, sufrió violencia laboral por parte de algunos de sus compañeros de trabajo y todo, contó a SinEmbargo, porque defendió lo que creyó justo.

Tuvieron que pasar muchos años para convertirse en la profesional con el perfil que tiene actualmente y ser convocada a formar parte del Instituto Nacional Electoral (INE). Pero aquel proyecto de crecimiento profesional se vio afectado cuando su jefe la hostigó de forma sexual y laboral, denunció.

El primer episodio ocurrió a finales de junio de 2014. Su empleador le escribió un mensaje de texto diciendo: “Oye Leyla, desde algunos días me he preguntado qué será de nuestro futuro, ojalá después pueda explicarte a qué me refiero concretamente. Aunque seguramente te lo imaginas”.

La doctora Acedo Ung, quien es experta en temas de mujeres y su papel en la democracia, dijo que llamó una de sus colegas especializada en violencia y con su asesoría respondió:”Pues si te refieres a lo que pienso: sacar adelante la decisión que hemos tomado, que es pertenecer al INE, es muy buena oportunidad para lograr cambios. Cualquier otra variación sobre el tema de nuestro futuro sí me molesta”. También pidió que su jefe se disculpara.

Ahora bien, hasta el 1 de mayo de este año, Leyla era asesora de José Roberto Ruiz Saldaña, Consejero Electoral del INE, su jefe y a quien ella ha señalado como agresor. Pero le notificaron que no seguiría más trabajando ahí.

Su despido llegó de forma imprevista y no duda que estén relacionados con episodios de violencia.

La mujer informó que tras los hecho se apegó al Protocolo para prevenir, atender y sancionar el hostigamiento y acoso sexual o laboral del Instituto Nacional Electoral; interpuso una denuncia interna ante la Unidad de Género del organismo; hay una investigación previa por la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA); levantó una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y le informó de las situación a los consejeros.

Pero hasta hace unas horas, ningún funcionario del INE, incluyendo a los consejeros electorales, le ha asistido o si quiera preguntado sobre su situación.

“Es un silencio total de todo el instituto, y eso me preocupa”, dijo. Por tal motivo, a pesar del miedo que le ha provocado la situación, este día hace públicos los hechos, con el objetivo de garantizar la no repetición de los hechos. Cabe destacar que hace unas horas, el INE difundió un comunicado que ya atiende la inconformidad y que el propio Consejero ha solicitado agotar todas las investigaciones. Sin embargo, no dijo que se ausentará para que se realicen las pesquisas.

–¿Nadie del INE te ha llamado para saber lo que pasó? -se le preguntó a la ex funcionaria.

–No. No lo había hecho hasta hace unas horas ninguna pronunciación al respecto. Si no hubiera emitido su postura estaría incurriendo en violencia institucional.

–¿Pide la renuncia del Consejero Ruiz Saldaña?

–No, yo no la estoy pidiendo así porque sé lo delicado de este asunto. Mi cometido no es ese. Mi intención es exponer los hechos para que se vea que puede haber una posible repetición del caso. Que se ponga un ojo. Y que se dé una posible solución.

–Menciones que no quieres que el caso se desvíe a un asunto político, ¿por qué razón?

–Yo sopesé la situación de denunciar. Cuando salí del INE yo ni siquiera quería ir a cobrar. Estaba atravesando un proceso de recuperación. Pero comencé a pensar en mi situación y en las situaciones que se deben dar en otros lugares día con día con los hombres de poder. Es indignante que pase este tipo de situaciones en instituciones que se encargan de velar y resguardar los derechos democráticos de los ciudadanos. Que expongan estas situaciones pero que también le den prioridad a los derechos laborales de sus trabajadores.

–¿Cuál sería el castigo para el Consejero?

–Desafortunadamente el protocolo no tiene una línea específica para el personal de confianza. Como si este tipo de trabajadores no estuvieran expuestos a la violencia laboral. Lo que pido en la renuncia es la garantía de la no repetición del caso, así lo puse en la denuncia porque precisamente sé el contexto en el que se mueve. Supongo que habrá una embestida política, pero eso no me importa.

–¿Por qué hasta ahora y no antes?

–Es una congruencia como mujer, activista y profesional es exponer el asunto cuando yo me sintiera lista, y no cuando el INE se encontraba en una coyuntura mediana para recibirme.

Luego del primer incidente, Leyla Acedo habló con José Roberto Ruiz Saldaña y acordaron que ella seguiría trabajando para el INE con la condición que fuera en un ambiente de paz. El Consejero aceptó y le dijo que ella era indicada para el puesto.

Meses después, de acuerdo con lo que se estipula en la denuncia interpuesta a la Unidad de Género, Ruiz Saldaña siguió con el acoso, proponiéndole a su asesora procrear.

Luego, comenzó con violencia laboral. En primer lugar la dinámica de trabajo cambio en cuanto a la comunicación, pues Ruiz no siempre se dirigía de forma directa con Leyla, sino por medio de otros funcionarios; luego se le mandó a trabajar a casa y le fue quitado su cubículo, así lo demuestra el documento firmado por ambas partes, el cual este medio tiene copia.

Para octubre, la investigadora acudió a un evento oficial en la Universidad de Xalapa, pero al cual se le pidió que no se presentara como funcionaria del INE, sino como una asesora externa, a pesar que el organismo electoral cubrió los gastos y existía una condición laboral formal.

Para marzo de 2015 Acedo Ung acudió a otro evento en Tabasco, relacionado como mujeres y la vida democrática -tema donde es experta-, pero le dio intrucción que no se presentara como parte del INE, incluso en la invitación que difundió el gobierno de esa entidad la refirió como pereteneciente al Colegio de Sonora (COLSON).

La situación, de acuerdo con sus palabras y la denuncia, terminó con su no renovación de contrato el pasado 1 de mayo. Su coordinador, quien entonces era Raúl Becerra Bravo le notificó el despido y le dijo: “Yo no sé qué pasaría entre tú y el Consejero”.

Leyla Guadalupe Acedo Ung detalló que siempre quisieron hostigarla para que ella se fuera. Inclusive sus compañeros la excluyeron. “Los mismos compañeros decían: algo hizo ésta que no queremos que nos suceda”, contó la ex trabajadora del INE.

-¿Qué piensa sobre la inaación del INE sobre su caso?

-Que no protege a sus trabajadores. Yo entiendo que es por los tiempos, pero se me hace completamente injusto. Ahora resulta que las mujeres nos tenemos que esperar para que nos puedan atender con la denuncia.

EL INE PROMETE INVESTIGAR

El INE informó que el pasado 28 de julio fue cuando se presentó la denuncia ante Unidad de Equidad de Género del INE en contra del miembro su Consejo, por lo que aseguró que la institución atiende “dicha inconformidad bajo la normatividad vigente para su resolución respetando las vías y tiempos establecidos”.

En un comunicado de prensa dijo que el Instituto agotará todas las investigaciones para que la situación sea aclarada a la brevedad, “tal y como el propio Consejero Ruiz Saldaña lo ha solicitado”.

Así mismo, el órgano electoral dio a conocer que  la denunciante presentó su renuncia al instituto desde el pasado 1 de mayo, por lo que fue su liquidada y recibió sus incentivos correspondientes al mes de julio.

Leyla Guadalupe Acedo Ung  criticó el hecho que el INE haya respondido hasta este día, justo antes que ella diera una conferencia de prensa en Sonora, entidad donde radica.

“Es difícil ser juez y parte, lo digo por el propio consejero quien ha solicitado que así se aclare pero quien no ha dicho si se ausenta para hacer las investigaciones correspondientes. La verdad pensé que mi solicitud iba a ser más firme en este proceso”, dijo.

La ex funcionaria del INE agregó que por congruencia institucional se debe pedir al menos un ausencia del cargo al Consejero.