¿Qué pasa con los articulistas y columnistas?

04/06/2013 - 12:00 am

Jefes Zepeda y Páez,

No recuerdo quién de los articulistas de Siempre, que leíamos con avidez allá por los primeros 60s, empezaba sus articulos con la frase “Jefe Pagés”. A mi, con menos de 20 años de edad, me repateaba esa frase porque la sentía sumisa y oportunista. Han pasado los años y entiendo que en el periodismo hay “jefes” y hay “patrones”, y patrón cualquier pendejo con chequera disponible lo puede ser, pero ser Jefe, sólo los que se lo han ganado a pulso. Por eso encabezo hoy a ellos esta opinion.

El caso de los jóvenes desaparecidos ha sido tratado prácticamente por la mayoría, cuando no por todas las plumas mas leídas de la prensa del Distrito Federal y muchos artículos son verdaderamente lastimosos. Un alto porcentaje inicia su análisis con una premisa “Los 11 o 12 jóvenes fueron privados de la libertad en un bar de la Zona Rosa entre las nueve y las doce de la mañana del domingo 26 de mayo”.

Los encabezados de los medios el día 29 de mayo fueron: “Desaparecen 17 jóvenes en antro: Al menos 17 jóvenes, la mayoría de Tepito, desaparecieron las primeras horas del domingo, luego de que presuntamente un grupo armado de hombres vestidos de negro y cubiertos con paliacates ingresó a un afterhour localizado en el 27 de Lancaster casi esquina con Hamburgo, en la colonia Juárez, a cuatro calles de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal”. (Excelsior, 29 de mayo de 2013)

Las fuentes: un mensaje de Facebook que decía “Necesitamos d todos ustedes!!!! El domingo pasado a las 10am llego un grupo armado y kn paliakate a un antro llamado HEAVEN dl lugar se llevaron a 15 personas amigos y amigas!!! Asta ahorita no los nkntramos y las autoridads no ns dn respuesta d nada… El día d hoy (ayer, martes) cerraremos el EJE UNO A LA ALTURA D JESUS KARRANZA A LAS 6PM!!!! Ayudanos a levantar la voz t esperams podria ser un familiar tuyo!!!! korre la voz!!!! (sic)”; y el decir de un vendedor de una de las esquinas de Hamburgo: “El domingo sí hubo un desmadre. Llegaron carros y gritaron, pero como siempre hay chavos borrachos, orinándose en la calle o se meten de manera prepotente en sentido contrario, pensamos que era normal”.

Pastrana, un finado periodista, amigo del tío de Páez acá en la frontera, pontificaba en los cafés de la época: “En la nota roja, gana el que se le acerca a la verdad, no el que confirma la fuente, el lector quiere saber que lo que se imagina que fueron los hechos. No le interesa un análisis científico de la realidad, el morbo esta ligado al instinto de conservación y no a la búsqueda del conocimiento, así que a suponer lógicamente y a escribir lo que pasó, pendejos, si se equivocan, aclaramos pero ya estaremos en otro escándalo”. Esa puede ser la lógica mediática de las noticias de ese día, pero no la base para las decenas de artículos escritos por analistas profesionales.

Repasemos algunos datos en un ejercicio básico de análisis de la información. “El domingo pasado a las 10am llego un grupo armado y kn paliakate a un antro…” de la Zona Rosa. Todo hecho sucede en determinadas circunstancias de “modo, tiempo y lugar”. Modo: grupo armado detienen 17 jóvenes; tiempo: entre las 9 y las 12 del domingo 26 de mayo; lugar: un antro llamado Heaven.

Preguntas para el análisis. ¿Cuántos hombres armados se necesitaban?: al menos unos diez; ¿Cuánto tiempo requerían para controlar a 17 jóvenes?: por lo menos cinco minutos; ¿Cuántos vehículos se necesitarían?: de tres por vehículo, más dos guardias y un chófer, son mínimo cinco Suburbans; ¿Cuántos gritos se escucharían? (Porque los que hubo fueron los usuales según el vendedor); ¿Por dónde llegaron los vehículos? (Ya que ahí se meten en sentido contrario, según el mismo vendedor); ¿Cuántos hombres armados traían paliacates y cuántos traían el rostro descubierto?; ¿Quién los vio ademas vestidos de negro? (Porque en Facebook sólo habla de paliacates); ¿Golpearon a algún joven cuando los estaban subiendo a los vehículos o ninguno opuso resistencia?; ¿Cuántos posibles testigos debían haber presenciado algo? (Porque para estacionarse en ese lugar durante cinco minutos, cinco suburbans seguidas llaman la atención de cualquier persona); ¿Cuántos testigos presenciales hay?

Cuando se tengan las respuestas y sólo entonces, puede tenerse por cierto que esos hechos sucedieron, tal cual lo dice la fuente, y sólo entonces puedes empezar a analizar las posibles causas del suceso.

Hoy, las autoridades todavía no se animan a decir claramente que “el levantón no sucedió ahí”, y que se han perdido horas preciosas para investigar otros posibles escenarios, porque todos los medios quieren que los hechos hayan sido los que ellos escribieron como ciertos, y los políticos le temen a los medios mas que a los ciudadanos. Hasta la señora Wallace ya acusa de inútiles a las policías investigadoras capitalinas.

Yo veo un hecho incontrovertible: que los jóvenes al parecer salieron el sábado y no regresaron, ni han regresado a sus hogares, ni se han comunicado con sus gentes. Ese es el único hecho que soporta las preguntas de modo tiempo y lugar. Y sobre ese único hecho se pueden realizar múltiples análisis, serios, profundos, importantes, sin fortalecer un distractor, Lo que veo es que se ha editorializado con la lógica de Pastrana pero él se refería a la nota roja, no a los articulistas.

La desaparición de 11 o 17 jóvenes es lo suficientemente grave para alzar la voz.  Se presume que es una desaparición forzada, pero no sabemos casi nada de lo importante. ¿Dónde?, ¿cuándo?, ¿cómo?, pues a partir de las respuestas se deriva la obligación del órgano competente. Ahora como siempre los policías quieren que los familiares y amigos les digan el porqué, cuando ese es su trabajo, su obligación. Es injusto que después de enfrentar la perdida de un hijo, una mujer todavía sea enlodada porque su esposo está en la cárcel, si no se está juzgando al esposo, se está buscando al hijo.

Jefes Zepeda y Páez,

Esperemos que tanta pluma veloz, no vaya a reeditar la teoría del sexenio pasado totalmente discriminatoria e inhumana, según la cual las desapariciones y homicidios contra delincuentes no eran delitos que merecieran la atención de las autoridades. Porque de esa premisa venían muchas otras fatales y que pueden acercarnos a la historia de un genocidio. La víctima andaba en malos pasos, luego la víctima es delincuente, luego no merece nuestra atención. “¿Y cómo sabe que andaba en malos pasos?: porque hay ese rumor, y usted sabe cuando el rió suena es que agua lleva”.

Y así, de supuesto en supuesto surge la impunidad. Por ejemplo, en Juárez se cometieron unos 11 mil homicidios impunes en cinco años, que no merecieron la atención de las autoridades, lo que trasladando el escenario a el Distrito Federal y zona metropolitana deberán de sufrir de unos 160 mil homicidios entre 2014 y 2019. Por eso desde acá les suplico mayor seriedad y cuidado con los demonios que sueltan, porque la guerra entre los cárteles de “Tepito” y “La Unión” (si es que existe) no es un clásico del futbol.

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.
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