Hace siete años Alfredo Jiménez Mota, reportero especializado en temas de seguridad de El Imparcial, diario de Hermosillo, Sonora, se despidió de su redacción después de escribir las notas del día. Salió rumbo al modesto departamento que rentaba en el boulevard Luis Encinas y se preparó para ver, entre las 21:30 y 23:00 horas, a un contacto que le llamó durante el día y que, según confió a sus amigos, estaba nervioso.
Fue un sábado 2 de abril de 2005 la última vez que se supo de Alfredo. Después, sobrevino la búsqueda, el 4 de abril, cuando no hubo noticias de él en esa casa editorial. La espera de alguna llamada, la visita a hospitales y comandancias, hurgar en las listas de la Cruz Roja. Quizás estaba ahí entre los nombres anotados en las bitácoras de los socorristas. No había nada.
El martes 5 de abril, los padres del reportero, Alfredo Jiménez Hernández y Esperanza Mota Martínez, acudieron a las instalaciones del diario para declarar desaparecido a su hijo. Oficialmente empezaban las investigaciones.
DOS GOBERNADORES DOS PRESIDENTES OMISOS
En un inicio la investigación estuvo en manos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) bajo el mando en ese momento de Abel Murrieta Gutiérrez. Luego la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) atrajo el caso y se desprendieron 11 líneas de investigación.
Vicente Fox Quezada, en ese entonces Presidente de la República, se tomó la foto ese mismo año con los papás de Alfredo y les prometió que resolvería el caso.
Luego, en 2006, llegó al poder Felipe Calderón Hinojosa, pero a pocos meses de que concluya su administración, no hay ningún sentenciado ni culpable tras las rejas por la desaparición de Alfredo.
Su paradero aún es un misterio que un supuesto testigo, Saúl García Gaxiola, intentó develar a través de una carta que le fue entregada a Eduardo Bours Castelo en 2008, cuando aún era gobernador del estado de Sonora, donde daba los pormenores del secuestro, asesinato y paradero de Alfredo.
En este documento involucraba Eduardo Bours Castelo y al aparato de justicia estatal, como al procurador priísta (en ese entonces) Abel Murrieta en complicidad con narcotraficantes.
Fue el propio Eduardo Bours quien habló de ella a los medios de comunicación y se deslindó de la misiva. Sobre la carta, el periodista José Reveles, en su libro El Cártel Incómodo: El fin de los Beltrán Leyva y la Hegemonía del Chapo Guzmán, escribe:
“Desgraciadamente, el original de la remembranza se perdió como ha sucedido tantas otras veces con documentos fundamentales, en los vericuetos y laberintos de la burocracia y la corrupción; vale aquí decir que quien se encargaba de la investigación, el subprocurador Noé Ramírez Mandujano, hoy está preso por apoyar a diversos narcotraficantes”.
En ese libro, Reveles publica dos informes que atribuye al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), a los cuales, asegura, Alfredo Jiménez tuvo acceso para fundamentar algunos de sus reportajes sobre narcotráfico en Sonora.
En estos documentos, uno de ellos fechados el 5 de diciembre de 2003 y el otro el 26 de agosto de 2004, se acusa a Roberto Tapia Chan, ex Director de la Policía Estatal Preventiva de Sonora y al Ex procurador del Estado, Abel Murrieta Gutiérrez, así como a Ricardo Robinson Bours Castelo, hermano del ex gobernador Eduardo Bours, de bridar protección a bandas de narcotraficantes en la entidad.
El autor José Reveles finaliza su libro con estos anexos y subraya: “Como una aportación documental que debiera servir para el esclarecimiento de la desaparición forzada del joven periodista Alfredo Jiménez Mota, de El Imparcial de Hermosillo, hace ya un lustro, se reproducen aquí dos análisis provenientes de fuentes oficiales en los que el reportero se apoyó para escribir sus reportajes en enero de 2005, causa probable de su secuestro unas semanas después”.
El libro de Reveles se publicó en 2010, pero el caso de Alfredo Jiménez, sigue sin resolverse.
En Sonora, en 2009, arribó al poder el Partido Acción Nacional (PAN) con Guillermo Padrés Elías. El nuevo gobernante dejó en su cargo como procurador de Justicia a Abel Murrieta por tres años más.
Finalmente, Murrieta Gutiérrez renunció a su cargo en enero de este año como procurador (después de ocho años, seis como priísta y dos como panista) y se registró como precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para contender por el Distrito XVI de Ciudad Obregón, Sonora por una diputación local.
Mientras tanto, los padres de Alfredo Jiménez siguen clamando justicia. Justo ayer cumplidos los siete años de la desaparición, El Imparcial publicó que desde 2007 la SIEDO se olvidó del caso.
“Queremos que nos hablen con la verdad, si fue gente del Estado, del narcotráfico o ajena a esas personas, ya no pierden nada, lo que deseamos es descansar, saber qué fue de él, porque hasta ahora no tenemos nada, estamos como al principio y eso nos mantiene con una leve esperanza de encontrarlo con vida y eso es dañino, dado a que no sabemos si es así”, declaró Alfredo Jiménez Hernández al diario.