Los sueños sangran

04/03/2015 - 5:45 pm

I
A los 17 me fui de casa sin motivo aparente   Una tarde calurosa pero nublada tomé un libro   mi chaqueta de piel un sombrero y no volví más   Algo buscaba y no sabía qué era   sin embargo sabía cómo conseguirlo   Al poco tiempo comencé a vivir con una chica de 24   en ella y no con ella fui consciente del amor y descubrí la miseria que es encontrarse solo al final de un camino estrecho   fangoso   Luego ella se fue o se quedó   Viví un tiempo en la calle   no mucho cuatro semanas tal vez   Me gusta recordar esas noches del mes de diciembre   me ponía a beber café con brandy en las plazas públicas escuchando a los viejos sabios de la calle hasta que llegaba el amanecer   Al mismo tiempo dentro de mí un incendio imparable avanzaba destruyendo para construir   El incendio de los jóvenes que dejan todo y se lanzan a los caminos   Descubrí que por las noches las plazas públicas son tan importantes para los vagabundos que deberían tener el nombre de un país   aunque al amanecer el país desaparezca y las personas también   Hasta ahora no sé decir a dónde van   porque tirados en las calles   en los parques o entre los autos pidiendo dinero no se encuentran   He llegado a pensar que son los fantasmas de la poesía que está por escribirse   la que se te presenta para enseñarte un profundo sol negro al que puedes o no entrar y es mejor tirarse dentro pues ella no te dejará solo   Luego encontré un cuarto en la azotea de cualquier edificio de la ciudad   Un espacio de 3 metros por 3 metros convertido en un tren cósmico si uno se pone a escribir y sólo se preocupa por divertirse   La juventud mi único tesoro   Conocí los excesos   me perdí en el túnel de cientos de piernas abiertas día y noche   Piernas de mujer sin rostro   Sólo piernas como armas flotantes en medio de un escenario oscuro y yo jalé de sus gatillos que apuntaban directo a mi cabeza   Vivir   vivir   explotar antes de apagarse

II
Esa consigna me sigue hasta este momento   Escribo en medio de la habitación   tres luces me acompañan   la brasa del cigarrillo que cuelga de mis labios   la luz de mi laptop   máquina vieja que aguanta el tic dap top dap tic de mis dedos golpeando las teclas que sé de memoria pues las letras se han borrado   y la luz del faro justo afuera de la ventana   Marian está desnuda bajo las sábanas   Los labios entreabiertos pintados de rojo descansan del delirio   De su boca escurre un hilo de saliva con olor a tabaco   He pasado toda la noche escribiendo cualquier cosa   palabras sueltas   pelota   rodillas   árbol   nena   sube   miran   sueño   llamas   primavera   llamas   al final he escrito las piezas de un puzle que de armarse formaría un continente donde habite mi infancia   el sitio donde convergen recuerdos afilados que sangran   componentes que forman pesadillas de las que crees no despertarás y al final lo consigues   en medio de la noche   casi ahogándote como cuando bebes un largo trago de mezcal directo de la botella   o como atravesado por la mirada de fuego de un ángel a la entrada de una cantina en llamas   Ya sé que todo es llamas fuego y arder   pero son los tres puntos cardinales que he seguido estos últimos años   He pasado toda la noche despierto   escribiendo escribiendo   fumando un cigarrillo liado tras otro   No puedo dormir   Escucho los primeros ladridos de los perros que despiertan y buscan morder al sol aunque en el intento pierdan los ojos   Es como un hechizo del barrio de vivir estos días   Últimamente he mirado tantos perros sin un ojo   así que la semana pasada decidí observarlos   Justo antes del amanecer andan al asecho   sé que miran lo que escapa al ojo humano   Un perro lanza el primer ladrido que se extiende por un par de calles   luego viene otro ladrido   despunta el sol   Ladran al astro rey en intervalos durante unos diez minutos   La gente pasa rumbo a su trabajo   a la escuela a cualquier parte   dan por hecho que es normal que los perros ladren   pero no los miran a los ojos   no saben que ya los perdieron en el intento de morder al sol

III
Marian viene de la noche   Su vientre es el cielo de la noche que es el paraíso de los felinos   La noche abrió las piernas y ella bajó para gritar por vez primera al universo   y  luego su grito fue canto   diamante afilado corta las venas del cielo   Tiene los ojos más lindos de la city   Intentar describirlos no tendría sentido   prefiero hablar de la belleza de sus ojos por lo que no son   Los ojos de Marian no son dos casetas telefónicas bajo la tormenta   ni dos lagos tranquilos y profundos   No son dos monedas antiguas bañándose a la luz de la luna   No son naranjas maduras borrachas de sol   ni globos aerostáticos como la única posibilidad de salvarse del mundo   Se cuida del día   que es cuidarse de lo cotidiano y de lo aburrido   Pero pronto vendrá el aburrimiento absoluto   y buscará algo que va más allá de decorar la ciudad antes del derrumbe   Cuando la ciudad se enciende   mi chica y yo salimos al mundo   Tomo el auto y conduzco a velocidad sin rumbo fijo   Ella canta   yo canto   varios botellas de vino   Cada vez es más difícil robarlo de los supermercados   Ya cambiamos de zona   barrios más lejanos donde las cámaras de las tiendas no nos han captado   pero para guardar una botella de vino se necesita una chaqueta larga y abultada   El verano no ayuda   Recién entramos al supermarket ya nos miran los policías   a veces hasta un empleado va detrás nuestro   ¿Cómo pueden ser tan malos para disimular que nos ponen los ojos encima?   ¿Qué nos encuentran en el rostro   en el modo de andar   qué aurea maligna nos rodea?   Inevitablemente llamamos la atención de los animales adiestrados   Extraño los días en los que nada se conseguía con dinero   sí existieron   yo los viví   pueden decir que miento pero sé que no   Fue la época en la que al menor descuido te cocían a balazos

IV
Llueve   llueve   llueve   es lo único que pasa en estas noches   Marian   Hace semanas que no sé del día   soy un astro que gira alrededor de los sueños y siempre da la espalda al sol   Relámpagos de whisky me nublan la vista   El pájaro abre la garganta y entrega su canto a la ciudad   los primeros rayos de sol entran por su pico y se ilumina por dentro   aunque nadie lo sepa   Me gusta pensar que a mí me sucede algo parecido   que la luminosidad del alcohol es lo que me llena por dentro   pero no logro ver el día   Nosotros caímos de la noche y en la noche nos deslizamos   Marian   eres el estruendo de un tren lejano que echa chispas y atraviesa las montañas y se pierde en algún lugar desconocido

V
Marian es el nombre de ese sitio   Marian es un país   es el nombre de una guerra   es el sueño

VI
Cuando estás anclado a la destrucción lo que en principio es básico para sobrevivir   alimento techo y ropa es sustituido por drogas alcohol y sexo   Es el primer paso para saber que el abismo está cerca   La habitación cambió su pinta de nave espacial a la de un submarino anclado e inservible al sur de esta ciudad   y en el submarino hay un mundo en ruinas   Durante días y noches sólo nos preocupamos por hacer el amor y perder la cabeza   No saldremos de ésta   a mis 21 no puedo mirarme   no puedo mirarnos viviendo en el futuro   sería un asesinato

VII
Once de la noche   baila gira baila baila en una fiesta de luces neón   Lleva el cabello suelto y largo que es su mejor compañero de baile   aunque yo estoy con ella   Pone el dedo índice en el centro de mis labios y besa las comisuras   Luego toma mi mano y salimos a respirar otro aire   Lío un cigarrillo para mí y uno para ella   Fumamos y nos hace bien   Una ligera lluvia apenas humedece los hombros   pero moja a los moribundos de la ciudad   Antes de apagarme tengo que explotar   digo y lanzo una botella a la calle   Chica de piernas largas y asesinas   tienes un revólver escondido bajo la chaqueta   me adviertes mientras la noche llora nuevos ritmos y nos transformamos en animales brillando en la ciudad   Vamos a divertirnos   dices y apuntas con la pistola   Apuntas a la fiesta   apuntas al cielo   apuntas a tu pasado   apuntas a mi cabeza   Estoy aburrida de hacer siempre lo mismo   Juguemos a la ley fuga   dices    y en tus ojos miro la seguridad de quien sabe que el final está cerca   Luego de la fiesta   justo antes de que salga el sol tú y yo nos separamos durante el fin de semana   si durante este par de días nos encontramos te dispararé sin pensarlo dos veces   Si termina el domingo y no nos cruzamos dentro de la ciudad   El lunes tomaré carretera   Y acepto tu juego   Marian   porque ya no queda más que divertirnos jugando a encontrar lo desconocido   Los días se han vuelto tan tediosos y la fiesta debe abrirse a otros invitados   Entonces zarpamos otra vez   enfermos y con el corazón a punto de explotar    Nadie puede jodernos a esta altura   Nada importa   nos reímos de nuestros cuerpos revolcándose entre las flores del universo   Marian digo tu nombre mira cómo te me escapas de entre los labios y junto a tus letras bailamos antes que acabe la noche   Bailamos antes que llegue la policía

VIII
Amanece   lío un cigarrillo   hicimos el amor hasta llorar como dice ella   en la oscuridad éramos diamantes en los ojos de una bestia   la bestia que atraviesa la noche y regala alegría a quien sin pena ni miedo entrega la música que lo habita sólo para dar un poco de armonía al mundo    como dioses   Marian y yo llevamos orquestas dentro y juntos sonamos alto como para que titilen las estrellas allá a lo lejos

IX
Sangra la armonía   Marian dando saltos en la cama   Tiene una Smith & Weson limpia y alineada brilla brilla brilla   como sólo puede hacerlo la sonrisa de la muerte   la escena se congela

X
Armas   nena   armas   Siempre queda la posibilidad de hacer el último disparo y que todo inicie otra vez

XI
Decidí dejar el auto y salir a caminar bajo la lluvia   Fumo y pienso en la posibilidad de vivir mis últimas horas   Entro a cualquier café y doy con el sitio más viejo y apestoso que pude encontrar   Del otro lado de la barra   un chino bucólico pasa el trapo sobre una vitrina que guarda rosquillas y pastelitos de colores   Pido un café bien cargado   Sobre la primera plana del periódico hago garabatos y letras que salen de un animal herido   Voy a despedirme de la ciudad   de sus monstruos y enfermedades   Llueve   llueve   llueve   es lo único que pasa en estos días   Afuera unos niños juegan a la pelota   debería salir a jugar con ellos   bailar en la mañana limpia que dejó la lluvia   lavar mi rostro y mirar al sol   perder los ojos mientras ladro hacia el sol

XII
Amigos   esta noche es todo lo que tengo   estoy borracho y orino bajo las pocas estrellas que miran la ciudad   Pienso que las estrellas son niños enfermos observando por la ventana en otro planeta   o tal vez son muchachos ebrios que orinan la noche expandiéndose sobre mi cabeza   Muchachos que sienten este momento como el más hermoso de su vida   y lo es   luego de haber esnifado carreteras de cocaína con sus amigos   Ahora mismo podrían pegarme un tiro en parietal y caería con la sonrisa más ancha del barrio   A mis 23 años camino por las ramas que se extienden en el árbol cósmico de la poesía   Nada más importa   Hace unas horas parecíamos niños haciendo una travesura   seis siete personas encerradas en un baño compartiendo líneas   mientras afuera la fiesta parecía congelarse sobre una larga canción   chicos desnudos y mujeres bailando descalzas sobre un sofá manchado de vómito y vino rojo   besos rojos   los sueños sangran

Gerardo Grande
Gerardo Grande (Ciudad de México, 1991). Poeta. Publicó La edad atómica (La Bella Varsovia, Córdoba, España, 2014), Fiesta brava (Neutrinos, Entre Ríos, Argentina, 2015), Seguir (Eloísa Cartonera, Buenos Aires, Argentina, 2016). Es co-compilador de Astronave, panorámica de poesía mexicana 1985-1993 (UANL-UNAM, México, 2015).
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas