Stephen Hawking, el “rockstar” de la física, cumple 70 años

04/01/2012 - 12:04 am

Es, por mucho, una de las superestrellas más inverosímiles en el mundo. A pesar de que tiene toda una vida de lucha contra enfermedades y desafiando las predicciones médicas, el profesor Stephen Hawking se ha convertido en el cosmólogo más famoso del planeta.

Divorciado dos veces, con tres hijos, tres nietos y un estilo de vida de jet-set que trasciende los límites de la academia, el admirado científico cumplirá 70 años el próximo 8 de enero.

Diagnosticado con una enfermedad de la neurona motora a los 21 años (esclerosis lateral amiotrófica, ELA) se le advirtió que no podría vivir para ver su cumpleaños número 22. Sin embargo ya ha pasado décadas trabajando en teorías innovadoras de la naturaleza del universo, así como haciendo una gran tarea de divulgación científica en el mundo.

En 1985 se le practicó una traqueotomía y desde entonces utiliza un sintetizador de voz para comunicarse. Paulatinamente ha ido perdiendo el uso de sus extremidades, así como el resto de la musculatura voluntaria, incluyendo la fuerza del cuello para mantenerse con la cabeza erguida; con todo esto su movilidad es prácticamente nula. La silla de ruedas que utiliza en público está controlada por un ordenador que maneja a través de leves movimientos de cabeza y ojos, que también le permite seleccionar palabras y frases en su sintetizador de voz.

Pero Hawking ha convertido su discapacidad en una marca y su figura es un icono cultural, con múltiples apariciones en series de televisión. Su atractivo se extiende a revistas especializadas y también de jóvenes: en 2011 fue nombrado el británico del año, superando al actor Daniel Craig y al futbolista David Beckham.

En 1988, publicó una breve historia del tiempo, del que se vendieron 9 millones de copias, la primera de una serie de publicaciones de gran éxito.

Hay contendientes por el título como científico en el mundo emergente, como el popular profesor y presentador de televisión Brian Cox. Pero ninguno tiene un perfil que lo supere, y mucho menos un registro que se compare con su historia científica. Su capacidad de generar controversia –declaraciones como “La ciencia hace a Dios innecesario” y su rechazo de la otra vida como un “cuento de hadas para la gente que teme a la oscuridad”– han alimentado su fama.

 

Su obra y Dios

Hawking ha trabajado en las leyes básicas que gobiernan el universo. Junto con Roger Penrose mostró que la Teoría General de la Relatividad de Einstein implica que el espacio y el tiempo han de tener un principio en el Big Bang y un final dentro de agujeros negros.

Semejantes resultados señalan la necesidad de unificar la Relatividad General con la Teoría Cuántica, el otro gran desarrollo científico de la primera mitad del siglo XX. Una consecuencia de tal unificación que él descubrió era que los agujeros negros no eran totalmente negros, sino que podían emitir radiación y eventualmente evaporarse y desaparecer.

Otra conjetura es que el universo no tiene bordes o límites en el tiempo imaginario. Esto implicaría que el modo en que el universo empezó queda completamente determinado por las leyes de la ciencia.

La primera esposa de Hawking, Jane Wilde, declaró públicamente durante el proceso de divorcio que él era ateo pero que citaba muchas veces a Dios en sus libros con fines comerciales.

En efecto, Stephen utiliza repetidamente la palabra Dios en su discurso público de divulgación científica, pero ha explicado que lo hace en sentido meramente metafórico: “No soy religioso en el sentido normal de la palabra. Creo que el Universo está gobernado por las leyes de la ciencia. Esas leyes pudieron haber sido creadas por Dios; pero Dios no interviene para romper las leyes”.

En junio de 2010, en una entrevista para ABC News se le preguntó si imagina un punto en el que ciencia y la religión se encuentren de algún modo, y Hawking contestó que “es más sencillo que Corea del Norte gane el mundial de fútbol” pero, además, agregó: “Existe una diferencia fundamental entre ciencia y religión. La religión se basa en la autoridad, y la ciencia se basa en la observación y la razón. La ciencia vencerá porque funciona”.

En septiembre de 2010, según extractos de su libro The Grand Design, publicados por el periódico The Times, Hawking expuso que una nueva serie de teorías torna superfluo pensar en la existencia de un creador del Universo, que Dios no creó el Universo y que el Big Bang fue la consecuencia inevitable de las leyes de la física. Por supuesto, ese texto en el que básicamente manifiesta que Dios no creó el Universo generó una fuerte polémica y críticas por parte de los representantes de numerosas religiones.

 

La fama y los elogios

En un perfil publicado recientemente por el diario británico The Independent, su hijo Tim dice que su padre ha desarrollado estrategias para escapar de la atención del implacable público: “Había una frase pre-establecida en su máquina de voz que utiliza para simular que era un ayudante de Stephen Hawking y no el real”.

La presión de la fama jugó un papel central en la ruptura del primer matrimonio del profesor Hawking. Y llegó a los titulares una vez más, cuando su segundo matrimonio, con su ex enfermera, terminó en 2006 en medio de rumores de que ella había abusado de él. La policía investigó las denuncias de abuso en al menos dos ocasiones, en 2000 y 2003, pero al final no se presentaron cargos.

Poniendo los asuntos íntimos de un lado, no hay duda de que ha disfrutado con entusiasmo las trampas de la fama. Uno de sus compinches más cercanos es Peter Stringfellow, el dueño de un club. Recuerda cuando un día Hawking llegó a su establecimiento. “Yo le dije: ‘Tengo mis propias opiniones sobre el Big Bang y la teoría de cuerdas. ¿Te gustaría hablar de eso o simplemente ver a las chicas’. Y en sólo dos palabras el profesor respondió: ‘las chicas’”.

Hawking ha recibido un torrente de elogios y premios por su trabajo científico. Para Ben Bowie, productor ejecutivo de múltiples series de televisión relacionadas con la ciencia y el universo, Stephen es una “estrella de rock de la física”. Para dar una idea del sentido del humor del académico dijo: “Acabábamos de transmitir uno de las series y me dijo ‘Ben, mira al sol’. Así que miré por la ventana y dijo a su enfermera ‘él no sabe que significa’, así que ella fue hacia su bolso y sacó uno de sus libros. En la página tres se leía, ‘el Sol un gran fan de Stephen Hawking’”.

 

El no neard

En realidad, el científico, quien pasó 30 años como profesor de la escuela Lucasiana de Matemáticas de la Universidad de Cambridge, no es nerd. Él es igual de feliz al tomar la pista de baile en su silla de ruedas en un baile de la universidad o si va de fiesta con azafatas ligeras de ropa en Stringfellows. Él desafía todos los intentos por encasillarlo.

De acuerdo con The Independent, su hija Lucy dice que a su padre le encanta ser el centro de atención: “Él es un poco un empresario de corazón, y le encanta el gran espectáculo, los grandes escenarios, las luces brillantes, ya sea si se trata de él en el propio escenario o si se trata de ver un espectáculo”.

El profesor no duda en filosofar sobre el destino que le ha tocado: “Estoy seguro de que mi discapacidad tiene relación con el hecho de que soy muy conocido pues la gente está fascinada por el contraste entre mis facultades físicas muy limitadas y la vasta naturaleza del universo del que trato”, afirma en su página web.

Reflexionando sobre su próximo 70 cumpleaños, comenta sobre el día en que nació: “Exactamente 300 años después de la muerte de Galileo. Sin embargo, estiman que cerca de 200 mil bebés también nacieron ese día”.

El profesor Martin Rees, el astrónomo de la casa real británica, rindió homenaje a su amigo: “A pesar de su mera supervivencia, que es en sí una maravilla médica, es totalmente merecedor de la celebración y el alboroto que genera a su alrededor. Él no sólo ha sobrevivido, sino que se ha convertido sin duda el científico más famoso en el mundo”.

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