#MetaDatos | Entre 2012 y este año, las páginas de Facebook que buscan desaparecidos se multiplicaron y hoy se cuentan por miles. En ellas circulan los nombres, fotografías y señas particulares de centenares de menores, mujeres y hombres de todo México. La difusión de esos datos son parte de un movimiento impulsado por familiares cansados de la impunidad y la inacción de las autoridades, que en los últimos 12 años no pudieron dar con el paradero de sus seres queridos.
Conforme la cifra de desapariciones forzadas se multiplicó en México, así lo hicieron las páginas de búsqueda en las redes sociales, que son la cara digital de una extensa red conformada sobre todo por mujeres –madres, esposas, hijas y hermanas– que buscan sin cansancio a sus familiares, sorteando además diversos peligros entre los que destacan las amenazas y las extorsiones.
Ciudad de México, 3 de diciembre (SinEmbargo).– De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, entre 2007 y 2018 suman, al menos, 37 mil 435 casos de desapariciones forzadas en México. La cifra que se disparó en los dos últimos sexenios, es también materia de preocupación de organismos internacionales entre éstos la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Un día después de la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, el Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez,le hizo entrega de la Declaratoria del Programa Emergente por Crisis de Violaciones Graves de Derechos Humanos en materia de Desaparición de Personas. Este lunes, el tema continuó en la agenda con la firma del decreto para conformar la Comisión de la Verdad con la que se busca resolver el caso de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos por cuerpos policiales entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014, caso en que las redes sociales han sido determinantes para visibilizar el malestar social y la exigencia de justicia.
En tanto se realizaba la firma del decreto dentro de Palacio Nacional, afuera decenas de familiares de personas desaparecidas exigían justicia también en los caso de los miles de desaparecidos a lo largo y ancho del país.
Si bien #Ayotzinapa articuló en las redes sociales una intensa movilización –en la que se activaron referentes simbólicos– y repercutió de manera directa en el declive del sexenio de Enrique Peña Nieto, la indignación que generó la crisis de las desapariciones forzadas en México fue apuntalada en la esfera digital por diversas acciones que emergieron de todas partes del país, por iniciativa tanto ciudadana como de organizaciones civiles.
Las protestas por Ayotzinapa y la circulación de las fotografías de los 43 se mezclaron en redes sociales –como Facebook– con miles de rostros de personas desaparecidas, cuya búsqueda se trasladó a la esfera digital ante el retraso y negligencia en investigaciones iniciadas por fiscalías de todo el país. No se trató de una movilización aislada, sino que mantuvo frecuencia a lo largo de todo el sexenio y generó amplia convocatoria en las redes sociales.
Cinthya Mabel Pantoja de León circulaba el 22 de abril de 2012 en su vehículo, un Chevy Monza color azul, modelo 1998, sobre un camino del municipio de Padilla, a la altura del poblado El Barretal, en Tamaulipas. Tenía 25 años de edad y hasta el día de hoy su familia no sabe nada de ella. “Es como si a mi hija se la hubiera tragado la tierra”, lamenta su madre, Josefina de León, en una entrevista vía telefónica con SinEmbargo.
Un año después de que Cinthya desapareció, la señora De León decidió abrir una página en Facebook con la esperanza de que su fotografía llegara a algún usuario que hubiese visto a la joven en algún rincón del mundo. Josefina inició su página como un proyecto independiente, pero tras cinco años de actividad ha logrado sumar más de 7 mil seguidores y hoy su página es la plataforma oficial de la asociación civil Red de Desaparecidos en Tamaulipas.
A través de Facebook, la búsqueda de Cinthya se ha mantenido activa por media década, las 24 horas del día, los 365 días de año, pero de ella o de sus captores no hay rastro. Con el pasar del tiempo, la señora Josefina amplió su búsqueda y sumó al de su hija cientos de perfiles de víctimas de desaparición forzada. En entrevista con este diario digital, comentó que la decisión la tomó por la solidaridad que despertó en ella el interactuar con otros que atraviesan por la misma pesadilla y que poco a poco comenzaron a enviarle las fotografías de sus familiares.
La fotografía de Cinthya se ha mantenido como portada de la página desde 2013 y su madre afirma que no la retirará de ahí hasta que aparezca. Junto a su retrato, en el que la joven esboza una sonrisa que contagia una empatía inmediata, se ofrece una recompensa de 500 mil pesos para quien proporcione información que ayude a dar con su paradero. La suma ha sido ofrecida por Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas desde 2013 como parte de un programa para encontrar a los miles de desaparecidos que, en esa entidad, parecería que la tierra se los ha tragado.
La guerra contra el narcotráfico iniciada en el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) fue el detonante del incremento de la violencia en Tamaulipas, entidad sumergida desde hace 12 años en una profunda crisis criminal. Al concluir este sexenio, Tamaulipas cierra con las cifras más altas de desapariciones forzadas a nivel nacional. De acuerdo con el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), en 2018 suman 5 mil 990 tamaulipecos desaparecidos. Sin embargo, la Red de Desaparecidos en Tamaulipas contabiliza 7 mil 661 casos de desapariciones forzosas que tuvieron lugar entre 2006 y 2017, además de 3 mil 547 de restos humanos no identificados encontrados en fosas comunes.
Las cifras que reporta la Red de Desaparecidos en Tamaulipas son preocupantes. De acuerdo con su estimado, el 73 por ciento de los hogares de este estado se han quedado sin jefes de familia y han dejado a 11 mil 187 descendientes en la incertidumbre de no saber dónde están sus padres o tutores.
En el interior de la página de Facebook administrada por la señora De León hay más de 200 fichas de personas desaparecidas. Niños, mujeres y hombres de todas las edades. Sin embargo, la circulación de las fichas o boletines difundidas por esta iniciativa ha dado con algunos paraderos. Josefina de León contó a SinEmbargo que desde la apertura de la página hasta la fecha han encontrado a tres personas con vida y a 62 ya fallecidos. Josefina lamenta no haber hallado a más personas, a pesar de que estas acciones son el logro de una iniciativa de empoderamiento que hace frente a la inacción de las autoridades.
En noviembre de este año, el Comité contra las Desapariciones Forzadas (CED, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió observaciones sobre el informe presentado por México en torno al tema y en el que lamentó que se ha mantenido la desaparición como un problema generalizado y extendido en gran parte del territorio nacional, además de que transcurre en medio de un clima de impunidad y revictimización.
La señora de León ha buscado a su hija sin cansancio al igual que miles de madres, esposas, hijas, hermanas, abuelas por todo el país. Han creado redes de apoyo que, encima, dieron origen a colectivos como El Solecito en Veracruz y Las Rastreadoras en Sinaloa, grupos que ante la imperante impunidad y la evidente incapacidad de las autoridades para avanzar en las investigaciones han asumido labores de búsqueda por su cuenta.
Estas redes se crean en la tierra, en medio de cerros, baldíos y terracerías donde se organizan brigadas a cielo abierto para dar con el paradero de fosas clandestinas. Armados apenas con palas y bastones han logrado dar con el paradero de muchos. Las raíces a lo largo de ocho años se ha concentrado sobre todo en Facebook, donde acciones como un simple click detonado por la indignación, convergen con la colaboración entre organizaciones y colectivos para difundir casos específicos a la mayor cantidad de usuarios posible y que en ocasiones adquieren el potencial de un medio de comunicación.
Ríos de información, fotografías, señas particulares, teléfonos de contacto y llamados desesperados de ayuda para encontrar a familiares no localizados se han abierto camino entre la actividad cotidiana de las redes sociales. Entre 2010 y 2018, las páginas dedicadas a víctimas de desaparición forzosa se han multiplicado en esta plataforma. En la actualidad se cuentan por centenas e integran un movimiento surgido en respuesta a la ola de inseguridad y el incremento de las desapariciones que, de acuerdo con el ex Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, en octubre de este año se estimaban en más 37 mil 487 casos, aunque en realidad la cifra exacta se desconoce.
La cara digital de este movimiento es pocas veces visibilizada o incluso reconocida entre los participantes, pero en el día a día participan miles de usuarios que asumen desde sus cuentas personales una labor de búsqueda que corresponde a las autoridades, evidentemente rebasadas ante la problemática. Conforme los casos de las desapariciones forzadas se multiplican a lo largo de todo el país, surgen más páginas creadas por iniciativa ciudadana para buscar a sus familiares en diversas entidades.
“Sigamos buscando¡¡¡
#comparte #difunde #desaparecidostamaulipas
Las redes sociales han sido la herramienta de las familias cuando en épocas nadie ayudaba, en que todos callaban. Páginas extraordinarias pioneras en la difusión lograron que se visibiliza la magnitud de la problemática que padecemos . Hoy continúa siendo herramienta de apoyo y una manera de buscar. AYÚDANOS, LOS ESTAMOS BUSCANDO¡¡¡”, se lee en uno de los mensajes de la @RedDeDesaparecidosEnTamaulipas.
El número de seguidores de páginas para encontrar a personas desaparecidas en México rebasa el millón en Facebook. Se trata de una red dispersa, que procede de distintas ciudades y no hay manera de encontrar criterios para identificarlas a partir de sus nombres, a lo que se suma la naturaleza de Facebook como una red cerrada, son características que dificultan conocer el número exacto de cuentas que participan en las búsquedas.
La amplia difusión de fotografías de personas no localizadas está relacionada con la capacidad de convocatoria de las páginas y la sensibilidad que despiertan los casos entre los usuarios. Entre los de mayor impacto se encuentra el caso de la bebé María José Monroy Enciso, de 11 meses de edad, que fue secuestrada con violencia en Tecámac, Estado de México, en 2010. La indignación que este caso ha despertado en las redes sociales ha alcanzado una dimensión global, pues los usuarios la buscan en Estados Unidos, Europa y todo México desde hace ocho años. Páginas creadas para su búsqueda –como @Pormajo– suman más de 422 mil seguidores al corte de esta nota.
Es común que estas páginas se identifiquen por su relación a un estado específico de la República, entre éstos Baja California, Guerrero, Jalisco, Veracruz, Tamaulipas, Michoacán son los más frecuentes. Una revisión realizada por Metadatos a 31 páginas orientadas a la búsqueda de personas en diversos estados del país arrojó que sus fechas de creación presentaron un incremento entre los años 2012 y 2014 y hubo de nuevo un repunte en el 2017.
Algunas páginas han dejado de estar activas, otras se han mantenido activas por casi una década. La página @comitedesaparecidos creada en Guerrero data del 2010, al igual que la búsqueda de la bebé María José y Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (@FUUNDECoahuila). Otros colectivos son más recientes como La Alameda, que cuenta con páginas orientadas a varios estados, creadas entre 2014 y 2017.
El colectivo FUUNDE de Coahuila surgió desde 2009 por iniciativa de familiares de desaparecidos que coincidieron en aquella entidad. La página de Facebook inicia su actividad en 2010 centrada en casos de Coahuila. Sin embargo, de manera similar a otras, amplió la búsqueda a casos de todo el país por solicitud de familiares de víctimas de desaparición forzada que comenzaron a contactarlos y pedirles ayuda luego de abrir este canal. Integrantes de esta organización respondieron a SinEmbargo que son usuarios de entre 30 y 50 años, sobre todo mujeres, madres de las víctimas, las que interactúan con mayor frecuencia. Conforme la red crece en línea, los puentes también se crean en tierra y la interacción se incrementa en fechas sensibles como el Día Internacional contra la Desaparición Forzada, celebrado el pasado 30 de agosto.
LA CONFIANZA, UN OBSTÁCULO
En los últimos ocho años, las redes de búsqueda han crecido en Twitter y Facebook pero con reservas. Josefina de León comentó a este medio que ha optado por ser selectiva con los grupos que al igual que ella buscan desaparecidos debido a que a través de las redes sociales el riesgo ha sufrir amenazas e intentos de extorsión es alto. Josefina es uno de los administradores de páginas que han recibido amenazas para que desista en sus búsquedas, e intentos de extorsionarla por parte de personas que han condicionado la proporción de supuesta información para dar con el paradero de su hija.
Es por esto que Josefina confía poco y solo en quienes le han acompañado, entre ellas mencionó a los colectivos Sabuesos, Rastreadoras y Solecito. A las amenazas y las extorsiones se suman las páginas que cobran por publicar fichas o fotografías de personas desaparecidas con las que tampoco interactúa la activista, quien agregó que toda la ayuda que da a los familiares de las víctimas es gratuita.
Entre las páginas que cobran se encuentra @PERSONASDESAPARECIDASM, creada en el 2011 y que pide donativos de 30 pesos diarios por publicación. Esta es una de las páginas más antiguas y suma 16 mil seguidores, por lo que también es una de las comunidades de mayor tamaño. En la página no se indican los motivos por los que se piden sumas económicas, si bien afirman que esta cuota no tiene un fin lucrativo.
Las dificultades también se generan a causa de la arquitectura de Facebook donde a menudo las publicaciones suelen desfasarse en los timeline de los usuarios o circulan con atraso de varios días. Dado que las primeras horas de la desaparición son cruciales, este retraso impide que la información llegue de manera oportuna. A menudo también se genera desinformación en el momento en que la información se comparte de un grupo a otro, ya que en algunos casos la falta de seguimiento contribuye a que personas que ya han sido localizadas continúan reportándose como desaparecidas.
El riesgo a que los victimarios sigan a través de las redes sociales las acciones de los familiares de los desaparecidos también es alto.
En octubre de este año, Juan Carlos "N" apodado en redes como el "Monstruo de Ecatepec", fue detenido en el Estado de México en posesión de restos humanos que pertenecerían a sus víctimas. Tras confesar ser responsable de varios feminicidios, la Fiscalía local ha identificado el perfil de 10 de sus víctimas. Días después de su detención, los usuarios de redes sociales quedaron horrorizados al identificar el supuesto perfil de Facebook que pertenecía al feminicida. Con el nombre Juan Carlos Hb Hb, los usuarios denunciaron que el acusado participaba en grupos de compra-venta y seguía a páginas de organizaciones civiles. La cuenta referida por los usuarios seguía a la del activista David Nostas, "El Buscapersonas", Feminicidios En México esta es La Verdad que se Oculta, Feminicidios, Desaparición forzada y trata de personas EdoMex, además de otras similares.