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Hilda García

03/12/2013 - 12:00 am

El baile de los números

Los ojos han estado puestos más en los actos vandálicos de los maestros, el tráfico que ocasionan las protestas de la CNTE o de AMLO y poco se habla de la economía nacional. El resultado del #1Dmx fueron instalaciones del Metro y vehículos dañados, así como 14 detenidos que después fueron liberados. Sin embargo, esos […]

Los ojos han estado puestos más en los actos vandálicos de los maestros, el tráfico que ocasionan las protestas de la CNTE o de AMLO y poco se habla de la economía nacional. El resultado del #1Dmx fueron instalaciones del Metro y vehículos dañados, así como 14 detenidos que después fueron liberados.

Sin embargo, esos son tan solo datos de protestas. Lo que se hace importante es reflexionar sobre el primer año del Gobierno de Enrique Peña Nieto y del increíble baile de los números sobre el posible crecimiento de México para este año y el venidero.  Y cuando digo increíble es porque ya parece que a algún administrador le permitirían en una empresa hacer este tipo de ajustes.  Si no hay proyecciones correctas, mucho menos tendremos resultados correctos.

Las expectativas de crecimiento del país se redujeron durante el tercer trimestre, del original 3.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al 1.3 por ciento.  Cifra que, aún algunos especialistas, piensan que puede llegar a ser menor.

No se ha dicho abiertamente pero prácticamente México enfrenta una desaceleración económica que podría hundir aún más los indicadores relacionados con la calidad de vida, la pobreza, el desempleo, por solo mencionar algunos.

Aún así, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda se espera (desea) que la economía mexicana crezca 3.9% en 2014 frente al 1.3% que espera para este año.

Las consignas de campaña de Peña Nieto y el papel de Luis Videgaray Caso, como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), prometían una mejora importante en la economía nacional.

Las reformas educativa, hacendaria y en telecomunicaciones tienen como objetivo poder mejorar la economía.  Incluso todavía se espera esta semana que se discuta el dictamen de reforma energética que podría votarse y ser aprobado antes de que termine el año.

Sin embargo, queda claro que lanzar reformas en el papel no es suficiente.

Es importante  negociar con los poderes de todos colores y sabores, es importante educar a la clase trabajadora y ofrecerle la capacitación necesaria que este mundo requiere. Se hace importante también fomentar la competitividad, la calidad.  Aún falta que los ajustes de la política fiscal y la de la reforma energética se logren para obtener los fondos necesarios que permitan mantener el crecimiento y la reinversión en las industrias clave en México.

Así que por más reformas que hagan no darán tampoco resultados inmediatos.

¿De qué manera creen que han crecido países como Brasil? No se hizo una reforma un día y al día siguiente los resultados ya eran positivos.

Los cambios tienen que ser estructurales.

Los alegres números que se esperaban para el crecimiento económico de México han pasado a nivel de duda y con esa duda, nos ha llegado el pesimismo.

Incluso un reportaje de Los Angeles Times señala al gobierno de Peña Nieto como “un desastre” y en un “momento difícil” para cumplir las promesas ofrecidas durante la campaña.

En un reportaje del periodista Richard Fausset se destaca: “a pesar de que se comprometió a centrarse en el potencial económico de México, Peña Nieto ha presidido una economía que apenas si ha crecido”.

Además pone en tela de juicio la reforma educativa. La cual terminó siendo un término medio de lo esperado para realmente poder cambiar la educación en México.  Así que lo mismo se espera con la reforma energética y la propia política fiscal.

No es suficiente con lanzar reformas. Todos sabemos que se debe cambiar, pero no es con sólo lanzar acuerdos y mucho menos cuando una vez hecha una reforma se baja la guardia y no se concreta.

Si la apuesta de Peña Nieto ha sido la economía y su recuperación para mejorar la calidad y nivel de vida de los mexicanos tendrá que hacer los ajustes necesarios.  NO pueden proyectarse números que cambian tan radicalmente.

No puede haber un baile de números.

Si los números no son los adecuados cualquier plan, reforma o proyecto se encuentra sobre una base falsa. Maquillar números y hacer promesas falsas, no van ya para el México de ahora.  Lo que urge es una verdadera reforma en nuestra manera de hacer política.

Hilda García
Estudio Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo el grado de Maestría en la Univ. de Miami con el tema de los “Weblogs y la mediamorfosis periodística”.

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