Resulta que la fuente Comic Sans nunca fue utilizada por el perro Bob porque ya era demasiado tarde. Sin embargo, se usó en el catálogo de tipos de letras de Windows 95.
Por Ana Muñoz
Ciudad de México, 3 de noviembre (TICbeat/SinEmbargo).- Aunque nos duela, todos hemos utilizado alguna vez en nuestra vida la tipografía Comic Sans. Sin embargo, son muchos los que a día de hoy la odian sin tener claro por qué. O sí. Y es que, después de utilizarla para todo tipo de archivos durante finales de los 90 y principios de los 2000, hemos acabado sobresaturados de esas curvas infantiles y trazos manuales.
Pero, ¿te has preguntado alguna vez cuál es el origen de la fuente Comic Sans? Para empezar, te diremos que esta “maravilla de la humanidad” causante de chistes y burlas fue creada por Vincent Connare y lanzada al público con Windows 95, el sistema operativo para ordenadores de Microsoft.
En 1994, a este diseñador le encargaron una tipografía especial para una aplicación de gestión (en su momento en versión beta) llamada Microsoft Bob.
La interfaz, que pretendía tener un tono amable, recreaba el interior de una casa donde cada mueble se asociaba a una función. Aquí es cuando aparece el causante de la Comic Sans: Bob, un perro con grandes dotes de comunicación que ofrecía ayuda al usuario.
Pero el animal aparecía con diálogos escritos en Times New Roman, y esto no se podía permitir ya que resultaba una tipografía muy seria para un can parlanchín.
Vincent, un amante de los cómics, decidió inspirarse en ellos. Así, intentó imitar el trazo manual y las mayúsculas que utilizaban las letras de éstos (especialmente se fijó en El Regreso del Caballero Oscuro) pero usando el espaciado de la Times New Roman.
El resultado es el que todos conocemos: Comic Sans, la tipografía más odiada de la historia. Sus trazos redondeados imitan a los de un rotulador, tienen una inclinación variable y el espacio es muy desigual entre las letras. Por esta razón, los expertos la califican de infantil, inestable y divertida. En definitiva, perfecta para el cartel de una guardería, pero horrible para un currículum.
Pero aquí no acaba la historia. Resulta que la fuente Comic Sans nunca fue utilizada por el perro Bob porque ya era demasiado tarde. Sin embargo, se usó en el catálogo de tipos de letras de Windows 95.
A raíz de ahí, se empezó a propagar por la Red, a ser utilizada en multitud de servicios de Microsoft y, poco a poco, se fue ganando el odio de la gente, principalmente, porque estaba en todas partes.
Pero también hay que reconocer que tiene sus cosas buenas. Al parecer, es una fuente perfecta para disléxicos ya que, por lo general, las personas que sufren este trastorno del aprendizaje se sienten más cómodas leyendo tipografías manuales para evitar confusiones con algunas combinaciones como “oa” y “oo”, por ejemplo.
Así que ya sabes el origen Comic Sans, la tipografía que fue creada para un perro hablador. ¿Será por eso por lo que no acabamos de encontrarle el punto de realidad y no acabe de encajarnos en ningún tipo de documento?
