México, el paraíso “berraco”

03/10/2013 - 12:00 am

Sin duda México es un paraíso. Contamos con una posición geográfica incomparable, con recursos naturales, las mejores playas del mundo, México y su gente, gente de corazón, solidaria, con amor a la familia y sus fiestas. Pero por desgracia no me refiero a este paraíso terrenal. México hoy más que nunca debe ser el “paraíso”, aquella comunidad olvidada por los gobiernos de cuatro mil habitantes que no tenían nada y lo poco que tenían se lo llevó el lodo. A México nos llueve sobre mojado.

Es increíble –y haciendo honor a su nombre– la comunidad de La Pintada en efecto fue pintada por el gobierno, y esos 600 habitantes del sureste de Guerrero se han convertido en un cementerio en medio de esta catástrofe. Es increíble ver cómo pasan los gobiernos y no hacen nada por esta gente que vota por ellos por 50 pinches pesos; hay centenares de comunidades en el olvido, ahí donde el gobierno sólo llega cuando es proceso electoral y nunca más regresa.

Ya no es tiempo de lamentaciones y de triunfalismos absurdos. El niño está ahogado y quieren tapar el pozo, pero ya es muy tarde. No encuentro el adjetivo ideal para nombrar la aberrante acción del gobierno federal de enviar un helicóptero “de guerra” al rescate. Un aparato pensado en el combate, un aparato que nos costó a los mexicanos 15 millones de dólares –algo así como 195 millones de pesos–; eso sin dejar de lado a las familias, hijos y esposas de los agentes de la Policía Federal que murieron al caer el helicóptero, un absurdo más de las decisiones de gobierno.

Este paraíso que es mi México, es un paraíso para los políticos, para los narcotraficantes, para los empresarios que evaden impuestos. Un México en donde encontramos errores estructurales en la mayoría de las grandes obras de los gobiernos independientemente del partido político. Por ejemplo la Autopista del Sol, joya del gobierno del ex Presidente Salinas, hoy ha puesto en severos aprietos “casi sin querer” a su pupilo Peña Nieto, con la evidencia y la desgracia ocurrida en esa zona. Esta carretera del salinismo, padre del peñismo, costó 1.7 billones de pesos y una rehabilitación de 59.7 kilómetros en años posteriores por la cantidad de 335.19 millones de pesos. La pregunta es: ¿ahora cuánto nos costará?

Este es el verdadero paraíso en obras públicas, el paraíso en licitaciones, en corrupción, en tener gobernantes, ex presidentes, diputados, senadores, ex gobernadores, políticos chapulines que tienen dinero a manos llenas, que se han hartado de robar y los mexicanos nos hemos cansado de mirar.

La gran diferencia de México y otros países de primer mundo es que lo que hacen lo hacen bien desde un principio. El negocio de construir de fachada y tener el verdadero negocio con la rehabilitación de vialidades, con la concesión de licencias y permisos de construcción en lugares prohibidos, no lo tienen los políticos en otras latitudes. No se les pagan seguros médicos, no tienen derecho a choferes, escoltas y camionetas de lujo. Los diputados en algunos lugares del viejo continente ganan mensualmente 45 mil pesos y son verdaderos representantes ciudadanos. En materia electoral, las instituciones encargadas de organizar las elecciones son los mismos ciudadanos y los partidos políticos; existe la confianza, la honestidad y el voto se respeta. Mientras que nosotros tenemos un modelo electoral “ejemplar” que gasta cantidades estratosféricas anualmente; mantenemos a 32 institutos electorales y 220 consejeros promedio en todo el país que significan sueldos mensuales de 13 millones de pesos; mantenemos 800 representantes “ciudadanos” entre diputados y senadores con sueldos promedio de 120 mil pesos.

Tenemos un aparato gubernamental muy obeso, nos cuesta mucho a los mexicanos mantenerlo, y a la hora que se necesita el apoyo solidario de toda esta gente salen algunos con la puntada que donarán 1,500 pesos de su sueldo, por favor, un sólo mexicano ha donado lo que ganan todos los consejeros electorales del país en un mes, 13 millones de pesos, que donó Eugenio Derbez, es algo increíble y que ofende a los mexicanos. O más increíble aún, el cártel del Golfo pone a disposición camionetas de lujo repletas de despensas con cerveza incluida para los más necesitados en la región en la cual conviven ciudadanos y narcotraficantes. Al ver este pasaje ineludiblemente me viene a la mente el “Berrraco” de Pablo Escobar, que al día de hoy es venerado en comunidades en donde a pesar de su actividad ilícita, ayudó al que menos tenía. En México estos individuos que tanto mal hacen a la sociedad hoy se solidarizan y actúan más y mejor que el propio gobierno.

Tan sólo si ese desafortunado Black Hawk no se hubiera mandado a una misión para la que no estaba preparado y lo hubiesen rematado le tocaría algo así como 60 mil pesos a cada habitante del paraíso. ¿Por qué en México el rico es más rico y el pobre es más pobre?, no todo es una cruzada contra el hambre, hay un sector de los mexicanos olvidado, ese es el México que duele.

¿Por qué nuestros representantes verdaderamente no nos representan y dejan de ir a calentar los asientos a San Lázaro, a degustar buenos vinos y comer en lujosos restaurantes? Es tiempo de tomar decisiones importantes para el país, este México ya no puede esperar más. La solución no es el PAN, el PRI o el PRD, la solución es que trabajen en acuerdos, que trabajen por México y no por sus familias. La solución es lograr el adelgazamiento burocrático, que se vendan tantos autos utilitarios, que se quiten prerrogativas y privilegios a la clase política y no es un discurso de izquierda, es algo que se necesita. Me pregunto a colación de las elecciones en Alemania cómo es posible que quizá la segunda persona más importante del mundo, Ángela Merkel, salga al súper de compras como cualquier ciudadano y en México un político de ese nivel, no conozca ni cuánto cuesta la canasta básica.

Nos vemos la próxima semana…

Raúl Flores Rodríguez
Doctorando en Gobierno y Administración Pública por la Universidad Complutense de Madrid, Maestro en Gobierno y Gestión Pública por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) Santander, España, Licenciado en Derecho, Especialista en Derecho Electoral, Calidad de la Democracia, Consultoría Política-Electoral, Narcotráfico y Seguridad, Director General de Nexo Estudios.
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video