Tal como ocurre en el documental 499, el cineasta Rodrigo Reyes apela a este histórico de la llegada de los españoles para hacer un recorrido en una especie de ejercicio para escuchar a las víctimas de violencia en los últimos años, una violencia que nació hace siglos y sigue reproduciéndose aún pero en diferentes contextos.
Ciudad de México, 3 de agosto (SinEmbargo).– La ruta que realizara Hernán Cortés desde Veracruz hacia la Ciudad de México hace 500 años, previo la conquista, es recorrida por el cineasta Rodrigo Reyes y su documental 499 con el objetivo de conmemorar este hecho y reflexionar sobre relación existe entre el México de hace medio siglo con el del 2021.
Más que sólo recordar una fecha, el cineasta invita a tener en cuenta este hecho que, señala, es fundamental para el país en muchos sentidos porque formó “nuestra identidad, nuestro concepto de ser, quiénes somos y de esta idea de haber sido conquistados”.
“Es un aniversario importantísimo, yo diría que quizá el más importante en la historia de nuestro país. Es el ‘big-bang mexicano’. Lo que hemos notado nosotros haciendo esta película, y a lo largo del proceso exhibición y de festivales, es que el aniversario se interpreta como una historia pasada, como algo que está ya anquilosado y que hay darle otras interpretaciones, pero nunca se enfoca en el presente. Lo que nosotros justamente queremos es que esta historia nos ayude a analizar nuestro presente y que no se quede en los museos, y que tampoco sirva para un patriotismo muy pasivo y superficial, sino que nos obligue a pensar qué queremos ser en los próximo 500 años, qué queremos que sea México”, comenta en entrevista con SinEmbargo.
Tal como ocurre en el documental, Rodrigo Reyes apela a este histórico de la llegada de los españoles para hacer un recorrido en una especie de ejercicio para escuchar a las víctimas de violencia en los últimos años, una violencia que nació hace siglos y sigue reproduciéndose aún pero en diferentes contextos.
“Cinco siglos de violencia. La violencia se reinventa y continúa. Para los que puedan ver la película en esta gira se darán cuenta que los temas no están tan lejanos y que de repente el conquistador no es tan falso ni tan ficticio porque esta violencia se está reinventando”.
Y para entender de mejor manera este punto, Rodrigo Reyes pone un ejemplo:
“La cantidad de censura que existió en la conquista española es el de botar el conocimiento indígena, es el borrar de las tradiciones, es el intento de transformar y reprimir. Esto se parece muchísimo a la represión que se vive hoy en día cuando eres un periodista como Moises Sánchez y estás enfrentado a un cacique local, se parece mucho a la reprensión en el caso de Rubén Espinosa donde el poder lo aplasta y lo busca callar a cualquier precio. Tanto hace 500 años como al día de hoy, las personas que tiene un poder que quieren conservar, saben que tiene que tener el control de la historia”, enfatiza.
En 499, un viajero en el tiempo perdido en la época actual, e interpretado por el actor Eduardo San Juan Breña, busca riqueza emprendiendo el mismo camino que tomó Hernán Cortés, pero en su camino es obligado a oír a víctimas de la violencia en el país: Activistas asesinados, grupos de rastreadoras, migrantes, personas con familiares desaparecidas y víctimas de feminicidio.
“El primer objetivo que tenemos es honrar a las personas que participaron con nosotros en la película, y dialogaremos los temas que ellos que los están viviendo”.
Ahora esta misma ruta por siete estados (Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Queretaro, Guanajuato y Ciudad de México) es ahora revivida y puesta en marcha desde el pasado sábado 1 de agosto por Reyes y San Juan Breña para proyectar el documental y realizar conversatorios donde se pongan sobre la mesa temas como la libertad de prensa, desaparición forzada, derechos indígenas, arqueología del colonialismo, migración, activismo social y legalidad, feminicidio y corrupción.
“Una de las cosas que más me ha llamado la atención es el poder compartir personalmente con el público que está viendo la película y poder comprobar la reacción, el sentimiento que deja. Todo lo que se respira después de ver esa proyección me llama mucho la atención porque es muy interesante cómo se ven a ellos mismos, pero también los otros casos y como empatizan con ellos, y esto sirve para unir estas luchas que están un poco tratadas por separad0. Ver esa fuerza en común”, destaca Eduardo San Juan Breña.
499, que es una mezcla del género documental con la dramatización, ya ha hecho un recorrido por grandes festivales de cine como el Festival de Tribeca, Hot Docs, Mostra de Saõ Paulo, Festival Internacional de Cine de Morelia, entre muchos más en donde ha sido reconocido en 2020. Sin embargo, debido a la pandemia y a las ediciones virtuales de estos eventos hasta ahora la cinta está conectando con el público en pantallas grandes y funciones presenciales.
“Estamos recogiendo ese impacto incomodo que ven en el largometraje. No es que la película busque la incomodidad, pero es un efecto que no puede evitar”, señala Eduardo.
Y Rodrigo agrega: “Esa incomodidad es necesaria, es necesario que nos arriesguemos a estar incómodos si queremos transformar nuestro país, y nuestro futuro, hay que mojarnos un poco, hay que salir de nuestro confort, cada quien tienen su burbuja, hay abrirnos a la realidad y creo que eso el cine documental lo logra como ninguno”.
La ruta seguirá día a día hasta el próximo 13 de agosto que culminará en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en donde acompañará la proyección Lorena Gutiérrez, madre de Fátima Quintana, víctima de feminicidio.
Para seguir cada punto de la ruta pueden entrar la página de Facebook 499_cinema para seguir de cerca los diálogos y actividades.