En el último mes las noticias de muertes, maltrato y corrupción en los zoológicos han estado circulando, el Zoológico de Nuevo León, La Pastora, ha sido uno de los protagonistas, Pancha elefanta que estuvo más de 30 años encerrada, murió en mayo, y no sólo la triste noticia de que muriera sin saber lo que es tener una vida fuera de su encierro llegó a los medios, también la extraña desaparición de sus colmillos, 200 kilos de marfil tienen un precio alrededor de 8 millones de pesos en el mercado negro, claro, cualquiera pudo cargarlos y ponerlos en otro lugar por error.

El director de parque y vida silvestre Roberto Chavarría Gallegos declaró que se los entregó a Profepa, pero, después Profepa declaró que esto no era verdad, ellos no tenían los colmillos de Pancha, Chavarría tuvo que declarar a los medios posterior a esto que, sí dijo que los entregó a Profepa pero que fue un malentendido, y que en realidad el aún los tenía en su poder, claro, a cualquiera le puede pasar confundirse y pensar que entregó los de marfil, ¡ups!

Tanto que nos indigna ver noticias de elefantes masacrados en África por la obtención de marfil en manos de cazadores furtivos y no hagamos nada con este mismo problema que sorprendentemente tenemos en nuestro país gracias al intento de desapariciones de colmillos perpetradas por nuestros distinguidos funcionarios.

Desafortunadamente esto va más allá de la muerte de Pancha y la desaparición misteriosa de los colmillos, el verdadero problema es que esto seguirá sucediendo sin duda alguna mientras el Gobierno siga dando puestos de este índole a personas que tienen un historial de maltrato hacia los animales, si el gobierno no tiene memoria, nosotros los ciudadanos sí, en el 2014 Roberto Chavarría fue uno de los firmantes de la Ley que fue conocida como Ley de DESprotección animal liderada por el ex Diputado Francisco Treviño (ex director de Profepa), cabe destacar que esta iniciativa proponía desvocalizar perros es decir cortarles las cuerdas vocales para que sus ladridos no fueran “molestos” entre otras tantas barbaridades contra los animales, esta ley fue avalada y firmada por explotadores de animales, gente que comercia y lucra con la explotación y maltrato de los animales y que históricamente han convertido a los animales en solo un medio para obtener dinero, entonces, si son esta clase de personas que terminan en puestos como los antes mencionados, no podemos asombrarnos de que los animales en el zoológico no les importen, que mueran en las peores condiciones, que desaparezcan colmillos valuados en millones, esto seguirá pasando si no comenzamos a hacer las cosas diferente y exigimos que personas como estas no ocupen puestos donde se necesita una ética impecable y el interés genuino en el bien de los animales.

Los zoológicos no funcionan en estos tiempos,  justificarlos con el tema de la “educación” nunca ha aplicado, no hay nada más alejado a la realidad de un animal que conocerlo encerrado, obviamente su comportamiento no es el mismo que en libertad, no viven como deberían de vivir, no pueden recorrer grandes caminos, no están con sus manadas que es parte de la realidad de muchos, en cambio, están solos, tristes, con estereotipias y atrapados.

¿Puedes imaginarte viviendo solamente en tu cuarto por años? Sin poder salir, claro, quien te visita para darte comida te tiene cariño, tal cómo justifican muchos zoológicos, y aseguran sus cuidadores adoran a los animales, pero, te aseguro que eso para un animal no es importante, preferirías vivir encerrado con alguien que “te quiere” pero encerrado, como cualquier relación tóxica, podemos estar de acuerdo que no hay nada mejor que la libertad.

Afortunadamente las nuevas generaciones cuentan con mucha información y es alentador ver a niños diciendo que el cautiverio no es bueno en ninguna de sus formas y sin importar quién sea la víctima encerrada. Existen Santuarios en los que podemos ver la diferencia de como viven, de como importan, de cómo pueden simplemente…ser y gozar de sus comportamientos naturales.

A los zoológicos no les va a quedar de otra más que reconvertirse en centros de rehabilitación, liberar a los que se puedan, reubicar en Santuarios, y apoyar a rehabilitar y cuidar la fauna endémica, esto, todo esto es más interesante que ir a ver animales tristes, encerrados, que en sus caras pareciera que lo único que quieren es ya morir.

Es hora de un cambio, por todos los animales que han muerto estos lugares merecen reconvertirse y tener a personas que tengan los intereses y el bienestar de los animales arriba de los propios.

Esperemos que muy pronto los zoológicos sean solo malos recuerdos…

Blanka Alfaro

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Especialista en diseño y mercadeo. Cuenta con una amplia trayectoria en el trabajo con organizaciones nacionales e internacionales de protección a los animales. Ha gestionado el rescate y el traslado de grandes felinos a santuarios en los Estados Unidos. Se desempeñó como Vicepresidenta en México y Vicepresidenta Senior del área Internacional en Mercy For Animals. Desde el año 2010 ha concentrado su trabajando en la creación y la gestión política de propuestas legislativas para mejorar la protección de todos los animales en México. Co-fundadora del primer santuario para animales de granja en México “Santuario Libres al Fin!”, Co-fundadora y Directora Ejecutiva de Liberum.

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