Jesús Robles Maloof
03/04/2013 - 12:01 am
Argumentos para incluir Internet libre y gratuito en la reforma de telecom
La iniciativa sobre telecomunicaciones aprobada en la Cámara de Diputados ha sido bien recibida por organizaciones sociales, académicos y actores políticos. También ha enfrentado críticas importantes. Coincido en criticar la ausencia de un debate social y legislativo. Por momentos daba la impresión de que los espacios institucionales de debate público fueron sustituidos por reuniones informales […]
La iniciativa sobre telecomunicaciones aprobada en la Cámara de Diputados ha sido bien recibida por organizaciones sociales, académicos y actores políticos. También ha enfrentado críticas importantes. Coincido en criticar la ausencia de un debate social y legislativo. Por momentos daba la impresión de que los espacios institucionales de debate público fueron sustituidos por reuniones informales cerradas, donde las voces disidentes quedaron excluidas.
Contra lo que se piensa, la agenda crítica enriquece porque aporta elementos al debate desde una perspectiva única. Tal es el caso de “Internet para todos”, que, con base en la reforma constitucional de 2012, permitió por primera vez que las iniciativas ciudadanas iniciaran con fuerza legal, el procedimiento legislativo.
Las redacciones del tercer párrafo del artículo 6o constitucional
El debate se libra en el tercer párrafo del artículo 6o constitucional. La redacción de la iniciativa ciudadana propone:
El Estado garantizará el acceso libre a la red pública de telecomunicaciones mediante la prestación de un servicio público de conexión a Internet que potencie y maximice el ejercicio de los derechos de libertad de expresión y acceso a la información, estableciendo la infraestructura, instalaciones y tecnología necesarias para garantizar la conectividad libre y adecuada.
Si bien la iniciativa fue ingresada en el Senado, la Cámara, por medio de diputados de todos los partidos, tuvo conocimiento de ella. Incluso desde la iniciativa ciudadana propusimos una redacción alternativa que armonizara la iniciativa del pacto y la ciudadana, al incluir el derecho de “libre acceso a Internet” cuando la iniciativa de los partidos sólo consideraba el derecho de acceso a la banda ancha. Finalmente, con el voto del PAN, del PRI y del PRD se aprobó la siguiente redacción:
El Estado garantizará el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e Internet. Para tales efectos, el Estado establecerá condiciones de competencia efectiva en la prestación de dichos servicios.
Un logro de la iniciativa ciudadana es la inclusión de Internet en el texto constitucional, y no sólo de la banda ancha, como originalmente se establecía. Puedes tener banda ancha garantizada, pero si no tienes la capacidad de pagar un proveedor de Internet o si el acceso está restringido sólo a determinados servidores, no será libre ni universal. Como vemos, la diferencia radica en la afirmación: “libre acceso a Internet”.
Entre las razones para que el Senado incorpore el libre acceso a Internet, están, en primer término, las de derechos humanos. Existe un intenso debate sobre la naturaleza del derecho de acceso a Internet. En lo que existe consenso es en que actualmente el acceso a Internet resulta fundamental para el ejercicio de los derechos humanos, concretamente de los derechos a la libertad de expresión, de investigar, recibir y difundir información; de acceso al conocimiento y a la educación, así como a la prevención y erradicación de la discriminación, a votar y ser votado, a la propia cultura, a la salud y a la información gubernamental, entre otros.
En los últimos años, Internet ha sido fundamental para ampliar los estrechos canales de la democracia representativa y consolidar movimientos cívicos transformadores que propician procesos de mayor democracia.
En el terreno económico, un aumento de 10% en el acceso de la población a Internet (actualmente de 40%) podría representar un incremento de hasta un 2.5% en el producto interno bruto y de 1.4% en la tasa de empleo. Está comprobado que, a mayor acceso, mayores son las posibilidades de innovación y las oportunidades de nuestros emprendedores para transformar el país.
La propuesta consiste en utilizar la red de fibra óptica de la CFE para que, conectada a los edificios públicos con módulos de SuperWifi, transmitan inalámbricamente a las personas usando los espacios blancos. La red de fibra óptica es nuestra, la hemos pagado por años mediante impuestos y cuando pagamos el recibo de luz.
Internet para todos mejoraría el mercado y detonaría la competencia entre los proveedores actuales para ofrecer servicios de calidad asociados a internet. Asimismo, garantizaría el acceso en aquellas zonas donde no hay infraestructura básica debido a que resultan poco atractivas para la oferta comercial.
Dos peligros para Internet
1. El espectro para el interés público o para el negocio privado
La reorganización del espectro por el apagón analógico o los llamados espacios blancos está en disputa. El texto original del inciso b) de la fracción V del décimo séptimo transitorio planteaba:
b) Un programa de trabajo para disminuir la separación entre estaciones de radio y televisión conforme a la práctica internacional y para una red nacional de banda ancha.
El texto aprobado propone:
b) Un programa de trabajo para reorganizar el espectro radioeléctrico a estaciones de radio y de televisión.
En este inciso la preposición “a” está mal empleada, y en su lugar debería utilizarse “de”. No considero que se trate de mala redacción, dado que las televisoras por años han pretendido derechos adquiridos sobre el espectro. La preposición “a” en este caso indica dirección, y ese camino lleva a un reparto del espectro entre los actuales concesionarios que no debemos permitir.
La práctica internacional establece que los espacios blancos son libres, y es precisamente ahí por donde la tecnología SuperWifi y otras tecnologías pueden transmitir. El Senado debe volver a la redacción original de la propuesta.
2. El intento de establecer límites a las televisoras atenta contra la libertad de expresión en Internet
La fracción IV del inciso B del cuarto párrafo del artículo 6o constitucional establece:
IV. Se prohíbe la transmisión de publicidad o propaganda presentada como información periodística o noticiosa; se establecerán las condiciones que deben regir los contenidos y la contratación de los servicios para su transmisión al público, incluidas aquellas relativas a la responsabilidad de los concesionarios respecto de la información transmitida por cuenta de terceros, sin afectar la libertad de expresión y de difusión.
Como bien lo ha señalado Luis Fernando García, la prohibición de plano con base en una redacción tan vaga podría implicar actos de censura previa al no definir con claridad qué es información periodística o noticiosa. Si se busca combatir el engaño, se debe sancionar en la ley reglamentaria, y esto debe acarrear responsabilidad ulterior.
La redacción de este inciso, dicen sus creadores, hace referencia solo a la radiodifusión y no a Internet, dado que se habla de transmisión tal y como comúnmente se usa para radio y tv. Esta precisión no está en la Constitución ni en los tratados internacionales. Si queda así, nada impide que sea aplicada a Internet, y dado que los proveedores serían eventualmente responsables, buscarían mecanismos invasivos de la privacidad para vigilar el contenido por el que navegan sus clientes.
Plantear Internet libre y gratuito en un país como el nuestro puede sonar a un lujo, pero la iniciativa precisamente propone igualdad para un país tan desigual. Internet permite experiencias lúdicas, incluso triviales, pero está demostrado que actualmente es fundamental para el conocimiento. Es precisamente la falta de acceso a la información y el conocimiento lo que perpetúa la marginación y la desigualdad. Los países que han entendido esto han dado pasos para garantizarlo. En febrero de este año, Querétaro reformó su constitución y estableció como derecho el acceso a Internet libre y gratuito.
Para garantizar efectivamente un derecho, se requiere, en principio, acceso universal y gratuito. La reforma a las telecomunicaciones aprobada en la Cámara no llega a este nivel de claridad. Ahora el Senado tiene la posibilidad de enmendar la situación. Convocamos a las más de 127 mil personas que apoyaron la iniciativa ciudadana, y a todas las que quieran que México dé un paso adelante de manera concreta, lejos de la retórica, a que busquen a su Senador y le exijan la inclusión de nuestra propuesta.
Es momento de actuar: http://internetparatodos.mx/
@roblesmaloof
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