Considerado como uno de los más importantes poetas en lengua española, el filólogo Rubén Bonifaz Nuño, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, es también un crítico de arte que lo mismo ha dedicado sus páginas a las obras realizadas por los antiguos mexicanos que a las expresiones contemporáneas.
Por ello el también poeta y especialista en arte Miguel Ángel Muñoz se dio a la tarea de reunir textos del escritor nacido en Córdoba, Veracruz, el 12 de noviembre de 1923, y acaba de publicar el libro Elogio del Espacio. Apreciaciones sobre el Arte de Rubén Bonifaz Nuño, editado por la UAM, la Universidad Autónoma Metropolitana y El Colegio Nacional, del cual forma parte Bonifaz desde abril de 1972.
El autor recupera en un volumen de 214 páginas textos que, si bien no olvidados, dice, estaban dispersos en diferentes publicaciones, entre ellas los libros El arte en el Templo Mayor, Escultura Azteca en el Museo Nacional de Antropología, El Museo Amparo. Colección prehispánica, Olmecas: esencia y fundación, 100 dibujos de Elvira Gascón, y el catálogo del Museo del Palacio de Bellas Artes Los polos del mundo, entre otras.
Fue a través de otro poeta, Marco Antonio Campos, que Miguel Ángel Muñoz logró acercarse a Bonifaz Nuño. Contaba con un texto que le había entregado Fernando de Alba y con el antecedente de haber escrito en común de otros artistas como Ricardo Martínez y Ángela Gurría. Por eso le surgió la inquietud de compilar los textos.
Cuenta en un documento enviado por él a esta redacción que el escritor se entusiasmó por que no había una recopilación de sus textos en el arte:
“Se puso muy contento cuando le leí el índice del libro. Creo que para las generaciones posteriores es un rescate importante este tipo de trabajo sobre Bonifaz porque es un tema que estaba olvidado; dentro de los estudiosos de Rubén Bonifaz, nadie se había dedicado a hacer esto. Inclusive en varias conversaciones con Marco Antonio Campos y con Bernardo Ruíz, estaban entusiasmados porque se (le) hacia justicia en este campo. Bonifaz siempre ha sido conocido como poeta, como traductor, como ensayista literario, pero esto estaba prácticamente olvidado.”
El volumen se divide en tres grandes apartados: Visión sobre los antiguos mexicanos, De la contemporaneidad a lo contemporáneo y Poemas para Gascón y Gurría.
En la primera parte se incluyen entre otros textos La ciudad y el templo, La mal llamada Coatlicue, La calabaza, Cabeza de serpiente, Coyolxauhqui, Cihuatéotl, Felino de la Colina, Tláloc, Máscaras, Calaveras de piedra, Arte de Mezcala, Arte teotihuacano, Arte mixteca.
La segunda presenta: Ricardo Martínez: los polos del mundo, Pedro Cervantes y Coatlicue: el acto de la creación, Grabados de Fernando Alba, Ángela Gurría: tiempo domado y materia, y Algo sobre Santos Balmori y el desarrollo y el sentido de su obra.
La última incluye sólo Poema a Elvira Gascón y El corazón de la espira. Homenaje a Ángela Gurría, que es también un poema.
“Cada texto de Bonifaz –escribe el autor en las primeras páginas– es una lección de las dificultades de pensar el arte a través de la visión de un poeta, quizás no tanto por detalles de su teoría, resueltamente histórico, sino por el refinamiento y elegante elaboración de sus ideas y conceptos.”
Más adelante destaca:
“Para Rubén Bonifaz, la historia del arte es sencillamente la historia de la crítica de arte. El poeta se sitúa frente a la filología artística y contra la positivista religión del dato, sin interés más allá de la precisión erudita, de cronología, género y escuela. Bonifaz considera que la obra de arte adquiere su condición de excelencia sólo cuando se interpreta desde las ideas y la cultura destiladas en el gusto de un artista. Las reacciones críticas sobre la obra constituyen así el juego de valor que encauza la producción sensible y visual del artista.”
El libro se presentará hoy a las 18:00 horas en la Galería de Rectores del Palacio de Minería (Tacuba 5, Centro Histórico) en el marco de la Feria Internacional del Libro, que organiza la UNAM.
– Apro
