La Universidad Anáhuac fue fundada en 1964 como pieza fundamental dentro del proyecto educativo de la Congregación de los Legionarios de Cristo, del abusador de menores Marcial Maciel. De las aulas de esta institución han egresado empresarios como Miguel Alemán Magnani, Alonso Ancira Elizondo y Germán Larrea Mota Velasco. En los últimos días, la casa de estudios ha estado en la mira por dos casos de violencia protagonizados por sus estudiantes.
Ciudad de México, 2 de diciembre (SinEmbargo).– “(Marcial) Maciel pasará a la historia como creador de un vasto imperio educativo y financiero, que en México es encabezado por la Universidad Anáhuac y el Instituto Cumbres, donde se ha formado una amplia porción de la élite mexicana de los negocios y de la política. También pasará a la historia como abusador sexual, perteneciente a la peor especie de esa execrable conducta, la que aprovecha la confianza que por su talante y jerarquía provoca el verdugo en su víctima”.
El periodista Miguel Ángel Granados Chapa resumió así el legado de Marcial Maciel cuatro días después de que falleciera el fundador de Los Legionarios de Cristo, en enero de 2008, a los 87 años, en Florida, impune por los abusos que cometió durante décadas en contra de niños de esta congregación y de las escuelas que se fundó, entre ellas la Anáhuac cuyo exrector, ahora fallecido, Juan Manuel Fernández Amenábar, escribió en el lecho de su muerte una carta en la que acusaba a Maciel de haberlo sometido a abusos cuando tenía 16 y 17 años.
Tres años después de la muerte de Marcial Maciel, la Universidad Anáhuac en Puebla buscaría sacudirse el historial delictivo de su fundador. “Es un tema sensible. Se ha procurado retirar todo. Pero no se ha dado carpetazo, cada persona es libre. Cada persona vive el hecho de manera particular. Es un proceso de reconciliación donde no podemos prohibir, ni obligar”, dijo en febrero de 2011 el rector José Gerardo Mata Temoltzin al diario Cambio de Puebla al explicar cómo se habían removido de las instalaciones fotos de más de 50 años de antigüedad y escritos que hacían referencia al fundador de los Legionarios de Cristo.
En días recientes, esta institución educativa ha enfrentado cuestionamientos por las polémicas en las que se han visto involucrados sus estudiantes, quienes en al menos dos casos registrados en cámaras de video han sido captados atacando a otras personas. En un caso, registrado en septiembre pasado, el joven Ernesto Calderón y sus amigos fueron brutalmente golpeados en Puebla por siete jóvenes. Sólo dos de ellos, los gemelos Luis Alberto y Francisco Rodolfo, estudiantes de la Universidad Anáhuac, fueron vinculados a proceso y expulsados. El otro episodio tuvo lugar en días pasados cuando Patricio, otro estudiante de preparatoria de la Anáhuac, golpeó a un vigilante, lo culpó de lo ocurrido y junto a su padre amenazaron a quienes registraron los hechos en video. El joven también fue expulsado.
Ambos episodios esconden historias de influyentismo y de clasismo, aspectos que se explican, en parte, por el perfil de quienes estudian dentro de esta institución, de la que han egresado Miguel Alemán Magnani, vicepresidente Ejecutivo de Interjet acusado del delito de defraudación fiscal; Alonso Ancira Elizondo, presidente del Consejo de Administración de Altos Hornos de México involucrado en la trama de corrupción del caso Odebrecht; Germán Larrea Mota Velasco, empresario minero señalado por el mayor desastre ambiental en México; Mikel Andoni Arriola Peñalosa, exfuncionario de Enrique Peña Nieto acusado por organizaciones de ceder ante los monopolios del tabaco, el refresco y los alimentos chatarra, y quien actualmente dirige el balompié mexicano, por mencionar unos casos.
En mayo pasado, un exlegionario de Cristo, identificado como el Padre “N” reveló, desde el anonimato, a la organización Poder que las escuelas del grupo Anáhuac son en realidad centros de reclutamiento. “Todas son montañas, son como siete escuelas, universidades de todos los niveles. Son montañas, justo porque lo que ellos dicen es que son lo más alto”.
El sacerdote explicó que estas escuelas son utilizadas únicamente como centro de captación de gente con dinero: “Los Legionarios jamás van a pedir dinero a personas de escasos recursos, su estrategia es otra”, explicó. Uno de los requisitos para ingresar, ahondó, es formar parte de “una familia estructurada (con padres casados por la iglesia)”, aunque se hacen excepciones a personalidades con mucho recurso económico. De otra manera, no puedes ingresar ni como donante y menos formar parte de la legión. A estos espacios se les denomina “cultivos”.
La misma investigación identificó al menos 11 empresas directamente relacionadas con los Legionarios de Cristo y otros cuatro conglomerados, o grupos empresariales como Telmex, Teletón, Liverpool y Herdez, acerca de los cuales existen testimonios que los relacionan por ser donantes del grupo religioso en cuestión. Precisamente de esas aulas han egresado Pedro Fernando Landeros Verdugo, Presidente de Fundación Teletón; Héctor Ignacio Hernández–Pons Torres, presidente del Consejo de Administración y director general de Grupo Herdez, y Max David Michel presidente del Consejo de Administración de Liverpool.
De la Anáhuac también provienen varios integrantes de la familia y cercanos del hombre más rico de México y Latinoamérica Carlos Slim, quienes actualmente ocupan posiciones de poder en sus empresas: Daniel Hajj Aboumrad, director General de América Móvil; Arturo Elías Ayub, director de Multimedia y Alianzas Estratégicas América Móvil; Carlos Slim Domit, presidente del Consejo de Telmex, miembro de Grupo Carso y director general de la cadena de restaurantes y tiendas Sanborns; Marco Antonio Slim Domit, Presidente del Grupo Financiero Inbursa, y Héctor Slim Seade, director General de Teléfonos de México y miembro del Consejo de Administración de Grupo Financiero Inbursa y Banco Inbursa.
Los legionarios y los miembros del movimiento Regnum Christi –brazo seglar de la orden, en el que participan laicos y sacerdotes– controlaban en 2008 alrededor 150 colegios, 21 institutos superiores y nueve universidades. En México la más representativa es la Universidad Anáhuac, institución que forma parte de su esquema político y económico.
El periodista Raúl Olmos publicó en noviembre de 2017, como parte de la investigación global ‘Paradise Papers’, que los ingresos anuales de la red de universidades Anáhuac superaban los 300 millones de dólares, de acuerdo con sus estados financieros, una cantidad similar al presupuesto de la sede de la Iglesia Católica.
En la misma investigación, Olmos describe que en agosto de 1993 Los Legionarios de Cristo iniciaron la expansión de la Universidad Anáhuac, su principal fuente de ingresos, a otros puntos de México, con una sede en Xalapa; al mes siguiente fundaron en Madrid, España, la Universidad Francisco de Vitoria, y en octubre del mismo año el Vaticano –a través de la Congregación para la Educación Religiosa- erigió en Roma, Italia, el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.
“Aquel fue el año que marcó la mayor expansión del imperio educativo de la congregación, que actualmente atiende a 166 mil estudiantes en México, Argentina, Filipinas, Venezuela, Colombia, Brasil, Chile, Italia, España, Estados Unidos, Suiza e Irlanda, de los cuales 78 mil (equivalente al 47 por ciento) son de nivel universitario”, escribió el periodista.
