Las regulaciones contra transgénicos benefician a los monopolios y limitan el desarrollo, asegura investigador

02/11/2013 - 12:03 am
Protesta del pasado 30 de abril. Foto: Cuartoscuro
Protesta del pasado 30 de abril. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo).- La única planta que produce cáncer es el tabaco y es legal, afirma el investigador de la Universidad Politécnica de Valencia, España, José Miguel Mulet al referirse a los temores y las campañas para denunciar que los organismos genéticamente modificados, también conocidos como transgénicos, producen la enfermedad.

Mulet, quien es doctor en Bioquímica y Biología Molecular, fue una de las 21 personalidades participantes en el Universal Thinking Forum, también titulado “21 minutos para cambiar al mundo”, celebrado en los primeros días de octubre en la Ciudad de México. Ahí compartió espacio con el escritor Fernando Savater, el jurista Baltasar Garzón y el premio Nobel de Química, el mexicano Mario Molina.

El profesor de biotecnología es un crítico de las campañas mediáticas contra los transgénicos puestas en marcha tanto en Europa como en México.

Estos han existido desde siempre, sólo que ahora es posible, con la tecnología, introducir de manera artificial ADN de un organismo a otro, explicó.

Descartó que sean dañinos para la salud, ya que cuando salen al mercado es porque ya pasaron una serie de pruebas en las que se muestra que no dañan el ambiente, no contaminan otras plantas y tampoco son perjudiciales para el humano.

Sin embargo, las campañas negativas han hecho que por lo menos en el caso de España el maíz genéticamente modificado sólo se use para consumo animal.

Son campañas sin sustento científico, y que sólo benefician a las trasnacionales a las que tanto dicen criticar, al excluir de su producción a los pequeños productores, afirmó.

Un actor fundamental en estas campañas es la organización Greenpeace, cuyo papel calificó de “nefasto” porque con su desinformación sólo retrasa investigaciones en la materia y porque se ha opuesto a desarrollos de arroz dorado, que está libre de patente, en los países que lo necesitan ante el hambre y pobreza de sus habitantes.

Además, consideró, las campañas impiden en algunos países sembrar transgénicos, pero no importarlos, añadió.

Vincula esta oposición a los transgénicos a intereses europeos, ya que en Estados Unidos no existe algo parecido.

En México, a inicios de octubre, un juez federal ordenó a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) congelar permisos otorgados a empresas trasnacionales para hacer cultivos experimentales de maíz transgénico.

La orden del juez se dio como respuesta a una demanda que interpusieran activistas como el Padre Miguel Concha, Antonio Turrent, Bernardo Bátiz, Víctor Manuel Toledo, Raúl Hernández Garciadiego, Víctor Suárez, Adelita San Vicente, entre otros, y suspendió permisos experimentales que se dieron desde 2011 en Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Tamaulipas.

La colectividad de demandantes también está integrada por organizaciones de productores, indígenas, apicultores, ambientalistas como la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productos de Campo (ANEC), Fundación Semillas de Vida, Fomento Cultural y Educativo, Fronteras Comunes, Alternativas y Procesos de Participación Social de Tehuacán Puebla, Tosepan Titataniske y el Grupo Vicente Guerrero.

René Sánchez Galindo, abogado de los demandantes, explicó que en el país existen tres tipos de permisos para sembrar maíz transgénico: experimentales, piloto y el comercial que está en proceso de liberación. Sin embargo, gracias a esta medida precautoria, las empresas que tienen los 43 permisos experimentales en el país, deberán detener su producción.

Mulet consideró que este tipo de decisiones son un freno al desarrollo.

OGM NATURALES Y ARTIFICIALES

Protesta contra el maíz transgénico. Foto: Francisco Cañedo
Protesta contra el maíz transgénico. Foto: Francisco Cañedo

José Miguel Mulet repsondió así vía correo electrónico a un cuestionario enviado por SinEmbargo.

 

–¿Qué es un Organismo Genéticamente Modificado (OGM)?

–Legalmente es un organismo en el que se le ha introducido de forma artificial un trozo de ADN que proviene de otro organismo. Hay que decir que este proceso se da en la naturaleza de forma espontánea, lo único que podemos hacer ahora es dirigir este proceso hacia donde más nos interesa.

–¿Desde cuándo existen?

–La tecnología en plantas desde finales de los ochenta, en microorganismos desde unos años antes y en la naturaleza desde el origen de la vida. Se le llama transferencia horizontal.

–¿Cuándo comienzan los estudios para hacer de manera científica y en forma masiva semillas genéticamente modificadas?

–En los ochenta empezó a investigarse cómo modificar semillas. Ahora ya sabemos hacerlo para la mayoría de plantas de cultivo.

–¿Es cierto que son dañinos para la salud?

–No. Ten en cuenta que tienen que superar un proceso de autorización más duro que cualquier otro alimento. Si en ese proceso se detectara cualquier tipo de problema, no saldrían al mercado.

–¿Es cierto que causan cáncer?

–Absolutamente falso. No hay ningún tipo de evidencia en ese aspecto. Las únicas plantas que causa cáncer de forma segura es el tabaco… y es legal.

–¿Cómo es la regulación en Europa sobre los transgénicos?

–Muy dura. De hecho solo ha autorizado tres en 17 años, de los cuales solo se comercializa uno. La paradoja es que esto ha bloqueado a todas las pequeñas empresas y ha favorecido los monopolios.

–¿Cómo es la producción de OGM en Europa y España?

–Solo hay un cultivo, el maíz MON810, del cual España es el principal productor. Se utiliza para piensos (forrajes) animales por el rechazo entre los consumidores, de hecho es obligatorio el etiquetado. La curiosidad es que en muchos países está prohibido sembrarlos, pero no la importación y se utiliza para piensos animales.

–¿Quiénes son los interesados en desprestigiar a los OGM, qué intereses hay detrás?

–Básicamente organizaciones ecologistas y partidos verdes. Lo utilizan como estrategia de marketing, como campaña para conseguir adeptos. Y es una campaña específica de países europeos. En estados Unidos es prácticamente inexistente.

–¿Qué papel juega Greenpeace en esas campañas?

–Fue la primera que inició esta campaña y las demás siguieron su estela. Su papel es especialmente nefasto puesto que se ha opuesto a desarrollos como el arroz dorado, que se distribuye libre de patente en países donde hace falta.

–¿En España cómo actúa la organización?

–Sus acciones van más encaminadas a hacerse publicidad gratuita que por el medio ambiente. La crisis económica les ha afectado y necesitan aumentar los ingresos como sea. El año pasado hicieron despidos entre su personal.

–¿En Estados Unidos hacen lo mismo?

–No, la campaña de OGM es prácticamente inexistente. Son campañas dedicadas a recaudar fondos, por eso en cada país cambian. Cualquiera diría que la salvación del planeta sigue modas.

–¿Qué implicaciones tiene para un país que un juez ordene detener cultivos experimentales de maíz, como ocurrió acá en México?

–Supone un freno importantísimo a la experimentación sobre todo pública y un perjuicio importantísimo para los agricultores. Si aquí no les dejan sembrar transgénicos los gringos lo van a hacer. Y como son más eficientes lo podrán vender a un precio más bajo y reventarán el mercado, trayendo la pobreza para los campesinos.

–¿Qué países son los más avanzados en la producción e investigación de OGM?

–Estados Unidos, pero muy de cerca están Brasil y Argentina. El caso de Brasil es paradigmático, puesto que es un modelo basado en investigación pública.

–¿Qué implica para un país no hacer cultivos experimentales, o que sea cara la experimentación y tan llena de requisitos, que para las instituciones públicas de investigación pública parece prohibitivo, como ocurre en México?

Un freno en el desarrollo y a corto plazo, pobreza para los agricultores que se ven desprovistos de herramientas para competir en igualdad de oportunidades.

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