Por Yolanda González Gómez / The Huffington Post

Con 158 integrantes se formó la organización Mexicanos en el exilio, que agrupa a familias completas, periodistas, activistas de derechos humanos e individuos que han sufrido la violencia de México y que huyeron a Estados Unidos en busca de asilo político.

“Queremos ser una fuerza visible y política sobre el proceso de asilo desde este país, con la idea de gritar, de denunciar y puntualizar los problemas de México para abrir la discusión sobre la guerra contra el narco que es una guerra contra la sociedad civil”, señaló Alejandra Spector, quien se encarga de dicha organización en El Paso, Texas.

En el despacho de su padre, el abogado Carlos Spector, quien representa más de 80 casos de solicitantes de asilo político actualmente, surgió la idea de formar una agrupación no lucrativa desde el 2008 que se concretó formalmente hasta marzo de este año, indicó.

Afirmó que Mexicanos en el exilio también es una red social de apoyo legal y humano, ya que las personas que solicitan asilo llegan con mucho trauma a este país, desesperados porque han vivido asesinatos en sus familias, extorsiones e indiferencia de autoridades en México que los obliga a huir de la violencia y llegan a una comunidad que los entiende y ayuda en la frontera.

Spector señaló que en la mayoría de los casos de solicitantes de asilo, estos se ven forzados a salir de México por la impotencia cuando se topan con la corrupción e impunidad y con la incompetencia de un gobierno que no investiga ni resuelve el 98% de las denuncias. “Ya no pueden vivir con el miedo y cruzan la frontera a Estados Unidos, llegan sin nada, dejan su país completamente deshechos, algunos hasta sin piernas porque se las cortaron, como en el caso de un comerciante que se negó a seguir siendo extorsionado por la policía”, describió Alejandra, al referirse a la situación de algunos de los mexicanos que reciben en la línea fronteriza.

Uno de los casos más recientes fue el de los 22 miembros de la familia Porras González, negociantes de Villa Ahumada, Chihuahua, que cruzaron juntos por El Paso para pedir asilo político, después de los asesinatos de Rodolfo y Jaime Porras en junio pasado, debido a su supuesta afiliación política como miembros del Partido Acción Nacional (PAN).

En el pueblo donde vivían en Chihuahua, ubicados a 80 millas al sur de El Paso, los Porras contaban con cremerías y ranchos que perdieron y luego fueron bandalizados por desconocidos. Posteriormente, recibieron múltiples amenazas de muerte.

Tras el asesinato de Rodolfo Porras, el patriarca de la familia y de su hijo Jaime, pidieron ayuda a la Procuraduría de Justicia mexicana, quienes los albergaron unos días en las instalaciones de la dependencia y luego los escoltaron hasta la frontera texana.

“Llegaron pálidos, sin color, por los días sin comer y sin dormir por el miedo, se pasaban vigilando noche y día temiendo que vendrían a matarlos”, narró su primo Jesse González, quien los cobijó en El Paso en los primeras días a su arribo.

Dijo a HuffPost Voces que el grupo de 22 adultos y niños apenas se vinieron con lo mínimo, dejaron todas sus pertenencias allá porque sólo querían salvar sus vidas, pero que su situación emocional aún es lamentable.

Jorge y Armando Porras González ahora son los responsables de la familia que ha manifestado que no volverán a México y sólo esperan la resolución de su petición de asilo político, cuyo caso lleva el abogado Carlos Spector.

También la familia Reyes Salazar, de Guadalupe, Chihuahua, solicitó asilo político actualmente dado que seis de sus integrantes fueron asesinados, entre ellas la activista Josefina Reyes Salazar. A su hermano Saúl Reyes Salazar le fue concedido el asilo en marzo pasado y aún está pendiente la madre de ambos también exiliada, Sara Salazar.

Alejandra Spector puntualizó que la organización Mexicanos en el exilio tiene un fin completamente político y que tratarán de politizar el proceso de asilo político.

Cuestionada sobre las expectativas hacia el nuevo sexenio del mandatario electo Enrique Peña Nieto en México, enfatizó que “no hay mucha esperanza de que su gobierno haga algo contra la ola de violencia, pero nos gustaría decirle que queremos otro tipo de política y que el país necesita otro tipo de política”.

Spector afirmó que solicitaría a Peña Nieto el cese de la guerra contra las drogas y el narcotráfico, ya que ha sido un fracaso que ha cobrado unas 100,000 vidas de mexicanos.

Consideró que el apoyo a los exiliados mexicanos proviene directamente de la oficina legal de Spector, así como de voluntarios y organizaciones civiles mexicanas y estadounidenses.

Desde que inició la representación legal de asilados políticos en Estados Unidos aproximadamente en 1991, el abogado Carlos Spector ha conseguido el asilo político de 7 personas, entre ellas activistas de derechos humanos y periodistas.

“El proceso de asilo toma mucho tiempo, como unos 5 años, y en ese lapso los solicitantes permanecen en un limbo”, explicó Alejandra. Sólo 2 de cada 100 solicitudes de asilo se resuelve favorablemente en Estados Unidos.

Entre los casos a cargo de Spector, se incluye a los periodistas mexicanos Jorge Luis Aguirre y al excamarógrafo de Televisa, Alejandro Hernández, a quienes ya les concedieron el asilo, mientras aún esperan una resolución de la corte Emilio Gutiérrez Soto, Ricardo Chávez y Pablo Hernández Batista, así como Juan y Alejandro Frayre Escobedo, hijos de la activista Marisela Escobedo asesinada frente al palacio de gobierno en Chihuahua. A la nuera de Marisela, Mónica Arias, ya le fue otorgado el asilo.

En el caso de la defensora de derechos humanos, Cipriana Jurado, obtuvo el asilo en junio del 2011, debido a que fue perseguida por el ejército mexicano. Aún está por definirse el de la exjefa de policía del municipio Práxedis Guerrero, Chihuahua, Marisol Valles García.

El abogado Carlos Spector ha denunciado frecuentemente que en México ocurre un genocidio, en el que sobre todo periodistas y activistas de derechos humanos son objeto de ataque de parte del ejército y autoridades mexicanas. Unos 21 promotores de derechos humanos han sido asesinados en Chihuahua desde marzo del 2008.

Durante el 2011 se presentaron 4,079 solicitudes de asilo de mexicanos en Estados Unidos, según cifras del Departamento de Justicia. Hasta el mes de junio del presente año, se han presentado 4,442 aplicaciones de asilo de ciudadanos de México. Después de China, México es el país con más peticiones de asilo.

 Publicado por The Huffington Post / Exclusivo en México para SinEmbargo.mx