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Alejandro De la Garza

02/09/2023 - 12:03 am

De política, amor y socialismo

“Si bien la sombra del caudillo sonorense acabó por imponerse con los fusilamientos en Huitzilac y la represión en la Ciudad de México y varios estados, en otras entidades los alzados delahuertistas cobraron vidas”.

Felipe Carrillo Puerto. Foto: INAH.

El sino del escorpión recorre una de las aventuras más intensas de la historia del México de principios del siglo veinte: la de un personaje nacido en Motul, coime de billar cuando niño, rebelde encarcelado de adolescente por alebrestar a los mayas contra la Casta Divina henequenera, periodista, preso otra temporada por matar al sicario que quiso asesinarlo; luego promotor de los sindicatos obreros y el reparto agrario, editor de un periódico meridiano a quien el gobernador forzó a exiliarse en Nueva Orleans; más tarde, coronel zapatista en Morelos durante la Revolución, comisionado agrario en Yucatán, organizador y fundador de los partidos Socialistas de la península; promotor del control natal, el voto femenino y la legalización del divorcio; impulsor del primer gobernador socialista de Yucatán y, al cabo, gobernador él mismo por dos años antes de ser fusilado por los delahuertistas en enero del 24. Para mayor épica heroica, murió enamorado de la periodista californiana Alma Reed, quien, tras divorciarse ambos, lo esperaba en San Francisco para casarse al mismo tiempo que él era ejecutado. En efecto, el alacrán habla de Felipe Santiago Carrillo Puerto.

La vida de este político yucateco ha sido registrada en diversos libros y en estudios sobre los mayas, la guerra de castas en Yucatán y los gobiernos y partidos socialistas de aquella región, pero su aventura vital resulta tan extraordinaria que exige capturarla en clave de relato biográfico, tal como lo advierte Armando Bartra en su libro Suku’un Felipe: Felipe Carrillo Puerto y la revolución maya de Yucatán (FCE, 2020): “…un relato biográfico que en su búsqueda de la verosimilitud se permite ciertas licencias historiográficas (…) Los personajes existieron, los acontecimientos relevantes se cuentan tal como ocurrieron y los documentos citados son fidedignos. Los diálogos y algunos eventos circunstanciales, en cambio, siendo posibles, no son verificables; unos porque los testigos los reconstruyeron años después según los recordaban, otros porque los imaginé apoyándome en lo que sé de los participantes y las circunstancias”. Bartra sustenta su dicho citando a Umberto Eco: “En una gran historia se pueden alterar pequeñas verdades para que resalte la verdad más grande”.

La vida de este político yucateco ha sido registrada en diversos libros y en estudios sobre los mayas, la guerra de castas en Yucatán y los gobiernos y partidos socialistas de aquella región. Foto: INAH.

A la imagen bucólica, sufrida y trabajadora de la niñez motuleña de Felipe no le falta nada: nacido en 1874, antes de cumplir 15 años su padre le dio una parcela pequeña para cultivarla en recompensa por su buen desempeño escolar, todo mientras ayudaba en la ferretería familiar “La tienda de los catorce” —en referencia a los 14 hermanos Carrillo Puerto—, y en el billar adjunto “El Club de la carambola”. Habló la lengua maya desde pequeño y entabló una relación profunda con los mayas de la región, por cuyos derechos batalló hasta ganarse el apodo de Apóstol rojo de los mayas. Incluso, años después, al tomar posesión como gobernador de Yucatán en 1922, su discurso fue en esa lengua originaria.

Su encarcelamiento juvenil está bien documentado, pues instigó y se sumó a la revuelta contra los patrones henequeneros decididos a expulsar a los mayas al vallar la comunidad de Kaxatah, cercana al poblado de Ucí donde Felipe trabajaba su parcela Los patrones mandaron encarcelarlo y sólo salió cuando su padre alegó su minoría de edad, aunque el revoltoso muchacho insistió en que no levantarían valla alguna en la comunidad. Con este bautizo como entrada a la lucha social, Carrillo inauguró su leyenda, que incluye como anecdotario el intento de huida con la contorsionista de un circo que lo había fascinado y el castigo a latigazos que le habrían propinado los guardias de los henequeneros ante su voluntad de apoyar a los mayas en su lucha contra las esclavizantes tiendas de raya.

El periodismo fue el camino que eligió para enfrentar las injusticias de las autoridades locales. Fundó el bisemanario El Heraldo de Motul y trabajó en la Revista Mérida, cuyo director lo introduce en la política al pedir su apoyo para lanzarse como candidato independiente al gobierno de Yucatán en 1907 y, de nuevo, en 1909, enfrentando ni más ni menos que a José María Pino Suárez, candidato del Partido Antireeleccionista. Fue en estas batallas electorales que Carrillo Puerto terminó con la vida de un personaje que supuestamente había sido enviado para asesinarlo. Felipe pasó una temporada en chirona.

Al ser liberado regresó al periodismo, pero el gobernador Eleuterio Ávila lo persiguió hasta forzarlo a refugiarse en Nueva Orleans. De ahí brincó a Morelos luego de enviar cartas a Zapata y a su comandancia para unirse a la lucha del general morelense por unos meses. Ya en 1915, tras el triunfo de Salvador Alvarado como gobernador de Yucatán, pudo regresar a su estado y participar activamente en la Comisión Agraria, en la organización sindical obrera y en el apoyo político a su viejo amigo Carlos Castro Morales para lograr la gubernatura yucateca en 1917, siendo así el primer gobernador socialista de Yucatán. Felipe fue entonces disputado y se mantuvo acérrimo obregonista, apoyó el Plan de Agua Prieta del sonorense para derrocar a Carranza y reimpulsó al Partido Socialista Obrero para convertirlo en el Partido Socialista del Sureste. Con esa envión político y estas siglas, llega a ser gobernador del estado en noviembre de 1921 al vencer holgadamente al Partido Liberal.

En los dos años de su mandato, impulsó el reparto agrario, el derecho a la tierra de los mayas por encima de los hacendados henequeneros, el control natal y la legalización del divorcio; batalló también por el sufragio femenino, pero los conservadores de su estado no le permitieron formalizarlo constitucionalmente. Su respuesta fue promover las primeras candidaturas femeninas a síndicas y alcaldesas, entre muchas otras medidas de justicia social. A estas alturas de la grilla, Felipe Carrillo Puerto había ya conocido a la periodista Alma Marie Prescott Sullivan Reed (sin ninguna relación con el escritor John Reed, pero célebre inspiradora de la canción Peregrina, que Carrillo habría encargado al poeta Luis Rosado Vega y que fuera musicalizada por el compositor yucateco Ricardo Palmerín). Enamorados y ya divorciados, Felipe y Alma se encaminaban a su matrimonio en San Francisco cuando estalló en México la revuelta del general Adolfo de la Huerta, quien se opuso a Obregón por la designación de Calles como candidato a sucederlo en la Presidencia.

Si bien la sombra del caudillo sonorense acabó por imponerse con los fusilamientos en Huitzilac y la represión en la Ciudad de México y varios estados, en otras entidades los alzados delahuertistas cobraron vidas. Fue el caso de Yucatán, donde las fuerzas militares encabezadas por Juan Ricárdez Broca acorralaron desarmados a Felipe Carrillo Puerto y los grupos de la resistencia, los empujaron al mar y éstos, en su huida, encallaron en un manglar donde pasaron días terribles hasta su final rendición. En juicio sumarísimo, se fusiló a Felipe Carrillo Puerto, tres de sus hermanos y una decena de personas más. Era el 3 de enero de 1924. Por todo esto, se entera el escorpión, el 2024, último año del gobierno de López Obrador, será el Año de Felipe Carrillo Puerto.

 

Alejandro De la Garza
Alejandro de la Garza. Periodista cultural, crítico literario y escritor. Autor del libro Espejo de agua. Ensayos de literatura mexicana (Cal y Arena, 2011). Desde los años ochenta ha escrito ensayos de crítica literaria y cultural en revistas (La Cultura en México, Nexos, Replicante) y en los suplementos culturales de los principales diarios (La Jornada, El Nacional, El Universal, Milenio, La Razón). En el suplemento El Cultural de La Razón publicó durante seis años la columna semanal de crítica cultural “El sino del escorpión”. A partir de mayo de 2021 esta columna es publicada por Sinembargo.mx

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