La lista negra de Jeffrey Epstein o las razones ocultas de la muerte de Lady Di forman parte de este material liberado por Anonymous, que, además, ha tenido como efecto colateral el hacer resurgir entre los internautas una serie de viejas conspiraciones, entre las que destaca la del Pizzagate y Justin Bieber.
Por Claudia García
Ciudad de México, 2 junio (AS México).- El mes de junio ha comenzado con un auténtico incendio en Internet debido a la reaparición de Anonymous, la célula de célebres ciberactivistas responsable de varias escandalosas filtraciones en el pasado. Los hackers han emergido de nuevo en la red a raíz de las protestas por la muerte de George Floyd, revelando una serie de informaciones altamente delicadas sobre diversos famosos y figuras de influencia internacional que enseguida han corrido como la pólvora por las redes sociales.
La lista negra de Jeffrey Epstein o las razones ocultas de la muerte de Lady Di forman parte de este material liberado por Anonymous, que, además, ha tenido como efecto colateral el hacer resurgir entre los internautas una serie de viejas conspiraciones, entre las que destaca la del Pizzagate y Justin Bieber. El cantante, de hecho, se ha convertido esta noche en tendencia tras resurgir vertiginosamente el interés colectivo por esta teoría que analiza las supuestas pistas que dejó escondidas en su videoclip “Yummy” en torno a una presunta red de pedofilia ligada con Hillary Clinton.
#Anonymuos #PizzaGate
Todos de nuevo están hablando del video “Yummy” de Justin Bieber, pero nadie habla de lo dificil que fue grabar el video para el. pic.twitter.com/kqUfjK4JZM— Diego Jeronimo (@diegojeronimot) June 2, 2020
Las primeras hipótesis y cábalas en torno al llamado Pizzagate se forjaron en varios hilos de Twitter viralizados durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 2016. En ellos se recogía el contenido de algunos de los correos electrónicos que publicó Wikileaks pertenecientes a la cuenta del jefe de campaña de Clinton, John Podesta. Concretamente, lo que los instigadores de la teoría conspirativa señalaron fue el uso de Podesta de la palabra “pizza”, un código supuestamente utilizado por los pedófilos para comunicarse online sin despertar sospechas.
Por aquel entonces, se creía también que la pizzería Comet Ping Pong de Washington servía de tapadera central para esta red de esclavitud y abuso sexual de menores. Y es aquí donde entra Justin Bieber: la teoría clamaba que el artista había sido víctima de esta red cuando era niño, y que, de hecho, había hablado de ello de forma implícita en el videoclip de su canción “Yummy”, que fue lanzada el pasado mes de enero e interpretada por muchos como una denuncia encubierta de la pederastia.
En el video, el cantante aparece en un lujoso restaurante repleto de comensales adultos de aspecto elegante y adinerado. Mientras todos ellos disfrutan de un delicioso festín, un grupo de niños ameniza la velada tocando música. Al final del banquete, cuando Bieber se ha quedado prácticamente a solas en la estancia, ante la mesa llena de sobras, se enfoca un plato con un pedazo de pastel que enseguida desaparece para mostrar una foto de sí mismo de niño.
Y ahora, las filtraciones acusatorias de Anonymous y las listas de celebridades supuestamente vinculadas al tráfico sexual de menores han vuelto a sacar a la luz de manera tan estruendosa como repentina esta teoría sobre los presuntos mensajes secretos dejados por el intérprete canadiense en el vídeo de la canción que, precisamente, ha marcado este 2020 su regreso a la industria musical tras un parón de tres años.