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Germán Petersen Cortés

02/06/2015 - 12:00 am

Empate técnico en siete estados

Como he sostenido, lo que en mi opinión se juega en las elecciones del 7 de junio es  la correlación de fuerzas entre el bloque conformado por el PRI y sus aliados –PVEM y PANAL–, y el conjunto de las fuerzas de oposición. Esta guerra tiene dos campos de batalla principales: las 300 elecciones de […]

Como he sostenido, lo que en mi opinión se juega en las elecciones del 7 de junio es  la correlación de fuerzas entre el bloque conformado por el PRI y sus aliados –PVEM y PANAL–, y el conjunto de las fuerzas de oposición. Esta guerra tiene dos campos de batalla principales: las 300 elecciones de diputados federales de mayoría relativa –de donde también se integrarán los 200 diputados plurinominales– y las nueve elecciones de gobernador. El primer campo de batalla lo abordamos hace unas semanas y el segundo se trata aquí.

De las nueve elecciones de gobernador, hay empate técnico en siete, de acuerdo con las más recientes mediciones de intención de voto presentadas por encuestadoras de prestigio (no por ello, como aprendimos en 2012, exentas de errores). Así, a cinco días de las elecciones, auténticamente sigue en el aire el futuro de la correlación de fuerzas entre el PRI y la oposición.

La descentralización mexicana de las últimas décadas ha cambiado drásticamente la estructura de poder. Los gobiernos estatales han sido los indiscutibles ganadores de la redistribución de recursos, competencias y facultades que ha implicado la descentralización. Los gobernadores disponen hoy de presupuestos nunca vistos, ejércitos de burócratas y excesivos márgenes de actuación política. Triunfar en elecciones de gobernador quizá sea hoy más importante que nunca.

El sistema de partidos mexicano se ha estructurado en torno al PRI como otrora partido hegemónico. Una muestra de la fortaleza del tricolor es que hoy el PRI es el único partido altamente competitivo en las nueve elecciones de gobernador. Los resultados del 7 de junio tendrán un efecto directo sobre esta fortaleza del PRI, ya sea para mantenerla o para menoscabarla.

Siete de los ocho sistemas estatales de partidos son bipartidistas y solo dos, tripartidistas –Baja California Sur y Michoacán. Seis de los siete bipartidismos son PRI/PAN –Campeche, Colima, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora– y solo uno –Guerrero–, PRI/PRD.

De los nueve estados, en dos no ha habido alternancia –Campeche y Colima. Ambos tienen sistemas bipartidistas PAN/PRI, con una izquierda menor. Tanto en Campeche como en Colima el PRI mantiene un férreo control político que ha dificultado el avance de la oposición. Con todo, en Colima –a diferencia de Campeche, donde hace mes y medio el PRI llevaba una cómoda ventaja, aunque no ha habido encuestas recientemente– la contienda está hoy en empate técnico entre el PRI y el PAN y, por ende, la alternancia es una posibilidad real, que podría sacar a Colima de la lista de nueve estados donde nunca ha perdido el PRI.

En tres de los nueve estados ha habido una sola alternancia: BCS, Guerrero y Sonora. En BCS se ha consolidado un tripartidismo, pero para las próximas elecciones el PAN lleva una cómoda ventaja de 16 puntos porcentuales. Guerrero, por su parte, es un bipartidismo PRI/PRD, donde, al igual que en Colima y otros seis estados, hay empate técnico. Sonora, por su parte, es un bipartidismo PAN/PRI, donde también hay empate técnico, que promete un cierre de fotografía el 7 de junio.

En cuatro de los nueve estados ha habido dos alternancias: Michoacán, Nuevo León, Querétaro y San Luis Potosí. De algunos años para acá, Michoacán es un tripartidismo, también patente en la contienda de 2015, donde menos de 14 puntos separan a los tres candidatos punteros, dos de ellos –el del PRI y el del PRD– en empate técnico. En Nuevo León, la irrupción de Jaime Rodríguez “El Bronco” ha cambiado la competencia de un sistema históricamente bipartidista PAN/PRI; hoy el independiente está en empate técnico con la candidata priista.

Querétaro y San Luis Potosí son ambos bipartidismos PAN/PRI; este año llegan a la última semana antes de la elección en empate técnico, con nada garantizado para nadie.

En suma, la moneda está en el aire en siete contiendas para elegir gobernador. Todas, podemos darlo por hecho, tendrán finales cardiacos. En una mala tarde para el PRI, podría quedarse solo con dos o tres estados, lo que cambiaría radicalmente la estructura de poder en el país y, por ende, las condiciones de la negociación política, con un Presidente y un PRI contra las cuerdas. También podría suceder lo inverso y apuntalar la restauración a la que aspiran los priistas.

PRI, oposición, ¿de qué lado caerá la moneda ahora en el aire?

@GermanPetersenC 

Germán Petersen Cortés
Licenciado en Ciencias Políticas y Gestión Pública por el ITESO y Maestro en Ciencia Política por El Colegio de México. En 2007 ganó el Certamen nacional juvenil de ensayo político, convocado por el Senado. Ha participado en proyectos de investigación en ITESO, CIESAS, El Colegio de Jalisco y El Colegio de México. Ha impartido conferencias en México, Colombia y Estados Unidos. Ensayos de su autoría han aparecido en Nexos, Replicante y Este País. Ha publicado artículos académicos en revistas de México, Argentina y España, además de haber escrito, solo o en coautoría, seis capítulos de libros y haber sido editor o coeditor de tres libros sobre calidad de vida.

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