Durante siglos, las pirámides de Giza han desconcertado a los investigadores por cómo los antiguos egipcios construyeron estructuras tan impresionantes sin valerse de la tecnología moderna.
Ciudad de México, 02 de marzo (Ticbeat/ SinEmbargo).- Siguen siendo numerosos los misterios en torno a las magnéticas y colosales pirámides de Egipto, especialmente las de la meseta de Guiza de El Cairo. Un arqueólogo habría dado con la clave de su perfecta alineación.
Durante siglos, las pirámides de Giza han desconcertado a los investigadores, no solamente por sus misteriosos vacíos y cámaras ocultas -nunca se han encontrado restos mortales de faraones en ellas- o su inusitada fuerza electromagnética sino también por cómo los antiguos egipcios construyeron estructuras tan impresionantes sin valerse de la tecnología moderna. Para muestra, destaca la pirámide de Keops, con sus 147 metros de altura y sus 2 mil 500 millones de bloques de piedra de varias toneladas.
Una de las cuestiones más atractivas y desconcertantes para los investigadores y egiptólogos es cómo las estructuras se alinearon perfectamente. Aunque está ligeramente torcido, en general los lados cuadrados de la Gran Pirámide de Giza de 138 mil 80 metros, también conocida como la Gran Pirámide de Khufu, son bastante rectos y están alineados casi perfectamente a lo largo de los puntos cardinales, de norte a sureste -Oeste.
“Los constructores de la Gran Pirámide de Khufu alinearon el gran monumento a los puntos cardinales con una precisión de más de cuatro minutos de arco, o una quinceava parte de un grado”, escribe el arqueólogo e ingeniero Glen Dash en un nuevo artículo. Las tres pirámides egipcias más grandes, dos en Giza y una en Dahshur, están notablemente alineadas, de una manera que parece casi imposible de trazar sin la ayuda de drones, planos u ordenadores.
“Las tres pirámides muestran la misma forma de error; se giran ligeramente en sentido contrario a las agujas del reloj desde los puntos cardinales”, apuntaba el experto. Si bien existen muchas hipótesis sobre cómo lo hicieron -usando la estrella polar para alinear las pirámides o valiéndose de la sombra del Sol- nadie ha podido determinar exactamente cómo funcionaron.
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En 2018, a Dash se le ocurrió otra idea más simple, y no por ello menos brillante. La investigación reciente del arqueólogo sugiere que los egipcios hace aproximadamente 4 mil 500 años podrían haber usado el equinoccio de otoño para lograr una alineación perfecta. En los dos equinoccios del año el plano del ecuador de la Tierra pasa por el centro del disco del Sol, y la duración del día y la noche son prácticamente iguales.
Anteriormente, las mediciones del equinoccio se habían pasado por alto como un posible método de alineación, ya que se suponía que no proporcionaría suficiente precisión. Sin embargo, Dash ha apuntado hacia el uso de un objeto clave, una vara conocida como gnomon (en griego γνώμων: ‘guía’ o ‘maestro’), cuya sombra se proyectaba sobre una escala graduada para medir el paso del tiempo.
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Para resolver esto, Dash realizó su propio experimento, comenzando el primer día del equinoccio de otoño en 2016, 22 de septiembre de 2016, y utilizando un gnomon para proyectar una sombra. Trazando una suave curva de puntos a intervalos regulares, interceptó dos puntos de la curva con una cuerda tensa enrollada alrededor del palo y creó una línea casi perfecta que de este a oeste. La técnica recibe el nombre de método del círculo indio.
También mostró que el grado de error suece ligeramente en sentido contrario a las agujas del reloj, similar al fallo encontrado en la alineación de las pirámides de Khufu y Khafre en Giza y la pirámide Roja en Dahshur. Aunque el experimento tuvo lugar en Connecticut, el método debía funcionar exactamente igual en Egipto, necesitando días cálidos y soleados.
El experto revela que los egipcios habrían podido resolver el equinoccio de otoño contando 91 días desde el solsticio de verano. “Desafortunadamente, los egipcios nos dejaron pocas pistas. No se han encontrado documentos de ingeniería o planos arquitectónicos que den explicaciones técnicas que demuestren cómo los antiguos egipcios alinearon cualquiera de sus templos o pirámides”, escribe Dash, recalcando que no es posible encontrar una evidencia segura.
El documento completo puede leerse en la publicación The Journal of Ancient Egyptian Architecture.