El día de hoy confirmó que la Fiscalía estatal ya identificó a las once víctimas, dos de las cuales, el de una mujer de 24 años y un hombre de 19 años, aparentemente fueron secuestradas el sábado pasado en una discoteca de la zona a la que habían llegado después de asistir al carnaval.
Ciudad de México, 1 de marzo (SinEmbargo/EFE).- El Gobernador del estado de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, informó que ya fueron identificados los restos de las 11 personas halladas en el municipio de Boca del Río la noche del pasado martes.
En entrevista telefónica con Foro TV, el mandatario explicó que las víctimas son nueve hombres y dos mujeres, quienes presentaron huellas de tortura y se encontraron semidesnudos, a sólo una horas después del anuncio de un operativo para combatir a los cárteles de las drogas.
El día de hoy confirmó que la Fiscalía estatal que dos de las víctimas, una mujer de 24 años y un hombre de 19 años, aparentemente fueron secuestradas el sábado pasado en una discoteca de la zona a la que habían llegado después de asistir al carnaval.
Del resto no precisó datos de cómo y desde cuándo fueron privados de su libertad, presumiblemente algunos de los ejecutados desaparecieron desde el martes de la semana pasada, pero no ahondó en detalles.
Yunes atribuyó el hallazgo a un enfrentamiento entre bandas, “No es una guerra al Gobierno del estado, sino un enfrentamiento entre cárteles del crimen organizado”, dijo a medios de comunicación en el inicio del operativo de seguridad.
En un mensaje supuestamente dejado por un cártel de las drogas junto a los cadáveres con huellas de tortura de nueve hombres y dos mujeres aparecidos al filo de la medianoche del martes, se leía: “Desde este momento comienza la guerra. Guerra quieren, guerra tendrán”.
Boca del Río es un municipio gobernado por Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del Gobernador de Veracruz.
“Es un acto de barbarie que preocupa a los veracruzanos y su Gobierno, y hemos estado toda la noche con el Grupo de Coordinación Veracruz -encargado de la seguridad del estado- para analizar el tema”, dijo este miércoles el mandatario estatal.
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El martes, el Gobierno federal anunció la implementación de un operativo especial de seguridad en la zona montañosa central de Veracruz para capturar a “objetivos” de la delincuencia organizada.
Sin precisar el número de efectivos, el Secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio, dijo que la Gendarmería y el Ejército operarán en nueve municipios del centro del estado, donde viven casi medio millón de habitantes y se registran el 50 por ciento de los homicidios con violencia.
“Tenemos claros los objetivos, quiénes son ellos, e iremos por ellos, por todo lo que representan”, sentenció el Secretario.
En un mensaje a medios Osorio dijo que los asesinatos son una respuesta de la delincuencia organizada a la decisión de reforzar la seguridad en Veracruz y sostuvo que el Gobierno federal no se dejará doblegar por la delincuencia.
“Esto no va a doblegar el esfuerzo federal, el apoyo a los estados, y por supuesto combatir al crimen organizado, combatir a los delincuentes y regresarle la paz a los ciudadanos”, apuntó.
No obstante, reconoció que desde inicios de año se ha “recrudecido” la violencia en su región, con un “número importante” de homicidios, el 70 por ciento vinculados a la pugna entre cárteles.
Pero “en Veracruz-Boca del Río se habían logrado evitar delitos de alto impacto y en 90 días no había tenido una sola ejecución o secuestro”, apuntó.
En diciembre, el primer mes del mandato de Yunes, se contabilizaron 100 asesinatos en Veracruz, la mayoría relacionados con el crimen organizado, y en enero se registraron otros 102 homicidios, según los informes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Según documentos de fuerzas de seguridad, en el 2011, el cártel de las drogas de Los Zetas mantenía el control absoluto en las siete regiones más importantes de la entidad.
Pero a partir del 2012 ingresó el Cártel Jalisco Nueva Generación con el propósito de quitar el poder a Los Zetas, que actualmente se halla en una lucha interna en al menos una de las regiones.
