Author image

Hilda García

02/03/2012 - 12:03 am

¿Y los niños? Bien gracias

Mejor no lo habría podido decir. El presidente Felipe Calderón reconoció esta semana que ningún país se puede considerar plenamente democrático si tiene pendientes con la infancia. Durante la presentación del “Estado Mundial de la Infancia 2012: Niñas y Niños en un Mundo Urbano”, el mandatario reconoció rezagos en el cuidado de los menores en […]

Mejor no lo habría podido decir. El presidente Felipe Calderón reconoció esta semana que ningún país se puede considerar plenamente democrático si tiene pendientes con la infancia.

Durante la presentación del “Estado Mundial de la Infancia 2012: Niñas y Niños en un Mundo Urbano”, el mandatario reconoció rezagos en el cuidado de los menores en México y anunció una inversión de 750 millones de pesos para el desarrollo integral de los 40 millones de niños y jóvenes en el país.

“Ningún país puede considerarse moderno, no puede considerarse civilizado, tampoco democrático cuando abandona a su suerte a generaciones enteras de niñas y de niños”.

Mientras, el reporte de la UNICEF, organismo dependiente de las Naciones Unidas para la niñez, nos ubicaba en el lugar 113 de entre 195 naciones. En México, la tasa de fallecimientos es de 17 por cada mil nacimientos. Esto equivale a 37 mil decesos de este tipo anualmente. Así es, y, aunque las cifras han descendido debido a la campaña de vacunación, aún hay 37 mil niños que mueren al año debido a las condiciones de pobreza en las que viven sus familias.

Y aquí quiero detenerme, porque sin que dejen de dolerme y enojarme los números, hemos puesto mayor empeño en contabilizar las más de 60 mil víctimas en la lucha contra el narcotráfico que en determinar cuántos niños mueren en México debido a la pobreza. Y eso que tampoco se están añadiendo los niños que mueren en el país cada cuatro horas a causa del cáncer o los dos niños que diariamente fallecen en promedio debido a la violencia doméstica.

Así, el país no tiene ni el mínimo asomo de ser democrático o medianamente civilizado. No sabemos cuidar de nuestros niños. No los cuidamos ni contra la pobreza, la injusticia o la violencia.

Además de nuestra deuda  con la infancia a nivel nacional, aún tenemos pendiente, después de 32 meses, la aplicación de la ley en el caso de la Guardería ABC. No se ha impartido justicia para los responsables de la muerte de 49 niños y de lesiones de otros 70 infantes a causa de un incendio ocurrido en junio de 2009 en una estancia infantil en Sonora.

Y aunque en días recientes, las autoridades del IMSS dieron un apoyo de 750 mil pesos a los padres de los niños que sobrevivieron, pero que pudieron presentar secuelas por la aspiración del humo, la justicia no ha llegado. En el caso de la guardería ABC no se ha aprehendido en ninguna ocasión a los propietarios del inmueble y los padres siguen exigiendo justicia.

Incluso en enero de este mismo año, Marcela Matilde Gómez del Campo, fundadora de la guardería y prima de Margarita Zavala, esposa del Presidente, fue absuelta del proceso penal en la guardería.

Gómez del Campo enfrentaba un juicio por delitos de homicidio y lesiones dolosas y para los padres de los niños fallecidos en el incendio, quedó libre por su relación familiar con el poder federal y estatal.

En meses recientes hemos visto videos como el del Platanito haciendo bromas sobre los niños muertos en la guardería o el de “Las ladies de Polanco”, “El gentleman de las Lomas” y otros ejemplos más de clasismo y total desapego por el ser humano, sobre todo por el que menos tiene, por el más vulnerable o desprotegido.

Si bien la presión para hacer justicia contra Miguel Moisés Sacal, quien golpeó al trabajador de un estacionamiento, ha logrado hacer un avance, se hace necesario voltear a ver a los más desprotegidos. A los futuros ciudadanos, votantes, creadores, artistas, trabajadores. Nuestros niños son lo más valioso que hay si queremos transformar esta sociedad.

De hecho, cuando hablamos de números nos referimos a datos entre hombres y mujeres. Hablamos de violencia, enfermedades, capacidades diferentes o pobreza entre los adultos. Pero como nos inclinamos un poco más para ver a esos locos bajitos, como los nombró el algún momento el cantautor Joan Manuel Serrat.

Sin embargo, no debería quedar en el mero discurso. Debería realmente denunciarse en redes sociales también el maltrato de infantes, la falta de medicamentos y alimentos a niños de escasos recursos, los malos maestros que no atiende a los futuros ciudadanos de un país que como bien apuntó el Presidente, no puede “considerarse moderno, no puede considerarse civilizado, tampoco democrático cuando abandona a su suerte a generaciones enteras de niñas y de niños”.

Hilda García
Estudio Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo el grado de Maestría en la Univ. de Miami con el tema de los “Weblogs y la mediamorfosis periodística”.

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas